lunes, 31 de agosto de 2009

MÁS ALLÁ DE LA RIQUEZA Y DEL PODER


En 1923, un pequeño grupo de los hombres más ricos del mundo se reunieron en el Hotel Edgewater Beach de Chicago, Illinois. Eran la elite de la riqueza y del poder.

En aquel tiempo, ellos controlaban más dinero que la cantidad total existente en el Tesoro de los Estados Unidos. Esta es una lista de los que estuvieron allí y lo que a la larga les ocurrió:

§ Schwab, presidente de la industria independiente de acero más importante: murió en la bancarrota.
§ Arthur Cutten, el más grande de los especuladores de trigo: murió insolvente en el extranjero.
§ Richard Witney, presidente de la Bolsa de Valores de Nueva York: murió poco después de ser puesto en libertad de la prisión de Sing Sing.
§ Albert Fall, miembro del gabinete de un presidente de los Estados Unidos: se le indultó de la prisión para que muriera en su hogar.
§ Jess Livermore, el «oso» más grande de Wall Street: se suicidó.
§ Leon Fraser, presidente del Bank of International Settlements: se suicidó.
§ Ivar Kreuger, jefe del monopolio más grande del mundo: se suicidó.

Hasta el millonario griego, Aristóteles Onassis, que conservó su riqueza y murió a edad avanzada, reconoció que el dinero no es equivalente al éxito. El sostuvo que «después que llegas a cierto punto, el dinero pierde importancia. Lo que importa es el éxito».
John Maxwell

¿Qué es el éxito en realidad? No es dinero, no es poder. El verdadero éxito es vivir de acuerdo a los principios de Dios. Cuando nuestra vida se alinea a los principios eternos, entonces nos movemos en el verdadero camino de Dios. Deja hoy de moverte en las vanidades del mundo y comienza dar pasos en el camino de Dios.

¡La vida tiene un precio muy alto: ¡ningún dinero la puede comprar! Sal 49:8

¡No pongan su confianza en el dinero mal ganado; no se hagan ilusiones con el fruto de sus robos. ¡No vivan sólo para hacerse ricos! Sal 62:10

El que siempre quiere tener más hace daño a su familia, pero el que no vende su honradez a cambio de dinero, tendrá una larga vida. Prov. 15:27

¡MAMÁ... EL PASTOR HABLA DE TI!


Después de mucho tiempo una señora volvió a ir al culto con su hijita.

Por causa de su trabajo no podía asistir a los cultos matinales; por eso fue en la noche. El pastor habló en esa ocasión acerca de la negligencia de muchos en cuánto al cumplimiento de sus deberes cristianos: No leen la Biblia, descuidan la asistencia a los cultos, etc.

La niñita escuchaba atentamente el sermón y, cuando oyó que el pastor hablaba del descuido de muchos padres, se volvió a su madre y, confiada, le dijo:
-“¡Mamita! ¿Te habla a ti el pastor?”
Estas palabras fueron un flechazo para el corazón de la madre que permaneció callada. Esa ingenua pregunta de su propia hijita fue para ella un sermón vivo y eficaz.

Sería conveniente que también nosotros tuviésemos a alguien que nos formulara esta pregunta mientras escuchamos el sermón de nuestro pastor. Sin embargo, tantas veces escuchamos el sermón de un pastor con el fin de criticar, o para oír al orador tras el sermón, o para oír por oír porque estamos con el reloj en la mano calculando el tiempo que tarda.

Sí, es conveniente que nos preguntemos, a veces, durante el culto: ¿Te habla a ti el pastor? O para ser más exactos preguntémonos así: ¿No te está hablando Dios a ti por medio del pastor?
L. Gross

Dios siempre habla. Continuamente habla. De muchas maneras Él habla. Habla directo al corazón, a través de la Biblia, a través de personas incluyendo el pastor en sus sermones, amigos y a través de las circunstancias de la vida. ¿Ya lo estas oyendo?

¿Cuando fue la última vez que fuiste a la Iglesia? ¿Qué te dijo Dios allí?

No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad. Hech 2:46

BENEDICTO XVI


Matrimonio y virginidad se iluminan mutuamente.

Intervención con motivo del Ángelus.

CIUDAD DEL VATICANO, domingo, 30 de agosto de 2009 (
ZENIT.org).- Publicamos la intervención que dirigió Benedicto XVI este domingo a mediodía a los peregrinos congregados en el patio de la residencia pontificia de Castel Gandolfo con motivo del Ángelus.

Queridos hermanos y hermanas:
Hace tres días, el 27 de agosto, celebramos la memoria litúrgica de Santa Mónica, madre de San Agustín, considerada modelo y patrona de las madres cristianas. Sobre ella, su hijo nos da muchas informaciones en el libro autobiográfico Las confesiones, obra maestra entre las más leídas de todos los tiempos. Aquí aprendemos que San Agustín bebe el nombre de Jesús con la leche materna y fue educado por su madre en la religión cristiana, cuyos principios mantendrá impresos en él también en los años de desliz espiritual y moral. Mónica no deja nunca de rezar por él y por su conversión, y tuvo el consuelo de verlo volver a la fe y recibir el bautismo. Dios recompensa las oraciones de esta santa mamá, a la que el obispo de Tagaste había dicho: Es imposible que un hijo de tantas lágrimas se pierda. De hecho, San Agustín no sólo se convirtió, sino que decidió abrazar la vida monástica y, al volver a África, fundó él mismo una comunidad de monjes. Conmovedores y edificantes son los últimos coloquios espirituales entre él y su madre en la tranquilidad de una casa de Ostia, a la espera de embarcarse para África. En aquel momento, Santa Mónica se convertía, para su hijo, en más que madre, la fuente de su cristianismo. Su único deseo había sido durante años la conversión de Agustín, a quien en ese momento veía orientado incluso hacia una vida de consagración al servicio de Dios. Podía por tanto morir contenta y efectivamente murió el 27 de agosto del 387, a los 56 años, después de haber pedido a los hijos no preocuparse por su sepultura sino acordarse de ella, donde quiera que se encontrara, en el altar del Señor. San Agustín repitió que su madre lo había engendrado dos veces.

La historia del cristianismo está llena de innumerables ejemplos de padres santos y de auténticas familias cristianas que han acompañado la vida de generosos sacerdotes y pastores de la Iglesia. Piénsese en los santos Basilio Magno y Gregorio Nacianceno, ambos pertenecientes a familias de santos. Pensamos, muy cerca de nosotros, en los cónyuges Luigi Beltrame Quattrocchi y Maria Corsini, que vivieron entre el final del siglo XIX y la mitad del 1900, beatificados por mi venerado predecesor Juan Pablo II en octubre de 2001, coincidiendo con los veinte años de la Exhortación Apostólica Familiaris consortio. Este documento, además de ilustrar el valor del matrimonio y las funciones de la familia, solicita a los esposos un particular compromiso en el camino de santidad, que, sacando gracia y fuerza del sacramento del matrimonio, les acompaña a lo largo de toda su existencia (cf. N. 56). Cuando los cónyuges se dedican generosamente a la educación de los hijos, guiándoles y orientándoles en el descubrimiento del plan de amor de Dios, preparan ese fértil terreno espiritual en el que florecen y maduran las vocaciones al sacerdocio y a la vida consagrada. Se revela cuán íntimamente están ligadas y se iluminan mutuamente el matrimonio y la virginidad, a partir de su común arraigo en el amor esponsal de Cristo.

