lunes, 30 de junio de 2008

CANTO A LA LIBERTAD


¿Qué es la libertad total?
§ Es la flor cuando no tiene nombre.
§ El río cuando no tiene cauce.
§ Es la nube cuando no tapa al sol.
§ Es el hombre cuando no tiene recuerdos.
§ Es el ave cuando no tiene forma.
§ Es el aire cuando no tiene movimiento.

¿Qué es la mente del hombre que estudia estas cosas?
§ Es la piedra que quiere ser agua.
§ Es la tierra que quiere ser aire.
§ Son los ojos que quieren ver el infinito.
§ Son los gusanos que quieren verse mariposas.

¿Cómo puede el hombre entender la libertad total?
§ Tal vez olvidando su pasado.
§ Tal vez aprendiendo a mirar hacia adentro.
§ Tal vez negando las formas y percibiendo las esencias.
§ Tal vez eliminando al lenguaje.
§ Tal vez respirando el aire que se mueve en el universo.
§ Tal vez olvidando que alguna vez nació en la tierra.

Amajur

¿AVISARÍAS…?


El discípulo se reunió con su mentor espiritual para indagar algunos aspectos de la Liberación y de aquellos que la alcanzan. Departieron durante horas. Por último, el discípulo le preguntó al maestro:
· “¿Cómo es posible que un ser humano liberado pueda permanecer tan sereno a pesar de las terribles tragedias que padece la humanidad?”
El mentor tomó entre las suyas las manos del perplejo discípulo, y le explicó:
· “Tú estás durmiendo. Supóntelo. Sueñas que vas en un barco con otros muchos pasajeros. De repente, el barco encalla y comienza a hundirse. Angustiado, te despiertas. Y la pregunta que yo te hago es: ¿Acaso te duermes rápidamente de nuevo para avisar a los personajes de tu sueño?”

El Maestro dice: El ser liberado es como una flor que no deja de exhalar su aroma y, suceda lo que suceda, no se marchita.

ALGUIEN TE NECESITA


§ Hay personas calladas, que necesitan de alguien para conversar.
§ Hay personas tristes, que necesitan de alguien, que las consuele.
§ Hay personas tímidas, que necesitan de alguien, que las ayude a vencer la timidez.
§ Hay personas solas, que necesitan de alguien, para jugar.
§ Hay personas con miedo, que necesitan de alguien, que les dé la mano.
§ Hay personas fuertes, que necesitan de alguien, que las haga pensar en la mejor manera de usar su fuerza.
§ Hay personas habilidosas, que necesitan de alguien, para ayudar a descubrir, la mejor manera de usar su habilidad.
§ Hay personas que juzgan, que no saben hacer nada y necesitan de alguien, que las ayude a descubrir cuánto saben hacer.
§ Hay personas apresuradas, que necesitan de alguien, que les muestre todo lo que no tienen tiempo para ver.
§ Hay personas impulsivas, que necesitan de alguien, que las ayude a no lastimar a otros.
§ Hay personas que se sienten afuera y necesitan de alguien, que les muestre el camino de entrada.
§ Hay personas que dicen que no sirven para nada y necesitan de alguien, que las ayude a descubrir cuán importantes pueden ser.

Necesitan de alguienquizás de ti o de mí

martes, 24 de junio de 2008

¿A QUIEN LLEVAS EN TUS HOMBROS…?


Dos monjes que regresaban a su templo llegaron a un arroyo donde encontraron a una hermosa mujer que no se atrevía a cruzarlo, temerosa porque el arroyo había crecido y la corriente era fuerte.

Uno de los monjes, el mayor, casi sin detenerse, la alzó en sus brazos y la llevó hasta la otra orilla. La mujer le agradeció, ya que su hijo estaba gravemente enfermo y ella necesitaba cruzar ese arroyo para verlo, y los hombres siguieron su camino.

Después de recorrer tres días el otro monje, el joven, sin poder contenerse más, exclamó:
§ “¿Cómo pudiste hacer eso, tomar una mujer en tus brazos? Conoces bien las reglas…” y otras cosas por el estilo.
Respondió el monje cuestionado con una sonrisa:
§ ”Es posible que haya cometido alguna falta, pero esa mujer necesitaba cruzar ese arroyo para ver a su hijo. Yo solo crucé a la mujer y la dejé en la otra orilla. ¿Pero que te pasa a ti, que ya pasaron tres días del episodio y aún la llevas a cuestas? Yo la dejé del otro lado del arroyo

EL ÁRBOL CONFUNDIDO


Había una vez, algún lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un hermoso jardín, con manzanos, naranjos, perales y bellísimos rosales, todos ellos felices y satisfechos.

Todo era alegría en el jardín, excepto por un árbol profundamente triste. El pobre tenía un problema: NO SABÍA QUIÉN ERA

· “Lo que te falta es concentración - le decía el manzano - si realmente lo intentas, podrás tener sabrosas manzanas… verás qué fácil es
· “No lo escuches - exigía el rosal - es más sencillo tener rosas… verás qué bellas son

Y el árbol desesperado, intentaba todo lo que le sugerían, y como no lograba ser como los demás, se sentía cada vez más frustrado.

Un día llegó hasta el jardín el búho, la más sabia de las aves, y al ver la desesperación del árbol, exclamó:
· “No te preocupes, tu problema no es tan grave, es el mismo de muchísimos seres sobre la tierra. Yo te daré la solución: No dediques tu vida a ser como los demás quieren que seas… sé tu mismo, conócete, y para lograrlo, escucha tu voz interior Y dicho esto, el búho desapareció.

· “¿Mi voz interior…? ¿Ser yo mismo…? ¿Conocerme…? - se preguntaba el árbol desesperado, cuando de pronto, comprendió… y cerrando los ojos y los oídos, abrió el corazón, y por fin pudo escuchar su voz interior diciéndole: Tú jamás darás manzanas porque no eres un manzano, ni florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Eres un ROBLE, y tu destino es crecer grande y majestuoso. Dar cobijo a las aves, sombra a los viajeros, belleza al paisaje… tienes una misión ¡Cúmplela!

Y el árbol se sintió fuerte y seguro de sí mismo y se dispuso a ser todo aquello para lo cual estaba destinado. Así, pronto llenó su espacio y fue admirado y respetado por todos. Y sólo entonces el jardín fue completamente feliz.

SÓLO NOSOTROS PODEMOS SABER QUIÉNES SOMOS…

EL SONIDO DEL BOSQUE


Cerca del final del tercer siglo Antes de Cristo, el rey Ts’ao envió a su hijo, el príncipe T’ai, al templo a estudiar con el gran maestro Pan Ku. Porque el príncipe T’ai sería el que sucedería a su padre como rey. Pan Ku sería quien le enseñaría las bases para ser un buen gobernante.

Cuando el príncipe llegó al templo, el maestro lo envió solo al bosque Ming-Li. Después de un año el príncipe tenía que regresar al templo para describir los sonidos del bosque.

Cuando el príncipe T’ai regresó, Pan Ku pidió al niño que describiera todo lo que el había podido escuchar.
§ “Maestro -, replicó el príncipe - yo he podido escuchar el canto de los búhos, el susurro de las hojas, el vuelo de los insectos, el canto de los grillos, el toque del pasto, el zumbido de las abejas y el murmullo del viento”.

Al concluir el príncipe su relato, el maestro le pidió que regresara al bosque a escuchar más allá de lo que ya había escuchado. El príncipe estaba desconcertado por lo que le pidió el maestro. ¿No habría escuchado cada sonido realmente?

Día y noche, el joven príncipe permaneció sentado solo en el bosque, escuchando. Pero no percibió otros sonidos que los que antes había oído. Entonces, una mañana, cuando el príncipe estaba sentado en silencio bajo los árboles, empezó a discernir ligeros sonidos diferentes de aquellos ya escuchados. El agudizó su oído y los sonidos comenzaron a ser más claros. En ese momento tuvo una sensación de lucidez que lo envolvía.
§ “Estos deben ser los sonidos que el maestro quería que yo escuchara”, -reflexionó.

Cuando el príncipe T’ai regresó al templo, el maestro le preguntó qué más había escuchado.
§ “Maestro - respondió el príncipe reverentemente - cuando yo escuche más de cerca, escuché lo no escuchado: el sonido de las flores cuando abren, el sonido del sol calentando la tierra y el sonido del pasto cuando prueba el rocío de la mañana”.
El maestro aprobó con la cabeza.
Escuchar lo no escuchado - remarcó Pan Ku - es una disciplina necesaria para ser un buen gobernante. Solo cuando un gobernante ha aprendido a escuchar con atención el corazón de las personas, a escuchar sus sentimientos no comunicados, el dolor no expresado, y demandas no habladas, puede él esperar inspirar confianza en su gente. Entender cuando algo está mal, y encontrar las verdaderas necesidades de sus ciudadanos. La caída de los gobiernos sobreviene cuando los líderes solo escuchan palabras superficiales y no penetran profundamente en el alma de las personas para escuchar sus verdaderas opiniones, sentimientos y deseos”.

PARÁBOLA DE LA VERDAD


Los discípulos de un rabino, famoso por ser erudito y fino, le preguntaron por qué acostumbraba a esclarecer la verdad contando una historia.

