lunes, 29 de marzo de 2010

¿TE QUEJAS? SI NO HAS PASADO POR ESTO, TODAVÍA NO PASAS POR NADA


REFLEXIÓN POR SEMANA SANTA

¿Te ha sentenciado, no un tribunal, sino todos? ¿Te han condenado los mismos que antes te habían aclamado?

Cada uno de nosotros tenemos nuestra vocación, hemos venido al mundo para algo concreto, para realizarnos de una manera particular. ¿Cuál es la mía y cómo la llevo a cabo? Pero hay algo, Señor, que es misión mía y de todos: la de ser Cirineo de los demás, la de ayudar a todos.

Nuestra Madre es la mujer valiente, decidida, que se acerca a Ti cuando todos te abandonan. Yo, Señor, te abandono cuando me dejo llevar por el "qué dirán", del respeto humano, cuando no me atrevo a defender al prójimo ausente, cuando no me atrevo a replicar una broma que ridiculiza a los que tratan de acercarse a Ti. Y en tantas otras ocasiones.

Señor, caes delante de todos... ¿Cuándo aprenderé yo a no temer el quedar mal ante los demás, por un error, por una equivocación? ¿Cuándo aprenderé que también eso se puede convertir en ofrenda?

Muchas veces, tendría yo que analizar la causa de mis lágrimas. Al menos, de mis pesares, de mis preocupaciones. Tal vez hay en ellos un fondo de orgullo, de amor propio mal entendido, de egoísmo, de envidia.

Debería llorar por mi falta de correspondencia a tus innumerables beneficios de cada día, que me manifiestan, Señor, cuánto me quieres. Dame profunda gratitud y correspondencia a tu misericordia.

Más cerca de la Cruz. Más agotado, más falto de fuerzas. Caes desfallecido, Señor. ¿Alguna vez me he sentido así?

Yo digo que me pesan los años, que no soy el de antes, que me siento incapaz.

Arrancan tus vestiduras, adheridas a Ti por la sangre de tus heridas. Me pregunto: ¿Alguna vez me pasó eso?

Señor, a infinita distancia de tu dolor, yo he sentido, a veces, cómo algo se arrancaba dolorosamente de mí por la pérdida de mis seres queridos. Que yo sepa ofrecerte el recuerdo de las separaciones que me desgarraron, uniéndome a tu pasión y esforzándome en consolar a los que sufren, huyendo de mi propio egoísmo.

Señor, que yo disminuya mis limitaciones con mi esfuerzo y así pueda ayudar a mis hermanos. Y que cuando mi esfuerzo no consiga disminuirlas, me esfuerce en ofrecértelas también por ellos.

Te adoro, mi Señor, muerto en la Cruz por Salvarme. Te adoro y beso tus llagas, las heridas de los clavos, la lanzada del costado... ¡Gracias, Señor, gracias!

Has muerto por salvarme, por salvarnos. Dame responder a tu amor con amor, cumplir tu Voluntad, trabajar por mi salvación, ayudado de tu gracia. Y dame trabajar con ahínco por la salvación de mis hermanos.

Déjame estar a tu lado, Madre, especialmente en estos momentos de tu dolor incomparable. Déjame estar a tu lado. Más te pido: que hoy y siempre me tengas cerca de Ti y te compadezcas de mí.

Haz Señor, que me encuentre al lado de tu Madre en todos los momentos de mi vida. Con ella, apoyándome en su cariño maternal, tengo la seguridad de llegar a Ti en el último día de mi existencia. ¡Ayúdame Madre!

Tú caes, Señor, para redimirme. Para ayudarme a levantarme en mis caídas diarias, cuando después de haberme propuesto ser fiel, vuelvo a reincidir en mis defectos cotidianos.

Haz que yo comprenda, Señor, el valor de la cruz, de mis pequeñas cruces de cada día, de mis achaques, de mis dolencias, de mi soledad; que comprenda todo lo que sufriste por mí sin quejarte porque nos amas mucho.

Todo ha terminado. Pero no: después de la muerte, la Resurrección. La muerte a mis pecados y mi resurrección en Ti. Enséñame a ver lo transitorio y pasajero, a la luz de lo que perdura. Y que esa luz ilumine todos mis actos. Así sea.