Queridos hermanos y hermanas: en este Año Sacerdotal oramos para que, por intercesión del Santo Cura de Ars, las familias cristianas se conviertan en pequeñas iglesias, en las que todas las vocaciones y todos los carismas, dados por el Espíritu Santo, puedan ser acogidos y valorados (de la oración del Año Sacerdotal). Nos obtenga esta gracia la Virgen María, que ahora juntos invocamos.
Después del Ángelus.

El próximo martes, 1 de septiembre, se celebrará en Italia la Jornada para la salvaguarda de lo creado. Es un acontecimiento significativo, de relevancia también ecuménica, que este año tiene como tema la importancia del aire, elemento indispensable para la vida. Como lo hice en la Audiencia general del miércoles pasado, exhorto a todos a un mayor compromiso por la tutela de lo creado, don de Dios. En particular, animo a los países industrializados a cooperar responsablemente por el futuro del planeta y para que no sean las poblaciones más pobres las que paguen el mayor precio del cambio climático.

DE NUEVO, PERDÓN


No fui capaz de poner un freno a mi corazón ni a mis palabras. Desprecié al otro, y me destrocé a mí mismo.

Otra vez falté a la caridad. Dejé que la pasión creciera en mi alma. Miré solo en el otro lo que para mí eran faltas, ofensas, insultos. Pensé que era el momento para responder, para defender mi fama, para rebelarme contra lo que yo consideraba una injusticia.

Respondí con dureza. El ambiente se calentó más y más. Y cuando el otro, herido por mis palabras, alzó la voz, yo también opté por gritar, por insultar, por hundirme en la rabia.

El fracaso ha sido grave. He ofendido a un hermano, a un familiar, a un amigo. He sido un necio, un miserable, un cobarde. No fui capaz de poner un freno a mi corazón ni a mis palabras. Desprecié al otro, y me destrocé a mí mismo.

No es el momento para una lamentación vacía, para un falso sentimiento de culpa, para una autocompasión como si yo fuera la víctima cuando fui el verdugo.
Es el momento para pedir, desde Dios y con Dios, perdón. Perdón porque no fui humilde. Perdón porque preferí la justicia a la misericordia. Perdón porque me faltó paciencia. Perdón, sobre todo, porque pensé más en mis sentimientos que en el corazón de mi hermano.

Sí, es la hora de pedir perdón, porque Dios me perdonó primero. Porque Dios tuvo paciencia conmigo. Porque Dios no está siempre condenando. Porque Dios desea, casi suplica, que vuelva a estar en paz con el familiar o el amigo ofendido.

Pido, de nuevo, perdón. No lo merezco, por la falta que he cometido. Pero precisamente es ahora, según dicen, cuando más lo necesito.

Ojalá mi mano tendida se una a la tuya. Entonces podremos recitar, los dos juntos, desde lo más profundo del alma, las palabras del Padrenuestro: perdónanos... como también perdonamos...”
Autor: P. Fernando Pascual LC

¿TENDREMOS CAMBIOS ESPIRITUALES EN EL CIELO?

Nuestra transición al cielo resultará en un cambio de nuestra naturaleza espiritual.

Mark Twain una vez afirmó sarcásticamente que en el Cielo, durante doce horas del día, todos cantaremos un himno una y otra vez. ¡Difícilmente un pensamiento atractivo! La Biblia, sin embargo, pinta un cuadro muy diferente de cómo será la vida en el Cielo. Considere sólo algunas de las características más significativas del Cielo. Primero, sabemos que nuestra transición al cielo resultará en un cambio de nuestra naturaleza espiritual. Pablo habló de "la esperanza de la justicia" que aguardamos (Gálatas 5:5); la expectativa de ser hechos completamente justos. En Romanos capítulo 7 habló de ser liberados de la lucha interna contra el pecado que mora dentro, mediante la liberación de nuestro cuerpo mortal (Romanos 7:23-24). Juan dijo que cuando Jesús aparezca, "seremos semejantes a Él, porque le veremos tal como él es" (1 Juan 3:2). Aun ahora, se nos dice que mientras contemplamos "la gloria del Señor" estamos siendo transformados gradualmente en Su imagen (2 Corintios 3:18). Un día lo veremos "tal como Él es". ¡Y cuando lo hagamos, habrá algo en nuestra visión de Él que purificará nuestros corazones de todo pecado y nos ligará eternamente a Él! Un resultado de esta transformación será el perfeccionamiento de las relaciones entre nosotros. Sobre la tierra, aun entre los más maduros entre nosotros, nuestras relaciones son estorbadas por barreras creadas por el temor, el orgullo, la envidia y la vergüenza. Pero la Biblia dice que "el perfecto amor echa fuera el temor" (1 Juan 4:18). Cuando aprehendamos por completo el amor perfecto que Dios tiene para nosotros y seamos limpiados del pecado que mora actualmente en nosotros, las relaciones entre nosotros serán finalmente las que Dios quiso que fueran.

Segundo, en el Cielo nuestra comprensión de la naturaleza de Dios será ampliada grandemente. El apóstol Pablo dice que "ahora vemos por espejo, oscuramente" pero entonces "veremos cara a cara" y "conoceremos como fuimos conocidos" (1 Corintios 13:12). Estoy convencido de que será este conocimiento el que nos moverá a unirnos en forma espontánea al coro celestial para cantar himnos de alabanza al Dios Todopoderoso. De los pocos atisbos de la adoración celestial que se nos conceden en las Escrituras, aprendemos que nuestra alabanza de Dios estará enfocada tanto en Quién es Él - el Dios eterno, santo y todopoderoso (cf. Isaías 6:3; Apocalipsis 4:8) - como en lo que Él ha hecho (Apocalipsis 4:11; 5:9-14). Si nuestra adoración de Dios está acallada ahora, es al menos en parte porque todavía no comprendemos plenamente la grandeza de Su gloria y lo sobrecogedor de Su obra creadora y redentora. Pero en el Cielo obtendremos una percepción mucho más clara de la sabiduría de Dios, desplegada en las complejidades de Su creación, y de Sus propósitos maravillosos manifestados en Su obra redentora. Algunos se han preguntado cómo podríamos ser felices en el cielo sabiendo que algunas de las criaturas de Dios están soportando Su juicio eterno. Parece aparente, sin embargo, que en el Cielo obtendremos una perspectiva mucho más clara de la justicia de Dios (cf. Apocalipsis 18:20; 19:1-4). Tal vez la felicidad más perfecta del Cielo sea imposible sin algún elemento de tristeza por la pérdida eternal de aquellos que han rechazado la gracia de Dios. No hay duda, sin embargo, que muchos de los misterios de la vida y de los caminos de Dios en nuestras vidas individuales se entenderán mucho más claramente, llevándonos a unirnos en Su alabanza.

