miércoles, 22 de abril de 2009

EL RASTRO


Un europeo viajaba por África, y una madrugada encontró a uno de los guías de la caravana abismado en la oración.

Le preguntó con cierta ironía:
-“¿Y cómo sabes tú que realmente existe Dios?”
El guía le dio esta magnífica respuesta:
-Mirando la arena del Sahara descubro por las huellas, si un hombre o una fiera pasó por ahí. De la misma manera, si veo lo que me rodea en este mundo, por las huellas que en él descubro, adquiero la certeza de que por allí pasó Dios

Salmo 19:1: Los cielos cuentan la gloria de Dios, y el firmamento anuncia la obra de sus manos.

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