Él respondió:
-“Todo esto puedo explicarlo contando una parábola sobre la propia Parábola:
Un día, la VERDAD andaba visitando a los hombres sin ropa y sin adornos, tan desnuda como su nombre. Y todos que la veían, le daban la espalda de miedo o de vergüenza y nadie le daba la bienvenida. Así la VERDAD recorría, los confines de la Tierra, despreciada y apartada. Una tarde, muy desconsolada y triste, la VERDAD se encontró con la PARÁBOLA, que paseaba alegremente, con una ropa muy bella y colorida.
§ “Verdad, ¿por qué estás tan abatida?” - le preguntó la Parábola.
§ “Porque soy tan vieja y fea que los hombres me evitan - replicó la Verdad.
§ “Qué disparate- dijo la Parábola, riendo - no es por eso que los hombres te evitan. Toma, ponte una de mis ropas y fíjate lo que pasa

Entonces, la VERDAD se puso una de las lindas prendas de la PARÁBOLA y de repente, en todos los lugares por donde pasaba, ¡era bienvenida!

El rabino sonrió y concluyó:
§ “Pues la verdad es que a los hombres no les gusta encarar a la VERDAD desnuda ellos, prefieren disfrazarla

DE CÓMO NACEN LOS CHIVIRIES


La primera vez que la mujer se echó a reír alegremente, el hombre dijo:
§ “¿No sabes hacer otra cosa? Igualita al chivirí - y malhumorado imitó groseramente al pájaro: Ji-jí… Ji-jí… Ji-jí
Y la mujer dejó de reírse delante de él, pero cuando estaba sola o lo suficientemente lejos para que el hombre no pudiera oírla, se reía todo lo que le venía en ganas.

La primera vez que la mujer se sorprendió de ver una rosa azul, el hombre dijo:
§ “¡Ya estás de aspavientosa! – para terminar por decir: Igualita al chivirí, que por todo forma un escarceo. Y enojado imitó groseramente el grito del pájaro: Rua-ruá… Rua-ruá… Rua-ruá
Y la mujer dejó de asombrarse ante cada nueva cosa que descubría, pero sólo cuando tenía delante al hombre; en cuanto estaba sola o donde él no pudiera oírla se alborozaba a más no poder.

La primera vez que la mujer dejó tan limpia la casa que no permitió al hombre derramar sobre el piso la ceniza de su tabaco, el hombre protestó de inmediato:
§ “Ni que fueras el chivirí, que vive limpiándose el pico las veinticuatro horas del día para creerse más limpio que nadie. Y groseramente imitó el gesto del pájaro
A partir de entonces la mujer dejó de limpiar diariamente la casa para dedicarse, como el chivirí, a tener su cara bonita, mirarse en los espejos más de lo debido y asomarse a la ventana para ver a los demás pasar.

La primera vez que la mujer se asomó a la ventana, el hombre dijo:
§ “Ya está el chivirí: mirando para todas partes con sus ojos saltones. Y agriamente añadió: Se te va a torcer el cuello de tanto mirar lo que no te importa
Y la mujer dejó de asomarse a la ventana y se dedicó a cuidar del patio, a sembrar matas de rosas y claveles, podar el limonero, enderezar la enredadera y arrancar la hierba de los canteros de begonias con tanta laboriosidad que no dejaba de andar constantemente de un lado a otro.

La primera vez que el hombre reparó en el ir y venir de la mujer por el patio, dijo:
“¿No puedes estarte quieta un minuto? Y con mal talante agregó: Ni que fueras el chivirí: ¡Vuela para aquí! ¡Vuela para allá!”

Y al punto, ante los ojos pasmados del hombre, la mujer abrió los brazos y salió volando como el chivirí:
Rua-ruá… Rua-ruá… Rua-ruá

Fue lo último que escuchó el hombre antes de verla desaparecer para siempre en el cielo azul.
Luís Caissés Sánchez

miércoles, 18 de junio de 2008

TESTIMONIO - NO ME CONFIESO PORQUE LOS SACERDOTES CUENTAN LOS PECADOS


No tengas miedo de confesarte. Tu secreto estará seguro.

Lamentablemente corren muchos rumores en ciertos círculos católicos que determinados sacerdotes revelan secretos de confesión. Te puedo asegurar que no es así.

Te puedo contar un ejemplo de cómo una afirmación mentirosa ha hecho que un católico no se confesara por más de 30 años. No te fíes de lo que "dice la gente".

En el anonimato de un taxi el chofer le cuenta al sacerdote que no se confiesa por más de 30 años aunque esté participando en la misa dominical todos los domingos. Y cuenta la razón:
Antes de ser taxista trabajé como empleado de casa. Un día en la casa desaparecieron 200 dólares. La señora de la casa nos envió a la parroquia para que vayamos a confesarnos. Esto lo solía hacer cada mes. Al regreso la señora nos dijo - éramos varios -: "El sacerdote me ha llamado; ustedes me han robado".
Desde entonces ya no voy a confesarme porque los sacerdotes cuentan los pecados de sus penitentes.
El sacerdote le preguntó: "¿Qué parroquia?".
El taxista dijo el nombre de la parroquia y comentó sobre la nacionalidad de los sacerdotes de allí que eran extranjeros.
El sacerdote pasajero le dijo:
§ "Para que usted vea que Dios ha querido poner fin a su sufrimiento escuche bien lo que le voy a decir: Yo he sido vicario parroquial en aquellos años en esa parroquia. A lo mejor he sido yo el que ha escuchado su confesión. Le puedo asegurar que los sacerdotes de esta parroquia preferirían morir antes de divulgar el secreto de confesión. La señora debe haber mentido. Considere otra cosa más: ¿cuántos taxistas hay en este momento circulando? Serán unos 30,000. ¿Cuántos sacerdotes de esa nacionalidad habrá en este momento en esta ciudad? No más de 15. Puede usted ver que era muy improbable que nos encontráramos los dos. Lo que Dios le quiere decir es que basta de estar resentido, vaya a confesarse y, por fin, podrá comulgar de nuevo después de tantos años".

No tengas miedo de confesarte. Tu secreto estará seguro.

Nota: Los sacerdotes son seres humanos y no están libres del pecado. Una de mis ahijadas me contó que su hermana se fue a confesar – lo hizo cara a cara, un detalle no muy frecuente – y el sacerdote la faltó, quiso aprovecharse de ella. Esta niña nunca más se ha vuelto a confesar por temor a que le suceda lo mismo.

¿De quién fue el error?

Cuando te vas a confesar sólo tienes que decir tu pecado y cuantas veces lo hiciste, para que el sacerdote pueda darte una penitencia según la gravedad de tu pecado…. eso es todo lo que debes decir… nada más: Cometí tal pecado y lo hice tanta veces.

Lo que no debes aceptar es que el sacerdote te pregunte cómo lo hiciste. Si este fuera el caso, te retiras y vas donde otro sacerdote y le cuentas lo que te sucedió Esto lo aprendes cuando vas a las charlas y a las catequesis antes de… comulgar, confirmación matrimonio, etc. Muy pocos van… hay que amenazarlos para que vayan.
¿Te imaginas a un sacerdote que está en abstinencia escuchándote, cómo hiciste para pecar? - en los curas la abstinencia se llama celibato - En el caso de que sea un pecado sexual, él, se volvería loquito. ¿Te imagina a cualquier ser humano escuchándote cómo lo hiciste? ¿Qué te hacia y como te lo hacía?… en otros casos, quizá, no.

Muchas veces, nuestra ignorancia – porque todos somos ignorantes en algo – provoca situaciones que, quizá, nunca esperamos. No atendemos las catequesis antes de… creemos que lo sabemos todo… y después nos encontramos en situaciones que no sabemos afrontar. ¿Culpa de quién es?, sólo nuestra. Por eso, hoy aprehenderás (con “h”) algo nuevo.

Si esta niña hubiese estado atenta a su charla – si es que asistió – antes de su primera comunión, no hubiese sucedido eso que ella argumenta para no confesarse.

Una de las frases que más me incomodan es. Somos humanos… por ende, débiles”. Pero, lamentablemente es cierto. En cualquier profesión, seas cura, abogado, doctor o ingeniero, en algo podemos fallar. Pero si lo hacemos, es por falta de conocimientos, por ignorancia. Para que exista un pecado deben haber varias razones y, una de ellas es la ignorancia.

Me estoy refiriendo, en este caso, a algo normal que podría suceder. No me estoy refiriendo a casos de enfermos psicológicos o psiquiátricos.

¿Tienes TV Cable en tu casa? ¿No te ha pasado, que sin querer te has encontrado con algo erótico? ¿Te excitó lo que viste? ¿Seguiste viéndolo o cambiaste de canal? Ves, todo depende de ti, sólo de ti. Tú aceptas ver o no ver, aceptas lo que te excita o no lo aceptas.

En caso de que sea una novedad para ti lo que estás viendo, es muy probable que lo sigas viendo, y eso no es tan malo. Lo malo es que vuelvas a buscar el mismo canal otro día para volverlo a ver. Eso, ya, te convierte en un adicto a lo que te excitó… por ende, ya estas pecando.

La mente no debe controlarte…. tu corazón es el que va a sufrir… tu conciencia, si es que todavía no la controlas o la domas como caballo chucaro, es la que te va a molestar.

Según la edad, vas encontrar demasiadas cosas deliciosas que el enemigo maligno te va a poner en tu camino. ¿Sabes cuánto duran esas cositas lindas?... segundos. ¿Cambiarías el cielo por esas cositas ricas, segunderas y deliciosas que te regala el demonio? Piensa, hermano… no valen la pena.

Ojalá que la hermana de mi ahijada, se vuelva a confesar, pero esta vez sin excitar al cura… ser humano como tú y yo.

Yo no soy sacerdote. Sólo soy un laico comprometido consagrado al Señor. Si me permites te voy a contar algo que tiene que ver con lo anterior.

Una jovencita de 19 años, muy agraciada en su tipo, un cuerpo muy bien formado, etc., - ella viene con su familia esporádicamente a las reuniones de nuestro grupo de sanación - me llamó un día y me dijo:
§ “Hermano, quiero saber si sigo virgen
Ella me había contado anteriormente que su primo hermano había echo algo con ella cuando tenía seis años. Le respondí:
§ “Anda donde un ginecólogo para que te revise
Ella me respondió:
§ “Me da vergüenza… ¿por qué no me revisa usted?”

¿Qué hubieses hecho tú en mi caso? Piensa: una chica de 19 años, muy bien formada, con muchos atributos como para enloquecer a cualquier ser humano masculino de cualquier edad y más, a uno de 60 años que no tiene ningún problema con su sexo, y que le gustan las mujeres como a cualquiera.

Gracias a Dios, ella accedió a ir a su ginecóloga – a insistencia mía - y el resultado de su examen fue negativo… ella seguía siendo virgen, al menos humanamente y materialmente hablando.

Aunque te parezca mentira, insistí en que vaya a un ginecólogo, si no hubiese hecho eso, es muy probable que, en este momento, ella estuviera viviendo conmigo acompañándome en mis relatos, aunque, si fuera así, no tendrían el mismo tenor.

Hay varios testigos de esta situación. Hay veces que me pregunto ¿seré humano?

Sé que más de uno quisiera que se la presente… ¡Hay Dios, porque nos aferramos a segundos de felicidad terrestres, en vez de buscar la felicidad eterna en el cielo!

Otro caso con la misma muchacha: Ella es acólita de la Iglesia cerca de su casa.
Un buen día me llama por teléfono y me dice:
§ “Hermano Pepe, necesito hablar con usted
§ “De qué se trata – le respondí.
§ “El padre de mi parroquia me está faltando
§ “¿Cómo así?”- le pregunté.
§ “Cuando termina la Misa, yo voy a la sacristía y él me tocó el trasero diciéndome: ¡Que bien que estás!”

Le pregunté el nombre del sacerdote y fui a visitarlo con ella. Llegamos a la Iglesia y pedí a su secretaria hablar con él. Ella me anunció y pasé a su despacho. Le pedí cerrar la puerta porque era algo muy confidencial…. él accedió. La conversación fue algo así:
§ “Buenas tardes padre… soy el Hno. José y vengo, como usted ya se puede imaginar, porque ya vio a la niña que vino conmigo, de que se trata mi visita. Ella me ha dado a entender que usted la está acosando sexualmente. Que le ha tocado el trasero y que se le ha insinuado. Yo le he pedido que eso no lo divulgue y que todo quede entre nosotros, por el bien de la Iglesia y para que usted siga en esta parroquia… usted sabe como se divulgan las cosa en pueblo chico”.

Me encanto la humildad del sacerdote… él me dijo:
§ “Gracias hermano, perdóneme hermano… no volverá a ocurrir

¿Se imaginan ustedes lo que sentí, que un sacerdote se tirara al suelo y que aceptara que se había extralimitado? ¿Se imaginan que alguien desconocido le hablara como yo lo hice? Yo, hasta ahora no me imagino cómo lo pude hacer. Él me dijo que lo había hecho en broma. Pero, todos los que me están leyendo saben que nadie le toca el trasero a nadie en broma.

Le pedí al sacerdote que no tome represalias contra su acolita y que le permita seguir sirviendo a Dios en el Altar… él accedió. También le pedí a la muchacha que olvidara y que no comentara lo ocurrido, que nunca más volvería a pasar…. la verdad es que no me gustaría volver a hablar con ese sacerdote… no quisiera sentir lo que sentí cuando hable con él…. ¡Puchaaaaaaaaaa!, fue como si recriminara a Dios.

¡Gracias. Señor, que no fui contigo con quien hable…!, pero el mensaje lo recibió tu sacerdote… eso me conforta.

José Miguel Pajares Clausen

LA EDUCACIÓN DE LOS NIÑOS


En una ocasión, Fabricio Caivano, el fundador de Cuadernos de Pedagogía, le preguntó a Gabriel García Márquez acerca de la educación de los niños. "Lo único importante - le contestó el autor de Cien años de soledad - es encontrar el juguete que llevan dentro". Cada niño llevaría uno distinto y todo consistiría en descubrir cuál era y ponerse a jugar con él. García Márquez había sido un estudiante bastante desastroso hasta que un maestro se dio cuenta de su amor por la lectura y, a partir de entonces, todo fue miel sobre hojuelas, pues ese juguete eran las palabras. Es una idea que vincula la educación con el juego. Según ella, educar consistiría en encontrar el tipo de juego que debemos jugar con cada niño, ese juego en que está implicado su propio ser.

Pero hablar de juego es hablar de disfrute, y una idea así reivindica la felicidad y el amor como base de la educación. Un niño feliz no sólo es más alegre y tranquilo, sino que es más susceptible de ser educado, porque la felicidad le hace creer que el mundo no es un lugar sombrío, hecho sólo para su mal, sino un lugar en el que merece la pena estar, por extraño que pueda parecer muchas veces. Y no creo que haya una manera mejor de educar a un niño que hacer que se sienta querido. Y el amor es básicamente tratar de ponerse en su lugar. Querer saber lo que los niños son. No es una tarea sencilla, al menos para muchos adultos. Por eso prefiero a los padres consentidores que a los que se empeñan en decirles en todo momento a sus hijos lo que deben hacer, o a los que no se preocupan para nada de ellos. Consentir significa mimar, ser indulgente, pero también, otorgar, obligarse. Querer para el que amamos el bien. Tiene sus peligros, pero creo que éstos son menos letales que los peligros del rigor o de la indiferencia.

Y hay adultos que tienen el maravilloso don de saber ponerse en el lugar de los niños. Ese don es un regalo del amor. Basta con amar a alguien para desear conocerle y querer acercase a su mundo. Y la habilidad en tratar a los niños sólo puede provenir de haber visitado el lugar en que éstos suelen vivir. Ese lugar no se parece al nuestro, y por eso tantos adultos se equivocan al pedir a los pequeños cosas que no están en condiciones de hacer. ¿Pediríamos a un pájaro que dejara de volar, a un monito que no se subiera a los árboles, a una abeja que no se fuera en busca de las flores? No, no se lo pediríamos, porque no está en su naturaleza el obedecernos. Y los niños están locos, como lo están todos los que viven al comienzo de algo. Una vida tocada por la locura es una vida abierta a nuevos principios, y por eso debe ser vigilada y querida. Y hay adultos que no sólo entienden esa locura de los niños, sino quese deleitan con ella. San Agustín distinguía entre usar y disfrutar. Usábamos de las cosas del mundo, disfrutábamos de nuestro diálogo con la divinidad. Educar es distinto a adiestrar. Educar es dar vida, comprender que el dios del santo se esconde en la realidad, sobre todo en los niños.

En El guardián entre el centeno, el muchacho protagonista se imagina un campo donde juegan los niños y dice que es eso lo que le gustaría ser, alguien que escondido entre el centeno los vigila en sus juegos. El campo está al lado de un abismo, y su tarea es evitar que los niños puedan acercarse más de la cuenta y caerse. "En cuanto empiezan a correr sin mirar adónde van, yo salgo de donde esté y los cojo. Eso es lo que me gustaría hacer todo el tiempo. Vigilarlos". El protagonista de la novela de Salinger no les dice que se alejen de allí, no se opone a que jueguen en el centeno. Entiende que ésa es su naturaleza, y sólo se ocupa de vigilarlos, y acudir cuando se exponen más de lo tolerable al peligro. Vigilar no se opone a consentir, sólo consiste en corregir un poco nuestra locura.

Creo que los padres que de verdad aman a sus hijos, que están contentos con que hayan nacido, y que disfrutan con su compañía, lo tienen casi todo hecho. Sólo tienen que ser un poco precavidos, y combatir los excesos de su amor. No es difícil, pues los efectos de esos excesos son mucho menos graves que los de la indiferencia o el desprecio. El niño amado siempre tendrá más recursos para enfrentarse a los problemas de la vida que el que no lo ha sido nunca.

En su reciente libro de memorias, Esther Tusquets nos cuenta que el problema de su vida fue no sentirse suficientemente amada por su madre. Ella piensa que el niño que se siente querido de pequeño puede con todo. "Yo no me sentí querida y me he pasado toda la vida mendigando amor. Una pesadez". Pero la mejor defensa de esta educación del amor que he leído en estos últimos tiempos se encuentra en el libro del colombiano Héctor Abad Faciolince, El olvido que seremos. Es un libro sobre el misterio de la bondad, en el que puede leerse una frase que debería aparecer en la puerta de todas las escuelas: "El mejor método de educación es la felicidad". "Mi papá siempre pensó -escribe Faciolince- y yo le creo y lo imito, que mimar a los hijos es el mejor sistema educativo". Y unas líneas más abajo añade: "Ahora pienso que la única receta para poder soportar lo dura que es la vida al cabo de los años, es haber recibido en la infancia mucho amor de los padres. Sin ese amor exagerado que me dio mi papá, yo hubiera sido mucho menos feliz".

Los hermanos Grimm son especialistas en buenos comienzos, y el de Caperucita Roja es uno de los más hermosos de todos. "Érase una vez una pequeña y dulce muchachita que en cuanto se la veía se la amaba. Pero sobre todo la quería su abuela, que no sabía qué darle a la niña. Un buen día le regaló una caperucita de terciopelo rojo, y como le sentaba muy bien y no quería llevar otra cosa, la llamaron Caperucita Roja". Una niña a los que todos miman, y a la que su abuela, que la ama sin medida, regala una caperuza de terciopelo rojo. Una caperuza que le sentaba tan bien que no quería llevar otra cosa. Siempre que veo en revistas o reportajes los rostros de tantos niños abandonados o maltratados, me acuerdo de este cuento y me digo que todos los niños del mundo deberían llevar una caperuza así, aunque luego algún agua-fiestas pudiera acusar a sus padres de mimarles en exceso. Esa caperuza es la prueba de su felicidad, de que son queridos con locura por alguien, y lo verdaderamente peligroso es que vayan por el mundo sin ella. "Si quieres que tu hijo sea bueno - escribió Héctor Abad Gómez, el padre tan amado de Faciolince -, hazlo feliz, si quieres que sea mejor, hazlo más feliz. Los hacemos felices para que sean buenos y para que luego su bondad aumente su felicidad".

Gustavo Martín Garzo 15/06/2008

viernes, 13 de junio de 2008

MI PADRE EN MI VIDA - TESTIMONIO


Para muchos es muy difícil hablar de su vida privada… para mi no.

Desde antes de tener uso de razón, a mí, como hijo mayor, mi padre me brindo toda su confianza, y poco a poco, muy inteligentemente, me fue metiendo en su vida que no era muy santa… pero, a pesar de todo, me encantó su actitud, aunque por mi inocencia, lo defraudé varias veces.

Todo comenzó un día – si mal no recuerdo - en que mi madre - muy astuta - me preguntó qué habíamos hecho y a dónde había ido con mi papá. En ese entonces mi padre salía siempre conmigo porque mi hermano menor era aún muy pequeño.

Era una tarde muy bonita en Huacho, cerca de Lima-Perú, que era el lugar donde vivíamos. Yo tenía 7 u 8 años y estaba recién en primer grado en el Colegio San José de los Hermanos Maristas. Mi padre me había llevado a una chacra cerca de Huacho y había recogido a dos niños a los que me presentó como amiguitos. Él mayor tendría unos 3 años y ella de uno o dos años. Luego que paseamos un buen rato por Huacho, al dejarlos nuevamente en el lugar en que los recogimos, me preguntó:
§ “¿Qué te parecieron esos dos amiguitos que acabas de conocer?”
§ “Me gustaron mucho – respondí.
Me había presentado a mis hermanos… yo no lo sabía en ese entonces.

Al llegar a casa, y al preguntarme mi madre, dónde habíamos ido, le conté inocentemente, que había conocido a dos amiguitos nuevos; le dije como se llamaban, cómo los conocí y de donde los recogimos.

Eso que dije sin ninguna mala intención, fue lo que confirmó a mi madre lo que ya le habían contado sobre mi padre. Se armó la de San Quintín y acabamos al día siguiente en la chacra – mi madre ya sabía donde quedaba – mi padre bajó de la camioneta solo y no sé realmente lo que pasó ahí ni lo que pasó después entre ellos. Lo único que si recuerdo es que mi padre, al día siguiente me dijo:
§ “Hijo, tengo que decirte algo que te va a servir toda tu vida: el hombre debe aprender a ver y a callar
Sabias palabras que hasta hoy no las olvido…. pero que en esa época se me olvidaron varias veces… sin querer.

Con el tiempo viví en esa casa con mis hermanitos… la señora, que tenía una hija de su primer compromiso, me trataba muy bien. Un día, ella viajó con mis hermanitos a USA sin que mi padre se enterara y sin el permiso para llevarse a sus dos hijos. Eso lo tumbó a mi papá, porque los quería mucho.

Pasaron los años y ellos regresaron a conocer a su padre. Mi papá me pidió que yo los recibiera, porque él no iba a poder soportar la emoción de ver a sus hijos ya mayores y casados. Lo hice, y cuando ellos llegaron al aeropuerto, me confundieron con mi papá… les dije quien era y que su papá los esperaba un poco más atrás. El encuentro fue maravilloso. Ellos la pasaron muy bien y luego regresaron a USA.

Tiempo después, la mamá de mis hermanos fue pronosticada con Cáncer Terminal en USA, y decidió venir al Perú para despedirse de su familia. Mi padre y yo la recibimos y le dimos la bienvenida. La invité a mi comunidad y rezamos mucho por ella… al poco tiempo de su retorno a USA, ella falleció.

Mi papá era un bandido con las mujeres, muy apuesto y con mucho dinero, pero con muy poca cabeza fría... creo que me entienden.

Huacho, como pueblo chico, no guardaba secretos, y mi madre se enteró de otra dama. Mi padre me llevó un día a su casa y al retornar, mi mamá – que se las sabía todas – me preguntó dónde habíamos ido. Le respondí donde habíamos estado y ella me dijo:
§ “La próxima vez que tu papá te lleve a esa casa, le vas a decir a esa señora, que tu papá dice que es tu tía: ‘Te manda saludos tu hermana en el dolor’”

La siguiente vez que mi papá me llevó a esa casa, lo primero que le dije a mi supuesta tía, fue lo que mi mamá me había pedido le dijera. Ella sonrió discretamente, pero no respondió nada. Le conté a mi mamá que había cumplido con su encargo, pero que ella sólo había sonreído si responderme nada.

Nosotros teníamos un perro Gran Danés, que lo seguía a mi papá a donde iba. Así fue como mi mamá comprobó donde iba mi papá. Un día le dijo al perro: ¡Busca a papá!, y Boby la llevó hasta la casa donde él se encontraba. Por supuesto que mi mamá no hizo nada… sólo confirmó lo que le habían contado. Se supone que el perro es el mejor amigo del hombre; en este caso el perro era el mejor amigo de la mujer…. ¡Cuídate de tu mascota!

Se supone que a mi papá no le importaba si mi madre supiera o no lo que hacía a sus espaldas, lo que si sabía era que contaba con una calidad de esposa inigualable. Hasta ahora no me imagino lo que pasaba en sus cerebros y en sus corazones… total era problema de ellos.

Para esto, hasta ese momento yo no sabía todo lo que estaba pasando… para mí todo era muy natural porque yo no sabía de otras mujeres ni de hermanitos involucrados por todas partes… para mí era otra cosa… al menos tenía un concepto infantil muy diferente.

Al poco tiempo llegó la separación y luego el divorcio de mis padres. A mí no me afectó, porque ellos se cuidaron mucho de que así sea, pero a mi hermano menor sí… pero esa es otra historia. Ellos seguían siendo amigos, inclusive más que antes que se divorciara.

Nos mudamos a Lima, pero las visitas eran más que frecuentes y yo no extrañaba. Nunca mis padres me pusieron uno en contra del otro. Cuando mi papá nos visitaba en Lima, se quedaba a dormir con nosotros… ya se imaginan ustedes que él me escogía a mí para dormir…. o sea, dormía en mi cama…. y yo feliz. Al día siguiente nos llevaba a las mejores tiendas de Lima y nos compraba ropa, zapatos y todo lo que a nosotros nos gustaba o necesitábamos. ¡Así cualquiera podría ser hijo de divorciados! ¿No les parece? Pero, ahora lo sé, era parte del pago por el sentimiento de culpa - innecesario por mi parte - que él sentía.

Hasta ese momento yo me bandeaba con varias situaciones, que por mi edad no las veía fuera de lugar. Los niños no son maliciosos por su inocencia.

Pasó un tiempo y apareció otra situación. Mi papá me presentó a otra dama que me quería mucho, me invitaba a almorzar, y que me preparaba lo que a mi me gustaba. Era una persona muy agradable, muy joven, y su hermano estudiaba en el mismo colegio que yo, aunque él era mayor. Con el tiempo ella se convirtió en madre de cuatro nuevos hermanitos, dos hombres y dos mujeres. ¡Qué bravo era mi padre!

Llegué a vivir con mi padre un tiempo y con mi madre otro igual… aunque eso lo decidieron ellos. Parece que nos reclamaban, aunque yo tampoco fui un santo cuando niño. ¡Dios mío… no sé cómo me soportaban! Por si acaso, era travieso, pero no era malo.

Les cuento una de mis travesuras: Mi papá me prohibía salir después de las 8pm - yo tenía 13 años - estaba enamorado de una chica 3 meses mayor que yo. Cuando mi papá se iba a hacer sus travesuras, yo hacía las mías: me salía en pijamas a caballo para ver a mi enamorada. Todo bien calculado para regresar antes que él. ¿Les gustaría conocer todas mis travesuras? Entren a mi BlogSpot y solicítenmelas.