Finalmente, hay toda razón para creer que habrá una oportunidad de crecimiento en el Cielo… No crecimiento hacia la perfección, sino crecimiento en la perfección. Como hombre, Jesús era por cierto perfecto. Sin embargo, las Escrituras nos dicen que Él "crecía en sabiduría, en estatura y en favor con Dios y con los hombres". Las Escrituras también nos dicen que una de las tres virtudes que permanecerán por siempre es la esperanza (1 Corintios 13:13). Y qué la esperanza sino la expectativa de cosas cada vez mejores que están por venir... ¡la perspectiva de todos aquellos para quienes el Cielo es nuestro hogar eterno!
Autor: Rick Rood

CONTEMPLACIÓN DE LA NATURALEZA


No es posible dejar de hablar de las Cataratas del Iguazú sin apuntar algunos datos numéricos, sobre todo si se atiende a que la gran mayoría de los lectores iberoamericanos desconoce la existencia de estas grandes reservas de fuerza y de riqueza...

La zona de las cataratas comprende una superficie de setenta y cinco mil hectáreas... La línea de los torrentes mide en conjunto dos mil setecientos metros. Corresponden seiscientos metros de saltos al Brasil y dos mil cien a la Argentina. La altura máxima de las caídas es de ochenta metros y la mínima de cincuenta y seis. Las potencias son: máxima, de 6.985.170 caballos de vapor; la media, 1.214.807, y la mínima, 132.400. El volumen medio de agua es de 6.300.000 metros cúbicos por hora. El cauce del río nace a novecientos metros sobre el nivel del mar, y al desembocar en Paraná tiene noventa metros de altura sobre el mar, repartido ese desnivel en una extensión de 1.320 kilómetros. Además de los grandes saltos, que son doce o quince, se cuentan hasta setenta saltos o chorros relativamente pequeños.

Sólo la caída central del salto Unión, ligada al Floriano, tiene una línea de caídas casi el doble de la del Niágara y una altura también doble. Se calcula que el volumen de agua es tres veces mayor que el del Niágara. También la caída africana de Victoria en el Zambeze es menor en volumen de altura, aunque aquel salto tiene una altura de ciento diecisiete metros... A simple vista se observa en el Iguazú una grandiosidad de proporciones que supera desde luego al Niágara.

Así resume José Vasconcelos, autor y Ministro de Educación de México, los extraordinarios atributos de las Cataratas del Iguazú con motivo de su viaje a la región a fines de octubre de 1922. «De regreso... llegamos a Concordia - cuenta Vasconcelos luego de haberlas visto -... y allí nos recibieron de una manera triunfal; parecía que veníamos de descubrir las cataratas. Los periodistas nos pedían impresiones para transmitirlas por telégrafo a Buenos Aires; la prensa local nos dedicaba saludos; un diario de la región afirmó que antes que diplomáticos éramos artistas, puesto que abandonábamos las comodidades de Buenos Aires para ir a gozar con la contemplación de la naturaleza. En la Escuela Normal hubo una de esas fiestas en las que se siente pasar el soplo arrebatado del entusiasmo; canciones patrióticas, discursos vehementes... Pellicer leyendo entre grandes y calurosos aplausos la poesía que acababa de componer al Iguazú...»

No hay duda alguna: hizo bien Vasconcelos al dedicarle tiempo a la contemplación de la naturaleza. Y si bien, según el famoso escritor mexicano, «no es posible dejar de hablar de las cataratas sin apuntar algunos datos numéricos», tampoco debiera ser posible hacerlo sin aludir a algunos conceptos teológicos al respecto. Es que, según San Pablo, lo que se puede conocer acerca del Artista Divino que las creó es evidente al contemplarlas. «Porque desde la creación del mundo las cualidades invisibles de Dios, es decir, su eterno poder y su naturaleza divina, se perciben claramente a través de lo que él creó».
Por: Carlos Rey

domingo, 30 de agosto de 2009

LE BAJARON LOS HUMOS


Un hombre que acababa de ser elegido al Parlamento Británico llevó su familia a Londres.

Se sintió importante mientras les contaba de su nuevo empleo y los llevó a hacer un recorrido por la ciudad. Cuando entraron en la Abadía de Westminster, su hija de 8 años se quedó pasmada por el tamaño de la magnífica estructura. Su orgulloso padre le preguntó:
-Querida, ¿en qué estás pensando?”
Ella contestó:
-Papi, estaba pensando en lo grande que eres en nuestra casa, y lo pequeño que te ves aquí
Sin saberlo, aquella niña dijo algo que su padre necesitaba escuchar.

El orgullo puede infiltrarse en nuestra vida muy fácilmente, y de vez en cuando, es bueno que a uno «le bajen los humos». Necesitamos recordar que no hemos de tener un concepto de nosotros más alto que el debido (Romanos 12:3).

Es fácil llegar a ser orgulloso cuando nos quedamos en nuestros propios círculos de la vida. Pero cuando nos arrojan en situaciones más grandes, con mayores demandas, presiones y competencia, nos impactamos al darnos cuenta de que los peces grandes de lagunas pequeñas se encogen rápidamente en un océano grande.

Santiago dijo: «Dios resiste a los soberbios pero da gracia a los humildes» (4:6). Así que pidamos al Señor que nos ayude a vernos como realmente somos. Con su ayuda, aprenderemos a deshacernos del necio orgullo.
Richard De Haan

LAS CUATRO LIBERTADES DE ROOSEVELT


El 6 de enero de 1941 el Presidente Franklin D. Roosevelt pronunció un discurso ante el Congreso de los Estados Unidos de la América del Norte, y entre otras cosas dijo que los Estados Unidos esperaban un mundo fundado sobre cuatro libertades esenciales:

I. Libertad de palabra.
II. Libertad de cultos.
III. Libertad de trabajo.
IV. Libertad de eludir el temor.

En otras palabras:
I. Libertad para expresar sus ideas.
II. Libertad para adorar a Dios en la forma preferida.
III. Libertad para elegir la forma de trabajar a fin de no padecer necesidad.
IV. Libertad de evitar todo aquello que haga que la gente sufra algún temor.

Libertad: Es una palabra que vale oro y rompe cadenas cuando se ejecuta sin distinción de personas.

William Allen White dijo: Libertad es la única cosa que usted no puede disfrutar a menos que usted se la dé a otros.

Ernest Benn dijo: Libertad es ser libre de las cosas que no nos gustan para convertirnos en esclavos de las que nos gustan.

Es fácil hablar de Libertad pero que difícil es dárselas a otros. Y el mejor lugar para dar y enseñar libertad es en el Hogar. ¿Estás ya compartiendo, estimulando y produciendo libertad en tu familia? Hoy es un buen día para empezar.

