lunes, 19 de octubre de 2009

ORACIÓN A SAN JOSÉ


Antigua oración a San José, más de 1900 años.
(Extraída del devocionario LA PIETA)

¡Oh, San José!, cuya protección es tan grande,
tan poderosa y eficaz ante el Trono de Dios,
en vuestras manos entrego todos mis intereses y deseos.

¡Oh, San José!,
asistidme con vuestra poderosa intercesión.

Obtened por mí, de vuestro Divino Hijo, Nuestro Señor,
todas las bendiciones espirituales que necesito.
A fin de que, habiendo conseguido, aquí en la tierra,
la ayuda de vuestro poder celestial,
pueda ofrecer mi gratitud y homenaje,
al Padre más Amoroso.

¡Oh, San José!, nunca me cansaré
de contemplaros con el Niño Jesús
dormido en vuestros brazos.
No me atrevo acercarme
mientras que el Niño reposa sobre vuestro corazón.
Abrazadle fuertemente en mi nombre;
y de parte mía, besad su fina y delicada Cabecita.
Luego, suplicadle que me devuelva ese beso
a la hora de mi último suspiro.
San José,
Patrono de los moribundos, rogad por nosotros.
Amén.
Esta oración fue descubierta en el año quincuagésimo de Nuestro Señor Jesucristo. En el siglo XVI, le envió el Papa esta Oración al Emperador Carlos. El Emperador recibió esta Oración al prepararse para emprender la batalla.

Los que leyesen esta Oración serán premiados. Igualmente se premiará a los que la escuchasen al ser leída; o si la llevasen en su persona. A todas estas almas se les promete que no morirán repentinamente; ni se ahogarán; ni serán afectados por el veneno. No caerán en manos de sus enemigos; ni serán consumidos en ningún incendio; ni aún en la batalla.
Con permiso de la Iglesia

No hay comentarios: