lunes, 1 de octubre de 2007

CICATRICES


En un día caluroso de verano en el sur de Florida, un niño decidió ir a nadar en la laguna detrás de su casa.

Salió corriendo por la puerta trasera, se tiró al agua y nadaba feliz. Su mamá lo miraba por la ventana, y vio con horror lo que sucedía. Enseguida corrió hacia su hijo gritándole lo más fuerte que podía.

Oyéndole el niño se alarmó y miró nadando hacia su mamá, pero fue demasiado tarde. Desde el muelle la mamá lo agarró al niño por sus brazos justo cuando el cocodrilo le agarraba sus piernitas.

La mujer jalaba determinada, con todas las fuerzas de su corazón. El cocodrilo era más fuerte, pero la mamá era mucho más apasionada y su amor no la abandonaba.

Un señor que escuchó los gritos se apresuró hacia el lugar con una pistola y mató al cocodrilo... el niño sobrevivió y, aunque sus piernas sufrieron bastante, aún pudo llegar a caminar.

Cuando salió del trauma, un periodista le preguntó al niño si le quería enseñar las cicatrices de sus piernas... el niño levantó la colcha y se las mostró.

Pero entonces con gran orgullo se remangó las mangas y dijo:
Pero las que usted tiene que ver son estas”.

Eran las marcas de las uñas de su mamá que habían presionado con fuerza.

Las tengo porque mamá no me soltó y me salvó la vida – dijo el niño.

Moraleja:
Nosotros también tenemos cicatrices de un pasado doloroso. Algunas son causadas por nuestros pecados, pero otras son las huellas de Dios que nos ha sostenido con fuerza para que no caigamos en las garras del mal.

Dios te bendiga siempre, y recuerda que si te ha dolido el alma alguna vez, es porque Dios te ha agarrado demasiado fuerte para que no caigas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

ola soy luyssa.. staba haciendo un trabajo y me llamo la atencion tu escrito.. me agrado mucho sobre todo xke hace poko tuve un accidente y mi me sucedio algo similar... komo son las kosas no.. sin kerer kai en esta pagina y no sabes kuanto me alegro..

Kuidate y Suerte!!!

Hermano José dijo...

Gracias Luyssa por tu comentario.
Bendiciones y sigue adelante que Dios está en tu corazón siempre, con cicatrices o no.