Así ustedes podrán vivir entre nosotros y el país quedará a su disposición para que lo habiten, hagan negocios, se muevan con libertad, y adquieran terrenos. Gen 34:10

Me diste libertad; ¡me libraste porque me amas! Sal 18:19

Dios da un hogar a los desamparados y libertad a los cautivos; los rebeldes habitarán en el desierto. Sal 68:6

EL SUEÑO DE FORD


El pionero de la industria automotriz y visionario Henry Ford dijo: «Todo el secreto de una vida exitosa es descubrir qué estamos destinados a hacer, y luego hacerlo».

El sueño de Ford nació de su interés por todo lo que fuera mecánico. Desde su niñez tuvo la pasión por estudiar y reparar maquinarias. Aprendió por cuenta propia sobre máquinas de vapor, relojes y motores a combustión. Viajó por el campo haciendo reparaciones gratuitas, solo para poner sus manos en alguna maquinaria. Se hizo mecánico y relojero. Trabajó como ingeniero nocturno en la Detroit Edison Company.

Ford se sentía intrigado por la idea del automóvil y le dedicó más y más atención a esto. En 1896, construyó su primer automóvil en el cobertizo trasero de su casa. Luego de esto, siguió pensando en cómo mejorar sus esfuerzos, y estudió el trabajo de otros constructores de coches, incluyendo a Ransom E. Olds, quien construyó el primer Oldsmobile en el 1900.

De su amor por las maquinarias y su curiosidad por el automóvil creció el sueño de Ford: la creación de un automóvil de bajo costo y de producción masiva. Hasta ese momento, los nuevos coches sin caballos eran un costoso artículo de lujo, solo al alcance de los ricos. Pero Ford estaba decidido a poner el automóvil al alcance de la persona común. En 1899, ayudó en la formación de la Detroit Motor Company. Pero cuando sus compañeros de organización pusieron obstáculos a la idea de fabricar su producto en forma económica para venderlo en forma masiva, dejó la empresa.

Sin embargo, mantuvo su sueño, y finalmente sus esfuerzos rindieron fruto. En 1903, organizó la Ford Motor Company y comenzó a producir el modelo T. El primer año la nueva compañía produjo seis mil autos. Pero ocho años más tarde producía más de 500.000. Además se las arreglaron para reducir el precio inicial de venta de US$850 a solo $360. El sueño de Ford era una realidad.

Quien tiene un sueño conoce a lo que tiene que renunciar con el propósito de avanzar.
Jhon C Maxwell

¿Cuál es el sueño que te quita el sueño en tu vida? ¿Hacía donde te diriges? Recuerda, los mejores sueños son los que Dios siembra en tu corazón, porque ellos siempre se convierten en realidad.

El mundo de un ciego está limitado a lo que toca; el mundo del ignorante queda dentro de los límites de su conocimiento; el mundo de un gran hombre por los límites de su visión. Si su visión - su sueño - es grande, así será su potencial para el éxito. Paul Jovey

Y tuvo un sueño, y he aquí, había una escalera apoyada en la tierra cuyo extremo superior alcanzaba hasta el cielo; y he aquí, los ángeles de Dios subían y bajaban por ella. Gen 28:12

Después José tuvo otro sueño, y se lo contó a sus hermanos. Les dijo: Tuve otro sueño, en el que veía que el sol, la luna y once estrellas me hacían reverencias. Gen 37:9

Y ellos le respondieron: Hemos tenido un sueño y no hay nadie que lo interprete. Entonces José les dijo: ¿No pertenecen a Dios las interpretaciones? Os ruego que me lo contéis. Gen 40:8

PENA ANTE EL VANDALISMO ANTICRISTIANO


Tengo un deber de reparar, de rezar, de pedir perdón por un gesto de odio religioso, por un acto grave de intolerancia.

El padre abad escribió sus reflexiones después de lo sucedido.
«Este día ha sido especialmente difícil para mí y para otros compañeros. Fuimos a una montaña de paseo. Antes de llegar a la cumbre pasamos, como siempre, ante una imagen de la Virgen y una placa con la dedicatoria de los católicos del pueblo. También había allí una pequeña estatua del Sagrado Corazón.

Allí nos encontramos con una sorpresa desagradable: alguien vino antes de nosotros para destruir, para romper, para ultrajar. El rostro de la Virgen estaba marcado por los golpes. El Niño Jesús que llevaba en brazos había perdido una mano. La placa del pueblo había sido derribada. Y el Sagrado Corazón estaba ahora sin cabeza.

Allí mismo rezamos unas breves oraciones de desagravio. Queríamos pedir perdón a Dios por quienes cometieron un gesto salvaje, por quienes han despreciado la fe de nuestra gente. Queríamos decirle que le amamos, que le veneramos, que le tenemos por nuestro Dios y nuestro Señor, que su Madre es muy querida por nosotros.
¿Por qué este acto sacrílego? Uno de mis compañeros estaba muy indignado. Dijo que los que cometieron este ultraje eran irracionales, peores que animales. Yo no pude no corregirle: por desgracia los agresores blasfemos son seres que piensan, dotados de libertad: pueden amar y pueden odiar, pueden comprender o pueden dejarse vencer por la ignorancia, pueden tolerar sanamente a los demás o pueden ceder a acciones violentas y salvajes.

Sí: son seres humanos, no son animales. Porque los animales siguen instintos muy precisos, respetan en cierto sentido a Dios y saben vivir dentro de sus propios límites. Los hombres, en cambio, podemos matar, podemos robar, podemos escupir al cielo, podemos vivir en la mentira y el odio.

Pero luego también tuve que mirar mi propia alma. Las personas que cometieron este atentado contra objetos de nuestra fe católica sabían ciertamente que iban contra Jesús y contra la Virgen, pero seguramente no tienen la menor idea de lo bueno que es Jesús y lo amorosamente Madre que es la Virgen.

En cambio, yo, que he estudiado teología, que he tenido tantos días de oración y de retiro, que he recibido los sacramentos, que he leído la Biblia, que he sido ayudado por sacerdotes muy buenos en dirección espiritual, que sé quién es Jesús y quién es la Virgen; yo, que he sido tan mimado por Dios, ¿no he cometido cientos de pecados en mi vida?

En cada uno de esos pecados mi malicia podría incluso ser mayor que la de aquellos gamberros, porque yo sí sé muy bien lo que es ir contra el Salvador, lo que significa despreciar a mis hermanos, lo injusto y ruin que es el pecado. Quizá las personas a las que llamo “salvajes” por destrozar nuestras estatuas no conocen casi nada de la fe cristiana, aunque sus actos no por ello dejan de ser terribles. Al menos, con un mínimo de educación, sabrían respetar los objetos de quienes pertenecen a una religión distinta de la que ellos tengan (si es que tienen alguna). Pero, de nuevo, yo he aprendido desde niño que Dios es Bueno, que existe la misericordia, que si no perdonamos no seremos perdonados, que el amor es el centro de nuestra vida cristiana.
¿Y cómo vivo? ¿Qué hago? ¿Cómo permito todavía al egoísmo dominar en mi vida y destruirla entre mis miserias y pecados?