Fui creciendo y fui hilvanando hechos. Me fui dando cuenta lo que había sido mi vida desde que tuve uso de razón y, me admiro a mí mismo, de no haber juzgado a mis padres y de seguir con mi vida normalmente. Amo a mis padres y nunca los juzgaré – mi madre está en el cielo y la sigo amando por su entereza y sigilo -. Mi padre tiene 86 años, recién cumplidos en mayo de este año. Él, delante de mí, pidió perdón a Dios por todas las travesuras de su juventud. Lloró como un niño… me alegra cuando emplea la frase: Gracias a Dios”… para todo. Va a Misa, se confiesa, etc.

El día que mamá falleció, él fue el primero en prestarse a cargarla y a ayudar en todo lo que le permitían… había partido su intima amiga, la que le perdonó todas sus faltas, la que lo amó con todo su corazón, con todo su amor, después de a Dios. Esto lo digo de corazón. Mi papá es de esas personas que aunque no quieras… lo amas.

Él sabe que yo sé toda su vida, y creo que no se arrepiente el haber confiado en mí, inclusive, creo que se sentirá muy contento cuando le cuente que parte de su vida está en Internet a nivel mundial. Él ni se imagina todo lo que yo sé de él…. hoy día se podrá enterar de parte de lo que yo sé.

Él está feliz con lo que yo estoy haciendo actualmente entregado a Dios, sobre todo que me llevo bien con mi hermano de parte de padre y madre, con el de madre – porque de mi madre se volvió a casar y tuve otro hermano – y con los seis de parte de padre… a me olvidaba contarles: como mi madre no tuvo hija mujer adoptó una.

Nota: Me he atrevido a contarles esto como ejemplo para ti, padre, madre o hijo. Mis padres son lo más grande, después de Dios, que yo he tenido. Gracias a ellos puedo aconsejarte, según lo que he pasado, para que tu vida sea más llevadera. Gracias por leerme.

FELIZ DÍA PAPITO… TE QUIERO MUCHO DESDE HACE 61 AÑOS
¡FELIZ DÍA!
José Miguel Pajares Clausen

miércoles, 11 de junio de 2008

CONSEJOS DE UN PADRE A SU HIJO



Jackson Brown no es un gran pensador, ni un Nóbel de literatura. Es sólo un hombre común, un padre preocupado por la felicidad de su hijo que quiso escribir estos simples 'consejos', al momento que éste se iría a estudiar a la Universidad, lejos de su casa.
Su hijo decidió fotocopiarlos y los distribuyó entre sus compañeros de estudio. Tuvieron tanto éxito, que una editorial le pidió autorización a Brown para editar un libro con ellos. Poco tiempo después, ampliado bajo el titulo 'Vivir Feliz', se convirtió en un Best Seller que lleva decenas de ediciones y Millones de ejemplares traducidos a varios idiomas.

VIVIR FELIZ
§ Observa el amanecer por lo menos una vez al año.
§ Estrecha la mano con firmeza, y mira a la gente de frente a los ojos.
§ Ten un buen equipo de música.
§ Elige a un socio de la misma manera que elegirías a un compañero de tenis: busca que sea fuerte donde tú eres débil y viceversa.
§ Desconfía de los fanfarrones: nadie alardea de lo que le sobra.
§ Recuerda los cumpleaños de la gente que te importa.
§ Evita a las personas negativas; siempre tienen un problema para cada solución.
§ Maneja autos que no sean muy caros, pero date el gusto de tener una buena casa. § Nunca existe una segunda oportunidad para causar una buena primera impresión.
§ No hagas comentarios sobre el peso de una persona, ni le digas a alguien que está perdiendo el pelo. Ya lo sabe.
§ Recuerda que se logra más de las personas por medio del estímulo que del reproche (dile al débil que es fuerte y lo verás hacer fuerza)
§ Anímate a presentarte a alguien que te cae bien simplemente con una sonrisa y diciendo: Mi nombre es fulano de tal; todavía no nos han presentado.
§ Nunca amenaces si no estás dispuesto a cumplir.
§ Muestra respeto extra por las personas que hacen el trabajo más pesado.
§ Has lo que sea correcto, sin importar lo que otros piensen.
§ Dale una mano a tu hijo cada vez que tengas la oportunidad. Llegará el momento en que ya no te dejará hacerlo.
§ Aprende a mirar a la gente desde sus sandalias y no desde las tuyas. Ubica tus pretensiones en el marco de tus posibilidades.
§ Recuerda el viejo proverbio: Sin deudas, sin peligro.
§ No hay nada más difícil que responder a las preguntas de los necios.
§ Aprende a compartir con los demás y descubre la alegría de ser útil a tu prójimo. (El que no vive para servir, no sirve para vivir).
§ Acude a tus compromisos a tiempo. La puntualidad es el respeto por el tiempo ajeno.
§ Confía en Dios, pero cierra tu auto con llave.
§ Recuerda que el gran amor y el gran desafío incluyen también 'el gran riesgo'.
§ Nunca confundas riqueza con éxito.
§ No pierdas nunca el sentido del humor y aprende a reírte de tus propios defectos.
§ No esperes que otro sepa lo que quieres si no lo dices.
§ Aunque tengas una posición holgada, has que tus hijos paguen parte de sus estudios.
§ Has varias copias de las fotos que saques y envíalas a las personas que aparezcan en las fotos.
§ Trata a tus empleados con el mismo respeto con que tratas a tus clientes.
§ No olvides que el silencio es a veces la mejor respuesta.
§ No deseches una buena idea porque no te gusta de quien viene.
§ Nunca compres un colchón barato: nos pasamos la tercera parte nuestra vida encima de él.
§ No confundas confort con felicidad.
§ Nunca compres nada eléctrico en una feria artesanal.
§ Escucha el doble de lo que hablas (por eso Dios nos dio dos oídos y una sola boca)
§ Cuando necesites un consejo profesional, pídelo a profesionales y no a amigos.
§ Aprende a distinguir quiénes son tus amigos y quiénes son tus enemigos.
§ Nunca envidies: la envidia es el homenaje que la mediocridad le rinde al talento.
§ Recuerda que la felicidad no es una meta sino un camino: disfruta mientras lo recorres.
§ Si no quieres sentirte frustrado, no te pongas metas imposibles.
'La gente más feliz no necesariamente tiene lo mejor de todo...
simplemente disfruta al máximo de todo lo que Dios pone en su camino.

¿DÍA DEL PADRE?


Hoy, tercer domingo de Junio, en el Perú y en algunos otros países,
se celebra el Día del Padre.

El hijo sabio es la alegría de su padre…” (Proverbios 10)

Guarda, hijo mío, el mandato de tu padre y no desprecies la lección de tu madre. Tenlos atados siempre a tu corazón, enlázalos a tu cuello; en tus pasos ellos serán tu guía; cuando te acuestes, velarán por ti; conversarán contigo al despertar (Proverbios 6, 20-22)

Un día, que aparentemente debería de ser de pura felicidad para padres e hijos, se convierte también en un día de mucha tristeza. Es un día en que los padres esperamos que nuestros hijos se acuerden de nosotros de una forma especial, sin recordar nuestros errores, sin recordar nuestros fracasos para con ellos, fracasos que ya es muy tarde para remediar porque el tiempo corre y no vuelve…. pero parece que en mucho casos, es mucho pedir.

No te gloríes en la deshonra de tu padre, que la deshonra de tu padre no es gloria para ti (Eclesiástico 3, 10) “Hijo, cuida de tu padre en su vejez, y en su vida no le causes tristeza” (3, 12) “Aunque haya perdido la cabeza, se indulgente, no le desprecies en la plenitud de la vida” (3,13)

Pero aquellos hijos que aprendieron de los fracasos de sus padres, han ganado para sus hijos una gran experiencia. Aquellos hijos que supieron canalizar positivamente los errores de sus padres, serán muchos mejores padres. Para aquellos que sólo vieron los errores de sus padres y los guardaron en su corazón sin pulirlos, debe ser este día, de gran tormento.

El odio provoca discusiones, el amor cubre todas las faltas(Proverbio 10,12)

Aquí se trata de un día de perdón mutuo, de un olvidarse para siempre, de reconciliarse y continuar, de no alejarse… más bien de acercarse. Lamentablemente, los recuerdos, para muchos que no supieron perdonar, este día se agravan.

Honrarás padre y madre – dice el Señor. Honrarlos significa darles un sitio especial, por haber sido instrumentos de Dios para que los hijos vengan al mundo; que los honres, es lo mínimo que nos pide Dios.

Pero eso no significa que debas amarlos si no se lo merecen. El amor se lo deben ganar… el amor dependerá de su calidad como padres. Puedes no amar a tus padres, pero no puedes dejar de honrarlos…. sean como sean.

Quien honra a su padre recibirá contento de sus hijos, y en día de su oración será escuchado(Eclesiástico 3,5) Pues la bendición del padre afianza la casa de los hijos…” (3,9)

Pero ten la seguridad, hijo mío, que así como Dios te ama seas como seas… yo también lo hago… lo entenderás si algún día eres padre.

Hay un dicho muy bonito:Padre es el que bien lo cría… no el que lo engendra”. Un abrazo para todos esos padres que aman a esos hijos, que sin ser suyos… parecen más suyos.

