jueves, 22 de enero de 2009

HOY ME VÍ POR PRIMERA VEZ


Hoy me detuve en el espejo de mi baño y vi a una mujer mayor sin sueños con la rutina de toda la vida y me di cuenta que me levanté 15 minutos más temprano que nunca.

Me había olvidado cuando fugazmente despertaba hace unos pocos años sonriente y me animaba que ese día sería mejor que el anterior.

Precisamente no recuerdo cuando cambió eso. Por despertar atrasada, desesperada por el tiempo, por los pendientes, empecé a no ir a los salones de belleza con la misma frecuencia porque el dinero lo ocupaba para otra buena actividad familiar”.

No tengo más de 35 años y me siento como de 90 años. Desesperada porque no he realizado muchas cosas, pero esas cosas ya no son los SUEÑOS de antes.Hoy que desperté 15 minutos antes de mi vieja rutina, recordé que mi esposo tuvo una reunión de compañeros, se fue y ni me avisó, hoy recordé que mi hijo de 5 años no me obedece y el de 10 dice que soy ridícula porque no soy HOMBRE como él y la niña de 2 años solo me llama cuando necesita algo. Estoy segura que todos saben que los amo pero… ¿cómo me pueden valorar si YO NO LO HE HECHO? Por eso, hoy y a partir de hoy seré PRIMERO YO, y lo quiero compartir con ustedes.

Levántense 15 minutos antes, mírense en el espejo y díganse a sí mismas a quién ven, ¿les gusta esa mujer o desean ser otra? Nunca es tarde, tarde sería si mueren. Ese hoy fue hace 2 años y las cosas cambiaron mucho, pero no fue fácil, por supuesto que no. Me costó levantarme temprano para cepillarme el cabello bien y arreglarme para trabajar; renuncié a mi trabajo de 15 años (aún lo extraño) y empecé a ir al gimnasio.

Los primeros meses fue un fracaso, pero luego bajé de peso, cambié mi forma de vestir y hasta mi esposo asombrado me invitó un día a una cena para preguntar si nuestro matrimonio continuaba o tenía otro amor, le dije sin pensar: sí tengo otro amor que me llena completamente y ese amor soy YO.

Y bueno que más les puedo decir, soy otra porque ahora PRIMERO soy YO.
Graciela De Filippis

Nota: Querida Graciela… Creo que no tienes que renunciar a tu trabajo, sobre todo si lo extrañas… sólo organiza tu tiempo… organízate, muchas mujeres lo hacen… los resultados, me parece, podrían ser iguales; porque eso de estar pendiente solamente de tu apariencia y olvidarte de tu esposo y de tus hijos y de tu trabajo, te puede traer problemas mayores. Sólo fíjate en lo que pensó tu marido. Esta es sólo una opinión… no tienes porque hacerlo.
José Miguel Pajares Clausen

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