Tengo un deber de reparar, de rezar, de pedir perdón por un gesto de odio religioso, por un acto grave de intolerancia contra dos imágenes muy importantes de nuestra fe católica. Pero tengo, sobre todo, que renovar el camino de conversión, para arrancar de mi vida todo pecado. Porque esos actos míos quizá (y sin quizá) le duelen a Dios mucho, más de lo que puedan hacer unas personas inconscientes y llenas de odio contra la Iglesia.

Hoy es un día para rezar, para pedir perdón, para cambiar. Dios Padre está triste, seguro, por haber visto a quienes destrozaron la imagen de su Hijo y de su Madre. Pero Dios Padre también está triste por mí y por tantos católicos que vivimos llenos de tibieza y de pecados.

Señor, desde lo más íntimo de mi corazón, Te pido perdón y misericordia por tu pueblo, por todos y cada uno de tus hijos. Arreglaremos pronto las imágenes y rezaremos para reparar el sacrilegio.

Pero, sobre todo, Te prometo que buscaré ser menos egoísta, menos tibio, menos cobarde. Desde hoy me esforzaré por vivir la caridad y testimoniar el Evangelio para que en el futuro no haya nadie que vuelva a despreciar imágenes sagradas; y para que todos podamos vivir el mandamiento del Amor que nos dejaste en tu Evangelio».
Autor: P. Fernando Pascual LC

sábado, 29 de agosto de 2009

EL PRESIDENTE DE LOS ATEOS PIDE "AVANZAR EN LA LUCHA CONTRA EL CLERICALISMO"


CREEN QUE HAY UN COMPLOT ORQUESTADO DESDE EL VATICANO

Albert Riba denuncia «una ofensiva clericalista» orquestada desde el Vaticano, «que apoyándose en otras religiones, especialmente la musulmana, pretende hacer retroceder los derechos humanos».

El presidente de la Unión de Ateos y Librepensadores (UAL) de España, Albert Riba, desgranó su programa de acciones futuras durante su intervención en el Congreso Anual de la Asociación Nacional de Librepensadores de Francia celebrado esta semana en la localidad de Peizey-Nancroix.

Para Riba, impulsor de la campaña del «bus ateo» en España, «hoy mas que nunca debemos buscar las formulas para avanzar, desde la diversidad de nuestras realidades sociales, desde la creatividad que generan las discrepancias y desde la solidaridad que tenemos entre nosotros, en el camino de la lucha común contra el clericalismo; si no conseguimos frenar pronto las fuerzas de la reacción y del conservadurismo feroz, el mundo puede convertirse en inhabitable, y solo este mundo es lo que podemos dejar a las generaciones de nuestros hijos y nietos».

Durante su discurso, el activista ateo español también aseguró que «estamos detectando una ofensiva clericalista, orquestada desde los círculos del poder más rancio y reaccionario del Vaticano, que apoyándose en otras religiones, especialmente la musulmana, pretende hacer retroceder los derechos humanos, pobremente implantados en el mundo, y la laicidad, también penosamente reconocida».

Políticos «que no tiene creencias»
El máximo dirigente de los ateos y librepensadores españoles consideró que las diversas religiones están «envalentonadas» por la cobardía de los políticos, a los que reprochó «que no tienen ningún tipo de creencias» (sic) más que su soberbia y egoísmo, razón por la cual los creyentes «cada vez actúan mas descaradamente en nuestra vieja Europa, para imponer sus dogmas y sus trasnochadas morales, como medio de dominar a las personas y alcanzar su meta que no es otra que el poder temporal en esta tierra, con su consecuencia de corrupción económica, política y moral».

Ateismo en España.
Albert Riba, tras jactarse de haber logrado con la campaña del «bus ateo» que los mismos salieran a la luz y que «los ciudadanos participaran en un gran debate sobre el derecho de ateos, agnósticos e increyentes a expresarse y participar en la realización del futuro», aseguró que la Iglesia católica lanzó «la consigna de censurar y entorpecer todos nuestros actos» razón por la cual «un número importante de políticos y funcionarios de las administraciones del Estado y de la Justicia, se han dedicado con placer a boicotear nuestra asociación, con toda clase de excusas, sean ilegales o sean inmorales. Han olvidado sus planteamientos liberales y progresistas y se han doblegado a los intereses del Vaticano».

Por último, Riba lamentó que la anunciada reforma de la Ley de Libertad Religiosa pretenda «un estado pluriconfesional, para que los privilegios de la Iglesia católica queden disimulados como derechos de las religiones» y no una ley que avance hacia la laicidad moderna y progresista. Más aún, Riba interpreta que la nueva Ley, de la que aún sólo se conocen declaraciones de intenciones como la de retirar los crucifijos de las escuelas, podría suponer una cesión del Gobierno a las «presiones» de los religiosos en contra de los laicistas y «sacrificando» los derechos de los no creyentes. Así, se pregunta: «¿Será esta ley la moneda de cambio para callar las voces contra la modificación de las leyes del aborto y la de los matrimonios entre homosexuales? O peor aún, ¿se han hecho estas leyes para contentar a los ateos y librepensadores e intentar que nos traguemos esa ley sin libertad de conciencia.
Nicolás de Cárdenas/ReL

RODEADO PERO NO VENCIDO


Sabremos si nuestra actitud está en el carril apropiado cuando seamos como el modesto hombre de negocios cuya tienda de ropa estaba amenazada con desaparecer.

La tienda de una cadena nacional se había instalado allí y había adquirido todas las propiedades de su manzana. Este hombre muy particular se rehusó a vender.
-Muy bien, entonces construiremos a su alrededor y lo sacaremos del negocio - le dijeron los competidores.

Llegó el día cuando el pequeño comerciante se encontró encerrado, con una nueva tienda por departamentos rodeando por ambos lados a su pequeño negocio. Los cartelones de los competidores anunciaban «¡Gran inauguración

El comerciante puso un cartel a todo lo ancho de su tienda que decía: «Entrada principal».

Los grandes líderes surgen cuando ocurren las crisis. En las vidas de las personas que triunfan vemos repetidamente terribles problemas que les fuerzan a levantarse por encima del promedio común.

No sólo encuentran las respuestas sino que descubren un tremendo poder dentro de sí mismas. Como el agua subterránea produce olas muy adentro en el océano, esta fuerza interior explota en una poderosa onda cuando las circunstancias parecen superarse. Entonces transpone el límite el deportista, el autor, el estadista, el científico o el hombre de negocios.

David Sarnoff dijo: «Hay mucha seguridad en el cementerio; anhelo las oportunidades».
John C Maxwell

Siempre hay una salida frente a las crisis de la vida. La clave para encontrar la puerta de salida esta siempre en nuestra actitud. ¿Cuál es la tuya hoy?

EL PAJARITO CANADIENSE


Un pajarito canadiense decidió que era un problema demasiado grande viajar al sur para el invierno.

Se dijo: «Puedo desafiar al invierno. Muchos otros animales lo hacen. No puede ser tan difícil». Cuando todas las demás aves emprendieron en bandadas el viaje hacia la asoleada América del Sur, este pajarito se quedó a esperar el invierno.