¡Bendiciones de Dios y de su Santa Madre para todos!

¡FELIZ DÍA DEL PADRE!
José Miguel Pajares Clausen
Grupo Católico de Oración por los Enfermos “Sí Señor

martes, 10 de junio de 2008

NUESTROS VIEJITOS


Padres héroes y madres heroínas del hogar.

Pasamos buena parte de nuestra existencia cultivando estereotipos. Hasta que un día el padre héroe comienza a pensar todo el tiempo… protesta bajito… y habla de cosas que no tienen ni pie ni cabeza.

La heroína del hogar comienza a tener dificultades en terminar frases… y empieza a enojarse con la empleada.

¿Qué hicieron papá y mamá para envejecer de un momento a otro…? Envejecieron. Nuestros padres envejecieron. Nadie nos había preparado para esto.

Un bello día ellos pierden la compostura… se vuelven más vulnerables y adquieren manías bobas. Están cansados de cuidar de otros y de servir de ejemplo: ahora llegó el momento de ellos… de ser cuidados y mimados por nosotros.

Tienen muchos kilómetros andados y saben todo y lo que no saben lo inventan. No hacen más planes a largo plazo… ahora se dedican a pequeñas aventuras… como comer a escondidas todo lo que el médico les prohibió.

Tienen manchas en la piel. De repente están tristes. Más no están caducos: caducos están los hijos… que rechazan aceptar el ciclo de vida. Es complicado aceptar. Es complicado aceptar que nuestros héroes y heroínas ya no están con el control de la situación.

Están frágiles y un poco olvidadizos… tienen este derecho… pero seguimos exigiendo de ellos la energía de antes. No admitimos sus flaquezas… sus tristezas.

Nos sentimos irritados y algunos llegamos a gritarles si se equivocan con el celular u otro electrónico… y encima no tenemos paciencia para oír por milésima vez la misma historia que cuentan como si terminaran de haberla vivido.

En vez de aceptar con serenidad el hecho de que adoptan un ritmo más lento con el pasar de los años… simplemente nos irritamos por haber traicionado nuestra confianza…. la confianza de que serán indestructibles como los súper-héroes.

Provocamos discusiones inútiles y nos enojamos con nuestra insistencia para que todo siga como siempre fue.

¿Miedo a perderlos y miedo a perdernos? ¿Miedo de que también dejemos de ser lúcidos y joviales?

Con nuestros enojos… sólo provocamos más tristeza a aquellos que un día sólo procuraron darnos alegrías.

¿Por qué no conseguimos ser un poco de lo que ellos fueron para nosotros? ¡¡Cuántas veces estos héroes y heroínas estuvieron noches enteras junto a nosotros… medicando… cuidando… y midiendo fiebres!!

Y nos enojamos cuando ellos se olvidan de tomar sus medicamentos… y al pelear con ellos los dejamos llorando… tal cual criaturas que fuimos un día.

El tiempo nos enseña a sacar provecho de cada etapa de la vida… pero es difícil aceptar las etapas de los otros. Más cuando los otros fueron nuestros pilares… aquellos para los cuales siempre podíamos volver y sabíamos que estarían con los brazos abiertos… y ahora están dando señales de que un día irán a partir sin nosotros.

Hagamos por ellos hoy lo mejor… lo máximo que podemos… para que mañana cuando ellos ya no estén más… podamos recordarlos con cariño… de sus sonrisas de alegría y no de las lágrimas de tristeza que ellos hayan derramado por causa nuestra.

AL FINAL… NUESTROS HÉROES DE AYER… SERÁN NUESTROS HÉROES ETERNAMENTE

lunes, 9 de junio de 2008

¿ES PECADO ENOJARSE?


La ira es tan poderosa que resulta repulsiva tanto para quien lo experimenta en sí mismo como para quien la advierte en otro.

(Ef 4, 23-26; Jn 2, 14-16) Les invito a reflexionar sobre la ira, que juega un papel importante en nuestras relaciones. Cuando no somos señores de ella, cuando no tenemos la vigilancia necesaria de nuestras reacciones emocionales o no perdonamos, nos descontrolamos. Si no somos conscientes de nuestros sentimientos o no los trabajamos, podemos comportarnos inconscientemente de modo injusto y destructivo, pues actuamos por instinto. Los sentimientos tienen influencia profunda sobre nuestras ideas, opiniones, acciones y, en general, sobre nuestro cuerpo y nuestro comportamiento.

Podemos enojarnos, pero sin pecar.

Por principio y de suyo la ira no es mala, pues todos tenemos el justo derecho de tomar represalia por las ofensas, según la recta razón y la ley general. Mientras el hombre se atenga al dictamen de la razón y obre de acuerdo con las exigencias de la naturaleza, la ira es un acto digno de alabanza; es un deber del que la ley puede pedir cuentas. Por eso, pudo decir san Juan Crisóstomo: "Quien con causa no se aíra, peca. Porque la paciencia irracional siembra vicios, fomenta la negligencia, y no sólo a los malos sino también a los buenos los invita al mal". Sólo cuando se excede la medida racional, o cuando no se llegue al justo medio, la ira o la no ira, son pecado. No se puede decir que una persona airada esté pecando, ya que su acto de ira puede responder en proporción justa, a la medida racional que la ira por celo está reclamando de él, pues al centrarse la ira en la venganza, si el fin de la venganza es recto, la ira es buena.

Las primeras comunidades

Los cristianos de la primera comunidad apostólica se amaban y se trataban mutuamente como hermanos (cf. Hech 2,42-47). Con el paso del tiempo, las comunidades fueron creciendo en tamaño y en número y fueron creciendo las diferencias personales (cf. 1Cor 11, 17-22). Incluso, se hizo más difícil recordar que ser cristiano suponía fuertes exigencias en las relaciones personales. No basta con haber recibido el bautismo, con rezar y participar en la celebración de la Eucaristía. Los cristianos tenían que vivir su fe en el contacto con el hermano, en sus relaciones de cada día, que se fueron cargando de conflictos. Avanzando el tiempo las comunidades empezaron a tener fuertes dificultades en las relaciones, a caer en la mediocridad, y destruir así la vida comunitaria.

Tratando de comprender la ira

La ira, en su esencia íntima, es una sed tan viva de venganza, correspondiente a una injuria recibida, cuya satisfacción se logra con la venganza. Es tan poderosa que resulta repulsiva tanto para quien lo experimenta en sí mismo como para quien la advierte en otro. Como afecta a las relaciones humanas, hasta hacernos capaces de odiar, ha suscitado más debates que ninguna otra emoción. Muchos católicos habían creído que el sentimiento de ira era en sí mismo pecaminoso. Ha tenido que pasar mucho tiempo hasta descubrir que es una emoción humana normal, regalo de Dios para la supervivencia física y psicológica. La Carta a los Efesios, cuando afirma: Si se aíran, no pequen; no se ponga el sol mientras están airados… Toda acritud, gritos, maledicencia y cualquier clase de maldad, desaparezca de entre ustedes (Ef 4,26.31), entiende que no es el sentimiento de la ira lo que es malo, sino la conducta perjudicial o culpable que dimana de él.

¿Cómo es posible airarse sin pecar?

Si encontramos expresiones de ira en la vida de Jesús, quiere decir que esta no es pecado, sino un estado emocional normal. Cuando a uno le pisan el pie, brinca. En ese caso la ira es un sentimiento normal, con ciertos límites. Se entiende que la gente tiene sentimientos de ira. Pero esos sentimientos no deben llevarnos a una conducta injuriosa. El sentimiento es una cosa y su expresión externa es otra. No podemos controlar los sentimientos, pero sí podemos controlar su reacción. Una cosa es sentir ira y otra mostrarla en la conducta. Tener ira no es pecado, mientras sea aislada y se eviten las conductas que sean perjudiciales para la vida familiar. De todos modos, la ira es un sentimiento difícil de controlar.

Sentir no es consentir

Lo primero que tenemos que hacer es distinguir el sentimiento de ira del pecado de la ira. Nos enseñan la psicología y el Catecismo de la Iglesia Católica que sentir no es lo mismo que consentir, y que los sentimientos en sí mismos, no son ni buenos ni malos, son amorales, no son pecado. Dice el Catecismo que el término pasiones designa los afectos y los sentimientos. Ejemplos eminentes de pasiones son el amor y el odio, el deseo y el temor, la alegría, la tristeza y la ira. En sí mismas, las pasiones no son buenas ni malas. Las emociones y sentimientos pueden ser asumidos por las virtudes, o pervertidos en los vicios”. (CaIC 1767-1774). En segundo lugar, el sentimiento de ira surge cuando lo que la persona espera, necesita o desea no es alcanzado. Por eso, si no hay deseo no hay ira. Así, si yo espero que mis hijos se porten siempre bien, hagan la tarea sin protestar, y mantengan sus cuartos en orden, si esto no sucede me voy a frustrar. El sentimiento de la ira es una reacción a mi frustración, porque las cosas no suceden como yo quisiera que fueran.

Testimonio de la Escritura

En los Evangelios encontramos el testimonio de que Jesús se enojó contra los mercaderes en el templo de Jerusalén (Juan 2,13-16); cuando los fariseos quisieron ridiculizarlo por curar en el día sábado, Jesús paseó sobre ellos su mirada enojado y apenado por su ceguera (Mc 3,5); cuando los discípulos reprendían a los niños para que nos se le acercaran “Jesús se enfadó y les dijo: Dejen que los niños vengan a mí (Mc 9,13-14).

