martes, 24 de marzo de 2009

EL PODER DEL EJEMPLO


Un analista notó que hoy en día los negocios se organizan igual que un ejército.

Oficiales de distintas graduaciones e importancia conducen a las tropas en diferentes campos de batalla. Combaten con varios enemigos y emprenden diferentes misiones. Debido a que los empleados no llevan uniformes ni tienen galones ni barras, se debe buscar otras maneras para determinar el rango e importancia de una persona.

Este analista sugiere que una forma de distinguir el rango en una organización es observar a qué hora llega una persona al trabajo.
§ Si el individuo arriba a las diez de la mañana, puede estar seguro que es un ejecutivo.
§ Si la persona llega alrededor de las nueve y media de la mañana, puede suponer que tiene una cierta autoridad, quizá sea un encargado o un jefe de departamento.
§ Si el empleado llega puntualmente a las nueve, debe marcar tarjeta, es probable que sea un oficinista o alguien que trabaja a destajo.
§ Pero si la persona aparece antes de las ocho de la mañana, lo más probable es que sea el presidente de la compañía.

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