Hacia fines de noviembre, estaba pensándolo de nuevo. Nunca había sentido tanto frío, y no podía encontrar alimentos. Finalmente se quebrantó y comprendió que si no salía pronto de allí, no iba a logra pasar el invierno. Entonces empezó su solitario vuelo hacia el sur. Después de un tiempo comenzó a llover. Antes que se diera cuenta, el agua se estaba convirtiendo en hielo en sus alas. En su lucha, se dio cuenta que no podría seguir volando. Sabía que iba a morir, así que dejó de aletear y se estrelló contra el suelo junto a un granero.

Estaba allí medio aturdido cuando pasó una vaca sobre él y ¡plop!, vació su intestino sobre la pobre avecilla. El pajarito estaba completamente disgustado. Aquí estoy, pensó, muerto de frío. Voy a morir. Estoy por dar mi último aliento y entonces me cae esto encima. ¡Qué horrible manera de morir!

El pajarito contuvo el aliento y se preparó para morir. Pero después de dos minutos descubrió que estaba ocurriendo un milagro. Se estaba calentando. El hielo de sus alas se estaba derritiendo. Sus músculos se desentumecieron. La sangre fluía nuevamente. Comprendió que después de todo iba a sobrevivir. Estaba tan contento y feliz que comenzó a cantar una gloriosa canción.

En esos momentos, el viejo gato montés de la granja, que estaba echado en el heno lo oyó cantar. No lo podía creer; no había oído algo igual desde algunos meses, y se dijo: «¿No es un pájaro? Pensé que todos se habían ido para el sur por el invierno». Salió del granero, miró hasta que vio donde estaba el pajarito. Se acercó y lo sacó suavemente del desecho de la vaca, lo limpió… ¡y se lo comió!

Hay tres moralejas en este cuento:
(1) No todo el que te ensucia es enemigo;
(2) No todo el que te limpia es tu amigo;
(3) Si alguien te ensucia, calla. Lo mismo puede aplicarse a usted mientras trata de realizar su sueño.

Algunas personas que se consideran amigos pelearán contra su éxito. Otros lo apoyarán de una manera no esperada. Pero no importa quién lo critique ni cómo lo haga, no permita que nadie le desenfoque de su sueño.
John Maxwell

De cada circunstancia en la vida encontramos una bendición de Dios así como encontramos una estrategia del maligno, depende de que deseemos hoy ver.

EL ASIENTO VACÍO


El asiento vacío habla con elocuencia. A pesar de que su mensaje no es agradable, todos lo pueden oír.

§ Al predicador el asiento vacío le dice: Tu sermón no vale.
§ Al que visita la iglesia, le advierte: Ya ves, vamos perdiendo terreno.
§ Al nuevo que busca una iglesia donde asistir:Vale más esperar a ver lo que pasa aquí.
§ Al tesorero de la iglesia: “¡Cuidado! ¡Habrá un déficit!”.
§ A la madre que preparó la cena: No me importa lo que haces para mí.
§ Al compañero de trabajo: Trabaja por mí que yo llegó mas tarde.
§ Al músico:No me interesan tus horas de ensayo y disciplina.
§ A los miembros presentes les aconseja: Ustedes también pueden ausentarse el domingo próximo.
§ A los verdaderos fieles les aconseja: Trabajad, invitad, orad, orad, llenad esos asientos vacíos.

El asiento vacío testifica contra los cultos. Mata la inspiración, ahoga la esperanza. Aleja el celo y es un peso desanimador para toda iglesia.

Por otro lado, el asiento ocupado es un ala, es un estímulo, es un incentivo y una inspiración al predicador y a toda persona que ama al Señor Jesús.

Hay muchos lugares donde hay asientos vacíos. Y sus mensajes son desperanzadores. Pero los asientos ocupados trasmiten la esperanza, la confianza y el vale la pena seguir, porque hay frutos que recoger en el camino.

¿Cerca de ti hay un asiento vacío? Busca a la persona que debería estar ahí, quizás esta desanimada, frustrada o desilusionada y tú podrías hoy marcar una diferencia para ella o él. El asiento vacío gime esperando que tú hagas algo por volverlo a llenar.

Tú serás echado de menos, porque tu asiento estará vacío” 1 Samuel 20:18.

No dejemos de congregarnos, como acostumbran hacerlo algunos, sino animémonos unos a otros, y con mayor razón ahora que vemos que aquel día se acerca. Heb 10:25

CONFIDENCIAS DE JESÚS A UN SACERDOTE


RIGOR DE LA DIVINA JUSTICIA

Jesucristo:
Muchos no llegan a convencerse de la eventualidad de un grande futuro castigo. Muchos lo dudan: otros muchos lo niegan terminantemente y afirman que un gran castigo debe considerarse contrario a la divina Misericordia.

Tam­poco mis Apóstoles quisieron aceptar la idea de mi Pasión y Muerte; no quisieron aceptar mis palabras. La presunción impedía a mis Apóstoles el ver claro, esto es, los privaba del don de sabiduría.

Hoy para muchos se repite otra vez la misma cosa.

Yo, Verbo de Dios hecho carne, Dios como el Padre y el Espíritu Santo, he sido la Víctima por excelencia del rigor de la Justicia divina.

El Amor por la humanidad perdida determinó por parte de la Santísima Trinidad el Misterio de la Encarnación, Pasión y Muerte mía. Por la boca de la Sabiduría ha sido dicho: "Propter peccata veniunt adversa" (Por los pecados vienen las contrariedades).

El pecado es una deuda personal y social que el hombre como individuo y la colectividad contraen con Dios. Dios puede siempre pedir una satisfacción parcial y digo parcial porque ni el hombre como individuo ni la sociedad pueden extinguir totalmente la deuda. Por esto ha provisto Dios con el Misterio de mi Encarnación, Pasión y Muerte.

La misma e indivisible cosa.

A los que con tanta seguridad afirman que no se necesita hablar de castigos, sino sólo y siempre de la Mise­ricordia divina, Yo les respondo enérgicamente afirmando que Misericordia y Justicia en Dios son la misma e indivi­sible cosa. Yo respondo que impunemente Deus non irridetur" (De Dios nadie se ríe) Yo respondo que cuando la iniquidad supera el nivel de flotación, como vosotros decís, entonces la Justicia divina perseguirá sus inescrutables fines.

He dicho y repito que las ciudades de esta generación incrédula e impía, son peores que Sodoma y Gomorra; he dicho que la corrupción ha entrado por todas partes, que el mal se difunde por la tierra con la violencia de un torrente que desborda.

Ni siquiera mi Iglesia ha quedado inmune.

Mu­chos de mis sacerdotes se han contaminado. El rechazo de Dios jamás ha estado tan universalizado.

La copa rebosa.

¡Pobres sacerdotes míos, qué miopes están que igno­ran y no ven ni comprenden como Dios aún en su ira es movido como siempre por un designio de Misericordia!
Pero ¿Por qué tantos sacerdotes míos no piensan en mi te­rrible agonía en el Getsemaní? ¿Por qué no piensan que en mi sudor de sangre, en el abandono de Mi Padre, pesaba todo el rigor de la divina Justicia sobre Mí, su Hijo Unigénito? Es porque me había echado encima todos los pecados de los hombres...