Sentimiento normal

Cristo se airó porque habían convertido la casa de Dios en cueva de ladrones. Cuando vinieron los niños a El y los apóstoles no los dejaron acercarse, el Señor se enojó. Esta es la ira normal, reacción normal del celo por la gloria de Dios ultrajada. La ira normal no lleva nunca a la agresión.
Sentimiento anormal

Hay otro grado al cual puede llegar la ira que es lo que llamamos "la rabia", la furia. Ese es un grado muy grande de ira que puede llevar, y ordinariamente lleva, a la agresión de palabra o de obra; la rabia es una forma muy fuerte de ira. Es terrible y lleva a la violencia, a la agresión. No hay que confundir ira con rabia, con resentimiento. En el resentimiento hay su parte de ira también, que la persona va almacenando, pensando en lo que le hicieron lo va guardando. Por eso se llama resentimiento, que significa volver a sentir. Esta ira va destruyendo a la persona que la siente, no al que causó el resentimiento, que a veces ni se entera que hizo calentar al otro. La ira destruye, si llega a convertirse en odio, cuyo proceso final es el resentimiento, que es una ira congelada. La ira se puede convertir en una adicción. ¿Cuándo se puede decir que una persona es adicta a la ira? Cuando no tiene control sobre la ira y ésta es algo crónico, compulsivo.

Elemento de crecimiento personal

La ira es un elemento fundamental de crecimiento personal. Puede ser un enemigo que arruine nuestras relaciones y destruya familias y comunidades o puede hacerse presente como un amigo. Será como una especie de faro para nuestro conocimiento y una fuente de energía para la acción. Clarificar nuestras necesidades más profundas y conocer nuestras barreras nos sitúa en la posición de asumir las riendas de nuestra ira, en vez de que ella lo asuma sobre nosotros.

Más importante que cualquier sacrificio

La Escritura nos introduce en las líneas maestras de la vida de los seguidores de Jesús en cuanto a las relaciones. La esencia de estas líneas de conducta es el amor. Los sinópticos presentan el mandamiento del amor dentro de un contexto de conflicto. Jesús ha llegado a Jerusalén. El jefe del sanedrín, los escribas y los ancianos han puesto en duda su autoridad. Cuando Jesús continúa enseñando, ellos se ponen furiosos y quieren detenerlo; algunos fariseos y saduceos se reúnen e inventan unas preguntas para ponerle una trampa. Así, con ese telón de fondo, rodeado de enemigos y de trampas, puesto a prueba y atacado, Mateo, Marcos y Lucas presentan a Jesús hablando del amor (cf. Mc 12,28-34). Enseñándonos así que la mansedumbre y la misericordia moderan la ira, el odio. El conflicto no nos exime del amor. La ira contra el prójimo no nos exime del más grande de los mandamientos. Más aún, el momento de la ira es el momento de responder con amor. Nos llama a abordar el conflicto con la actitud y conducta de los que viven a Jesús, de los que creen que amar al prójimo vale más que todos los holocaustos y sacrificios (Mc 12,33). Incluso cuando alguien nos ha atacado, nos ha engañado, ha sido hostil con nosotros, nuestra respuesta es dejarnos guiar por el amor. Y esto no significa negar nuestra ira, sino enfrentar nuestra ira, a la persona contra quien nos airamos con un comportamiento en armonía con el amor evangélico: honradez, respeto y sobre todo disposición para el perdón.

Jesús, en medio de la oposición, peleando con sus amigos y con sus enemigos, habla del amor. Nos habla de un Padre que perdona, que acoge entre sus brazos al hijo que le ha ofendido; habla del pastor cansado que sale en busca de una sola oveja perdida; de una mujer sorprendida en adulterio que experimenta su acogida en vez de su lapidación; de un criminal que muere saboreándola misericordia y el perdón. Estas historias nos dicen que no podemos tener vida sin conflictos y que el conflicto nos ofrece la oportunidad de recuperar algo que hemos perdido, la oportunidad de la curación, de dar la vuelta a nuestras vidas, la oportunidad de regresar a nuestra casa, la casa del Padre.

Catholic.net

TOMA… DESCUBRE


Toma una sonrisa, regálala a quien nunca la ha tenido

Toma un rayo de sol, hazlo volar allá donde reina la noche.

Descubre una fuente, haz bañar a quien vive en el barro.

Toma una lágrima, ponla en el rostro de quien nunca ha llorado.

Toma la valentía, ponla en el ánimo de quien no sabe luchar.

Descubre la vida, nárrala a quien no sabe entenderla.

Toma la esperanza, y vive en su luz.

Toma la bondad, y dónala a quien no sabe donar.

Descubre el amor, y hazlo conocer al mundo.

Mahatma Gandhí

EL PAPA EN USA


“No tengo palabras para describir el dolor y el sufrimiento infligido por estos abusos”

Con estas palabras Benedicto XVI, ha repetido por tercera vez, desde que está en USA ante 45,000 personas, su indignación ante los curas pedófilos.

Ha dicho que se han hecho muchos esfuerzos para superar los escándalos, y ha pedido a los católicos que quieran mucho a sus sacerdotes y que valoren el excelente trabajo que realizan.

Refiriéndose a las victimas, ha pedido que reciban una verdadera atención personal.


18 de Abril 2008

sTESTIMONIO - ANIVERSARIO

GRUPO CATÓLICO DE ORACIÓN POR LOS ENFERMOS – “SI SEÑOR”
12avo. ANIVERSARIO
Ante todo al Dios Padre a través de Dios Hijo en la unidad de su Santo Espíritu... todo Honor y toda Gloria por los siglos de los siglos... a Quien hoy en breves líneas le expresamos con humildad... el insuficiente agradecimiento de lo que con Amor nos ha venido a regalar...


Testimonios vivos, hermanos vueltos al camino, hoy integrantes de un grupo el cual cada día muestra al mundo la grandeza de Dios Vivo, los que están, los que ya no... los que extrañan, los que aún lejos, siempre están presentes... sean cuantos sean, donde estén, así estén lejos partícipes activos o no, hermanos al fin en el Señor... todos con un mismo gran Hermano...

Lo llamemos como lo llamemos al final todos coincidimos, que cada uno a su modo, entendido o confundido, por ti lo mismo sentimos... es éste un mismo cariño que te pone en manifiesto; pues no halló el Santísimo mejor instrumento que al Dios del firmamento lograra unirnos... es tanto el sentimiento agradecido... que no bastarán estas simples líneas para expresar lo que sentimos... permítenos que a través de tu persona, exaltemos los Prodigios y Milagros, que sólo y desde siempre han venido, de Quien todo lo ha creado... más, si hoy saludamos con todo cariño a quien como un padre y a la vez niño, ha mostrado a nuestros ojos el Verdadero Camino... es porque es a ti a quien el Altísimo ha elegido

Sigue Pepe, sigue... no sólo te lo pedimos sino que a ti nos unimos en un grupo que mas bien es un equipo elegido a quien Dios en tu persona puso el Prototipo, del Pastor que con su entrega, nos unió al Padre y al Hijo... pidiendo a la Siempre Purísima nos haga sus protegidos...

Gracias Pepe, gracias... por tu desde el inicio, Gracias Pepe gracias... por formar éste equipo... Gracias Pepe... siempre gracias.

Gracias por aquel día en que con inmensa dicha y alegría le dijiste a Tu Jesús... Si Señor”... aquí me tienes, lléname con tu Luz... y así empezaste el cumplimiento de tu misión aquí en la tierra... y con el amparo de nuestra Madre Buena La Siempre Virgen Inmaculada María el grupo entero hoy 21 exaltamos de alegría...

Gloria al Padre, Gloria al Hijo, Gloria a Dios en su Santo Espíritu... y Gloria a María que... de Ellos es su Templo y Sagrario Vivo.

Feliz día Pepe
Tus hijos del Grupo “Si Señor
Lima, 21 Octubre 2006

viernes, 6 de junio de 2008

MI PASIÓN


Abba Padre, aquí me tienes con el Corazón sangrando... y de pecados abrumado, aquí me tienes... son tantos que de espanto, mi rostro no levanto,
me miro y me avergüenzo y ante Ti comparezco, no sé cómo lo soporto
es demasiado oprobio, en verdad no puedo mas, apártalo de por piedad,
este cáliz pesa mas de lo que pude imaginar...
pero he aquí el poder de nuestra fe que contigo es una en el Santo Espíritu
y sólo así Yo te digo... Hágase tu Voluntad

Dime Pedro ¿dónde estas?... no has podido siquiera orar, la penumbra te inundó,
y el sueño te embriagó, es merced tuya perseverar, ora, ora sin cesar
que la hora ya está cerca, y el Hijo del Hombre ya se va...

Y ni Juan y ni Santiago, todos duermen sin reparo que su Señor y Maestro
por los pecados abrumado... yace de rodillas postrado ante su Padre Amado.