También esta Justicia era siempre fruto de un designio de Infinita Misericordia.

No serán la incredulidad y la necedad las que deten­gan el Brazo de Dios para no castigar a la humanidad or­gullosa y soberbia. Mi Madre lo ha podido hacer. Los sufrimientos de los buenos y de los inocentes, el heroico ofrecimiento de las almas víctimas, han podido mitigar y aplazar el ya decretado castigo.

Pero ahora la copa rebosa. La medida está colmada hasta lo inverosímil, el derrumbe está en marcha, aunque la ceguera impide a los hombres ver el preludio de la inmensa catástrofe.

Mientras tanto la Misericordia divina, que muchos de mis sacerdotes no saben conciliar con la Justicia, ha puesto en movimiento los numerosos fermentos para una Iglesia purificada y regenerada sobre nuevas estructuras y también para una humanidad rehecha y liberada de todas las locuras del orgullo humano. Misericordia y Justicia, en paso a la par, seguirán su curso.

Hijo, dilo: urge predisponer los ánimos a la oración, a la penitencia y a la conversión.

¡Tened confianza! Dios, aun en su justicia, es siempre Amor, y toda su acción es movida por el Amor.

Te bendigo: ámame mucho. Compénsame con tu amor las ingratitudes y las ofensas.
Mons. Ottavio Michelini
8 de Octubre de 1975

EL "SÍ" DE MARÍA Y EL "SÍ" DE CADA HOMBRE Y MUJER


Dios nos pide a cada uno de nosotros que le acojamos, que pongamos a disposición nuestro corazón y nuestro cuerpo, para que Él pueda habitar en el mundo.

Queridos hermanos y hermanas:
Recordando la gran fiesta de la Asunción de María al Cielo, leemos en el Evangelio estas palabras de Jesús: "Yo soy el pan vivo bajado del cielo" (Juan 6, 51). No podemos permanecer indiferentes ante esta correspondencia, que gira en torno al símbolo del "cielo": María ha sido "elevada" al lugar del que su Hijo había "bajado".

Naturalmente este lenguaje, que es bíblico, expresa con términos figurativos algo que no entra completamente en el mundo de nuestros conceptos e imágenes. Pero, ¡detengámonos un momento a reflexionar!

Jesús se presenta como el "pan vivo", es decir, el alimento que contiene la vida misma de Dios y es capaz de darla a quien come de Él, el verdadero alimento que da vida, que alimenta profundamente. Jesús dice: "si uno come de este pan, vivirá para siempre; y el pan que yo le voy a dar es mi carne por la vida del mundo" (Juan 6, 51).

Pues bien, ¿de quién ha tomado el Hijo de Dios su "carne", su humanidad concreta y terrenal? La tomó de la Virgen María. Dios tomó de Ella el cuerpo humano para entrar en nuestra condición mortal. A su vez, al final de la existencia terrena, el cuerpo de la Virgen fue llevado al cielo por parte de Dios e hizo que entrara en la condición celestial.

Es una especie de intercambio en el que Dios siempre toma la iniciativa, pero en cierto sentido, como hemos visto en otras ocasiones, tiene también necesidad de María, del "" de la criatura, de su carne, de su existencia concreta, para preparar la materia de su sacrificio: el cuerpo y la sangre para ofrecerla en la Cruz como instrumento de vida eterna y, en el sacramento de la Eucaristía, como alimento y bebida espirituales.

Queridos hermanos y hermanas: lo que le sucedió a María es válido también, de manera diferente aunque real, para todo hombre y mujer, porque Dios nos pide a cada uno de nosotros que le acojamos, que pongamos a disposición nuestro corazón y nuestro cuerpo, toda nuestra existencia, nuestra carne - dice la Biblia -, para que Él pueda habitar en el mundo.

Nos llama a unirnos a Él en el sacramento de la Eucaristía, Pan partido para la vida del mundo, para formar juntos la Iglesia, su Cuerpo histórico. Y si nosotros decimos "", como María, en la misma medida de este nuestro "" tiene lugar también para nosotros y en nosotros este misterioso intercambio: quedamos asumidos en la dignidad de Aquél que ha asumido nuestra humanidad.

La Eucaristía es el medio, el instrumento de esta transformación recíproca, que tiene siempre a Dios como fin y como actor principal: Él es la Cabeza y nosotros los miembros; Él es la Vid, y nosotros los sarmientos, quien come de este Pan y vive en comunión con Jesús, dejándose transformar por Él y en Él, queda salvado de la muerte eterna: ciertamente muere como todos, participando también en el misterio de la pasión y de la Cruz de Cristo, pero ya no es esclavo de la muerte y resucitará el último día para gozar de la fiesta eterna con María y todos los santos.

Intervención con motivo del Ángelus, el 16 de agosto 2009
Autor: SS Benedicto XVI

ENFRENTANDO TIEMPOS DIFÍCILES


¿Estamos tomando la decisión correcta? ¿Debería cambiar de dirección y línea de trabajo o deberé buscar otro empleo?

Cuando las cosas no son lo que solían ser y los tiempos difíciles nos rodean, es normal que comencemos a cuestionarnos a nosotros mismos y nuestra motivación. Pero es entonces que necesitamos vernos como realmente somos.

En primer lugar, necesitamos creer que Dios tiene control de todo, segundo creer en nosotros mismos 100%. También necesitaremos una buena dosis de fuerte motivación, montones de pensamiento y actitud positiva. ¿Sencillo, verdad? Sí, así es si tenemos o estamos dispuestos a aprender cómo colocar los pre-requisitos de arriba a trabajar.

Hablemos con nuestros amigos y familiares sobre nuestra situación. Pueden ser un apoyo positivo. O tal vez sea tiempo de involucrar a un consejero de vida. Nuestro temor y resistencia intentarán frenarnos y un fuerte apoyo hará una enorme diferencia en alcanzar nuestras metas.

Si vemos las estadísticas de la Alianza Nacional para los Enfermos Mentales, cada año 37,000 estadounidenses mueren por su propia mano, uno cada 16 minutos. El suicidio es la décima causa principal de muerte en los Estados Unidos y el tercer asesino más frecuente de jóvenes. Solo en 2004, el 16% de los suicidios se dio entre la gente con 65 años o más. De casi 16,000 muertes violentas en 16 estados, 56% fueron suicidios.

Los tiempos difíciles que enfrentamos en el mundo ahora mismo requieren un acercamiento más espiritual en nuestra vida diaria con Dios. Necesitamos más que nunca examinarnos y pedir a Dios que podamos hallar esa paz interior.

Cuando algunos nos dicen: no sea un quejón, la vida es buena, lo que realmente quisiéramos hacer es abofetearlos. Tenemos una hipoteca o pago vencido, impuestos, la tarjeta de crédito, el colegio de los niños y Dios sabe qué más, y no hay dinero en el banco. ¿Y la vida es buena? ¡Caramba!