Guarda la espada Pedro, guárdala y entiende que en este mundo hiriente,
todos hacen al revés, de lo que Yo he predicado, pues al hombre y al soldado,
al pobre y al millonario, al humilde y al soberbio, al plebeyo y al soberano,
a todos por igual les he hablado que no hay mejor armamento
que amarnos, amarnos y amarnos.

Entiendan por favor entiendan, sólo el amor vencerá al villano
sólo el amor triunfará al final, sólo el amor pudo realizar la gran obra Celestial,
pacto de Alianza Salvadora con que Yo los miro ahora y me alegro pues en verdad
eso que no entienden, eso que ven allí erguido en un madero,
que pues su Amado Maestro se haya dejado crucificar y llegando hasta el final
se inmoló por los demás, eso es sin más ni más, el Amor en su máximo esplendor,
el amor en su clímax triunfal.

Vuelve Pedro, vuelve, vuelve y mírame a los ojos que no encontrarás enojo
sino todo mi amor para dar... ¿cómo no te voy a perdonar? si antes que lo hicieras
ya te había perdonado, y aún así lo hiciste, pese a que te lo advertí,
pero tenía que ser así, ánimo mi amado Pedro, que tienes una gran tarea
y una digna misión, pues en ti he hecho el precursor de mi gran obra de salvación
olvídate de la negación, ¿cuantas fueron? cierto, tres, y que mas da,
Pedro te perdono, porque Yo y solo Yo, veo en tu corazón, y sé que es tal tu dolor,
y tu deseo de humillación que mírate ahora, terminada tu jornada
has culminado tus días para llegar a la digna morada y has entregado la vida
inmolándote por Mí causa si amado Pedro, Yo en ti confiaba
y no he dejado de hacerlo.

Pero ahora si mi corazón se parte no es porque venga la peor parte,
sino por la pérdida irremediable de quien por años confié a mi lado...
¡Ay Judas!, mi pobre apóstol, como a todos te he amado
y como a todos te he enseñado te escogí entre mis doce,
lejos muy lejos pudiste haber llegado pero el hombre ha sido creado
con el libre albedrío que mi Padre le ha dado... no me duele tanto tu traición,
como el verte camino a la perdición, ¿por qué Judas, no has venido
a arrojarte arrepentido llorando a mis pies?, tres años caminando a mi lado,
viendo y conociendo la cantidad de pecadores que con amor he perdonado
y siendo tú de los míos, con mayor razón Judas
mi perdón habrías alcanzado, te abandonaste tanto a tu desesperación
que lleno de vergüenza no recordaste siquiera lo que por años les venia enseñando,
que es insondable e infinita mi Misericordia Bendita,
y que basta con que doble su rodilla y me entregue contrito y humillado
su corazón arrepentido aquel hijo perdido que anda en mal camino
para que obtenga conmigo el perdón de sus pecados
¡Ay Judas! de mi rebaño elegido, si así lo hubieras entendido.

Sumos sacerdotes, ancianos y guardias... ¿como qué, me prenden?
¿será como ladrón?... pero ¿qué ladrón amerita para ser apresado,
la asistencia de tan distinguida presencia?... ¿cómo un asesino o salteador?
es la misma pregunta en cuestión... y que extraña situación que
vengan a apresarme estos que en actitud tan cobarde ejerciendo un oficio
que nada tiene que hacer con su cotidiana labor... aprovechan la hora nocturna
para obrar su maldad y su calumnia...

Es que no se han dado cuenta que en resumida cuenta es la hora de las tinieblas,
la hora en que la muerte ha de triunfar y el Hijo del Hombre sucumbir ante ella;
no, señores no, no son nuevos odres ustedes ni mucho menos vino nuevo,
sino que Soy Yo el vino nuevo y los odres viejos ustedes,
y entonces ¿cómo iban a soportar tamaña Doctrina en verdad?
¿Creyeron pues que al callarme se andarían en paz,
sin tenerse que preocupar mas, por las revueltas sin cesar?,
pero nada mas lejos de la verdad pues esto era solo el comienzo
de mi obra Celestial.

Pilato, Herodes, y de nuevo Pilato que juicio de lo mas extra-ordinario pero
que quede claro que aun nadie entiende ¿bajo que ley liberan a un asesino convicto
y confeso, para luego crucificar al que es El Maestro en verdad?

Vamos que, ¿no se deciden? pues lo harán tarde o temprano
pues lo que ha de ser será para el bien de toda la humanidad.

Y aquí me ven llegar voy camino al Gólgota cargando un gran madero
y no me importa cuanto pesa pues con amor me entrego,
y voy andando paso a paso, por este camino tan lleno de tierra y piedras que van
destrozando mis pies al caminar ya casi no puedo mas es largo el recorrido
cierto es que mis heridas me han dejado adolorido, cierto también que
los golpes propinados, los castigos y flagelos y los que aun ni les he contado,
sin fuerzas me han dejado, torturas muchas he recibido,
pero el Amor lo ha superado, y aquí de pie me tienen de camino a Mi calvario.

Sí, es verdad estoy cansado mas que cansado, destrozado pero a la vez motivado
pues después de 33 años es justo para esto, que fui enviado, he aquí una y otra vez
me resbalo y me desplomo es que ya no puedo mas con las heridas de mis pies
que se acrecientan más y más con cada paso que doy.
Desangrado y abrumado y por el odio atacado me caigo y me levanto,
pero ni lo sueñen, no me rindo pues es mi meta el sacrificio de morir crucificado,
fiebre, hambre, dolor, desgarros todos los dolores, todos,
en mi cuerpo se han juntado, en suma me siento totalmente despreciado,
por todos estos que otrora, me alababan con sus ramos, y aquí viene mi Verónica,
como ella ¿cuantas hay? que por se acongojan, y a mis pies se arrojan,
pero he aquí que les digo, lloren más por sus hijos y por ustedes que son madres,
pues vendrán días en que otras serán mas dichosas siendo estériles,
pues esas no sufrirán el dolor que sufren ahora ustedes, que viendo al leño verde
soportar tanto castigo, se dicen “¿y al leño seco que le espera por destino?”

Madre mía tan amada como me duele ver tu corazón traspasado,
sufriendo en Ti misma la agonía de tu Hijo adorado y viendo así mi suplicio
has salido a mi encuentro para que con actitud heroica vengas a ser mi reparo.

Miren a mi dulce Madre como clava su mirada en estos mis golpeados ojos
y asimismo Yo en Ella clavo también los míos que sostienen su mirada,
y sin quererlo Madre mía recuerdas por quien tanto te has esmerado
todos estos largos años, y así sientes la impotencia
de que en nada aliviarme puedes, pero sabiamente me das fuerza
con tu sola presencia, mientras ese corazón tuyo Inmaculado
cobra fuerzas ante su Dios Creador para darle aliento y ánimo
a su Adorado Redentor.

¡Oh Bendita Madrecita mía! como sufres a mi lado y simplemente no soportas
te inmutas y oras, y no te das ni tan siquiera el desahogo del llanto,
pues es tu dolor tan descomunal, que ya tu alma partir quisiera
a la Patria Celestial, porque este cuerpo tuyo puro e incorrupto,
ya no soporta más... pero he aquí que el Padre no nos abandona jamás...
y eres ahora la fuerza que necesito pues de todas estas miradas
llenas de odio y crueldad es sólo la tuya la que me da
aliento, coraje y respiro, para acabar triunfal esta misión Celestial.

Miren estos corazones cómo sufren mutuamente. Yo no puedo consolarte
y me duele hasta la muerte y además con solo verte tan herida por mi causa
acrecienta el martirio de nuestros corazones heridos.

Aquí tienes Padre Mío a La Madre y a Tu Hijo, ambos corazones unidos,
abismados de tristeza sufren desolados, el oprobio y el yerro
de éste pueblo tan ingrato...

Mira Madrecita mía, mira y ven a mi lado, mira y ve como hago
de nuevo todo renovado.

Aquí estamos ya, al punto hemos llegado con Simón de Sirene
quien de paso me ha ayudado.

Llegó la hora de los clavos y sorteándose mis ropas están ya los soldados
dando así cumplimiento a lo que por los profetas fue de antiguo anunciado.

Padre perdónalos porque no saben lo que hacen


Yo pregunto ahora, ¿que parte no entendieron de esta pequeña oración?
¡Perdónense! ¡Perdonen... perdonen por favor! ¿Es que acaso no quieren
recibir Mi perdón?; sé que no es fácil, nunca dije que lo fuera...
más si en esta vida todo simple y fácil fuera,
¿Que hago Yo entonces clavado en esta madera?

Piensen y mediten allí les dejo mi pasión, no es para que la olviden,
sino para que la mediten.

No he venido a señalarlos ni a juzgarlos, ni a culparlos, solamente he venido
a dar cumplimiento un muy Sagrado pacto, más entiendan,
todo esto el Amor lo ha logrado. Sí, el Amor, ese amor puro y verdadero
aquel Amor puro y Santo que mi Padre les ha donado
y que por tanto amor a ustedes, gran misión me ha encomendado...

Puede que muchos no lo entiendan pero sepan que Yo los comprendo
pues es abrumador sólo pensar que su mismo Dios y Creador
venga a darse y a donarse para ser su Salvador... todo aquel que en esto medita,
sin más Yo sé, queda abrumado, pero ánimo hijos míos,
Yo mi parte la he cumplido cumplan ustedes la suya… sólo eso Yo les pido.


Susann Cardenas