A continuación listamos algunas cosas fáciles y prácticas sugeridas para vadear estos tiempos difíciles:
1- Gratitud. Usemos esta fórmula sencilla de actitud positiva y gratitud. La Biblia nos dice: Dad gracias en todo, porque esta es la voluntad de Dios para con vosotros en Cristo Jesús 1 Tesalonicenses 5:18. No somos tontos, pero a menudo nos olvidamos de dar gracias por todo lo que tenemos en la vida. No resistamos el cambio y las situaciones, eso sólo nos trae ansiedad y dolor. Cada vez que somos agradecidos, transformamos ese momento en algo positivo, lo que a su vez transforma nuestra vida.

2- Afirmación Positiva. Usemos afirmaciones positivas tanto como nos sea posible. Hagámoslas desde que nos levantamos hasta que nos acostemos. Implantarán en nuestro cerebro una nueva ruta de actitud positiva a seguir. Podremos toparnos con resistencia de nuestro viejo yo en este nuevo camino, pero no resistamos y seamos agradecidos por tener estas opciones y, que seamos nosotros quienes diseñemos y creemos nuestra propia realidad. Listemos una selección de afirmaciones positivas y peguémoslas por toda la casa. Tengo una lista de ellas en mi blog, Soñemos nuestra Vida Positivamente. Podemos comenzar con estas: Soy bueno, soy guapo y soy exitoso. Estoy agradecido por mi vida. Estoy agradecido por mí mismo. Sólo acepto lo que es bueno y positivo. Antes, en todas estas cosas somos más que vencedores por medio de aquel que nos amó (Romanos 8:37).

3- Visualicemos. Visualicemos nuestra vida y todo lo que queremos en su estado completo y perfecto. Sonidos, olores, sabores, traiga todas estas sensaciones a su sueño. Entre más ricas y vívidas nuestras visualizaciones, más pronto las experimentaremos en la vida real. Hebreos 13:5 Sean vuestras costumbres sin avaricia, contentos con lo que tenéis ahora; porque él dijo: No te desampararé, ni te dejaré.

4- Analicemos. Revisemos lentamente los problemas. Aprendamos a verlos como espectadores. Otra vez, no los resista. Deje que vengan y se vayan sin involucrarse emocionalmente con ellos. Son situaciones y distintas opciones que hacen interesante a la vida. Nuestra hipoteca, nuestras cuentas vencidas, los problemas familiares estarán allí mañana, pero ahora podremos verlos desde un ángulo diferente. Romanos 8:28 Y sabemos que á los que á Dios aman, todas las cosas les ayudan á bien, es á saber, á los que conforme al propósito son llamados.

Ahora le damos la bienvenida y estamos agradecidos por esta nueva puerta en nuestra vida. Los pasos de arriba parecerán un poco simplistas, pero nuestro desafío es practicarlos una y otra vez cada día de nuestras vidas. No hay respuestas fáciles o soluciones rápidas para las situaciones difíciles; pero con esta comprensión estaremos un paso más cerca de comprender que Dios tiene el control de TODO.

Fuimos creados con cualidades maravillosas.
1 Pedro 2:9. Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, gente santa, pueblo adquirido, para que anunciéis las virtudes de aquel que os ha llamado de las tinieblas á su luz admirable.
Ton Pascal

Aunque el pensamiento de hoy parezca estar fuertemente anclado en el terreno de la filosofía del pensamiento positivo - con el cual no estamos del todo de acuerdo - no cabe duda de que nos regala algunos principios realmente importantes para nuestra vida diaria. Esto se torna clave en medio de los tiempos que nos ha tocado vivir. Lo cierto es que el poder reflexionar (meditar) y saber ser agradecidos con Dios y con quienes nos rodean y han sido instrumentos del Creador para bendecirnos son elementos fundamentales no sólo para vivir en medio de tiempos difíciles sino en cualquier tiempo. Disfrute el desafío del auto y, sobre todo, aferrémonos más que nunca al Salvador. Adelante y que Dios les bendiga.
Raúl Irigoyen

Romanos 8:37-39. Antes, en todas estas cosas hacemos más que vencer por medio de aquel que nos amó. Por lo cual estoy cierto que ni la muerte, ni la vida, ni ángeles, ni principados, ni potestades, ni lo presente, ni lo por venir. Ni lo alto, ni lo bajo, ni ninguna criatura nos podrá apartar del amor de Dios, que es en Cristo.
Jesús Señor nuestro

¿A CUAL GENERAL VAMOS A SEGUIR?


El General Tsao Tsao iba delante de su cansado regimiento de soldados.

La marcha era larga y sólo él iba a caballo. Los soldados estaban desalentados y tenían mucha sed debido al intenso calor que los agobiaba. De repente el general, divisando el panorama desde lo alto de su montura, les dijo:
-Puedo ver un frondoso jardín con una fuente de agua y frutas en abundancia

Con esto los hombres recobraron el ánimo y aligeraron el paso; pero transcurrió una hora sin que llegaran al anunciado jardín. La verdad era que no había ningún jardín. Se habían dejado engañar, y terminaron más desconsolados y sedientos que nunca. Su general los había engañado.

Esta anécdota la cuenta la señora Chang Kai-Chek en su libro titulado Hablando con Dios. La pregunta que muchos se harán acerca de la conducta del general es: A la hora de la verdad, ¿qué importó que engañara a sus soldados con tal de lograr los objetivos que perseguía? ¿Acaso el fin no justifica los medios?

La respuesta la encierra la pregunta misma, que da por sentado que habrá una «hora de la verdad». Con sólo decir: «A la hora de la verdad», reconocemos el hecho de que tarde o temprano se sabe si algo es verdad o mentira. Y todos estamos conscientes de que sólo el ingenuo se deja engañar la segunda vez por la misma persona. Por eso se dice: «Si me engañas una vez: ¡qué vergüenza la tuya! Si me engañas dos veces: ¡qué vergüenza la mía

Esta vida es una marcha que a veces se vuelve larga y forzosa; nosotros somos los soldados bajo las órdenes de un general. Pero a diferencia de los soldados de Tsao Tsao, nosotros no tenemos que seguir forzosamente a ningún general, sino que podemos escoger a qué general vamos a seguir. Sin embargo, hay sólo dos generales a los que podemos seguir; el uno digno de confianza y el otro no. El uno es Dios; el otro es el diablo.

Ahora bien, Dios nos creó con libre albedrío para decidir a cuál de los dos seguir: a su Hijo Jesucristo, o a su archienemigo Satanás. Cristo dice la verdad porque Él es la verdad misma. En cambio, el diablo miente porque no puede hacer otra cosa que mentir. Cristo mismo lo califica de «padre de la mentira», que «cuando miente, expresa su propia naturaleza, porque es un mentiroso».

En vez de seguir al general que nos promete un oasis en este mundo, y a la hora de la verdad nos conduce a ese desierto que es el infierno, ¿por qué no seguir al que nos advierte que este mundo es un desierto en el que sufriremos aflicciones, y a la hora de la verdad nos conduce a ese oasis que es el cielo? De hacerlo así, no tendremos que pasar la vergüenza y el horror de ser engañados dos veces por el enemigo de nuestra alma.
Por: Carlos Rey