LOS 15 OCULTOS SUFRIMIENTOS Y DOLORES DE JESÚS EN SU PASIÓN

CRISTO DIJO:
-Aquellos pensaron que Yo era el peor de los hombres que vivía en es época en el mundo – por eso:

Primero:
Líder: Amarraron con una cuerda mis pies y me arrastraron escalera abajo hacia un sótano sucio y maloliente.
Todos: Señor, perdóname y perdona a toda la humanidad por lo que a Ti te hicimos.

Segundo:
Líder: Me desvistieron y me hincaron el Cuerpo con púas de hierro.
Todos: Señor, perdóname y perdona a toda la humanidad por lo que a Ti te hicimos.

Tercero:
Líder: Me ataron una soga al Cuerpo y me arrastraron por todo el inmundo piso del sótano.
Todos: Señor, perdóname y perdona a toda la humanidad por lo que a Ti te hicimos.

Cuarto:
Líder: Me abrazaron a un pedazo de madera y me colgaron, hasta que no pude más. Me solté y caí; mi dolor fue tan grande que lloré lágrimas de sangre.
Todos: Señor, perdóname y perdona a toda la humanidad por lo que a Ti te hicimos.

Quinto:
Líder: Me ataron a un poste de madera y traspasaron mi Cuerpo con diferentes armas punzantes: me apedrearon y me quemaron con carbones ardientes y con sus antorchas.
Todos: Señor, perdóname y perdona a toda la humanidad por lo que a Ti te hicimos.

Sexto:
Líder: Me traspasaron con lanzas y púas; me arrancaron piel y carne de mi Cuerpo y Venas.
Todos: Señor, perdóname y perdona a toda la humanidad por lo que a Ti te hicimos.

Séptimo:
Líder: Me ataron a una columna y me quemaron con latas calientes.
Todos: Señor, perdóname y perdona a toda la humanidad por lo que a Ti te hicimos.

Octavo:
Líder: Me pusieron una corona de hierro y me vendaron los ojos con trapos sucios e inmundos.
Todos: Señor, perdóname y perdona a toda la humanidad por lo que a Ti te hicimos.

Noveno:
Líder: Me sentaron sobre filosos clavos, los cuales se me clavaron y me produjeron enormes agujeros en mi Cuerpo.
Todos: Señor, perdóname y perdona a toda la humanidad por lo que a Ti te hicimos.

Décimo:
Líder: Echaron sobre mis heridas plomo líquido y brea derretida; luego me empujaron y caí bruscamente.
Todos: Señor, perdóname y perdona a toda la humanidad por lo que a Ti te hicimos.

Onceavo:
Líder: Me ultrajaron, y de castigo me incrustaron alfileres y clavos en los huecos que quedaron de mi arrancada piel.
Todos: Señor, perdóname y perdona a toda la humanidad por lo que a Ti te hicimos.

Doceavo:
Líder: Me arrojaron sobre una cruz en la cual me ataron tan fuertemente que no podía respirar.
Todos: Señor, perdóname y perdona a toda la humanidad por lo que a Ti te hicimos.

Treceavo:
Líder: Me pisaron mi cabeza; uno de ellos pisó mi pecho y luego sacando una espina de mi corona me la clavó en la lengua.
Todos: Señor, perdóname y perdona a toda la humanidad por lo que a Ti te hicimos.

Catorceavo:
Líder: Me echaron las más asquerosas inmundicias en mi boca.
Todos: Señor, perdóname y perdona a toda la humanidad por lo que a Ti te hicimos.

Quinceavo:
Líder: Me dijeron las más infames palabras y expresiones denigrantes; me ataron las manos atrás de mi espalda, y me sacaron a golpes y empujones de aquella prisión, a la vez que me azotaban repetidas veces.
Todos: Señor, perdóname y perdona a toda la humanidad por lo que a Ti te hicimos.
Líder: Amén.
(Esto fue revelado a una vidente… para orar en grupo o a solas)

INVOCACIONES A DIOS PADRE

Líder: ¡Señor del universo! Te rogamos, que esta humanidad, llevada cada día más al precipicio, se enteren que:

Jesús en su pasión sufrió por todos, ya que cada día hay más soldados clavándolo, y que esos soldados muchas veces, somos nosotros mismos.

§ Que entiendan que a nuestra Santa Madre María le sigue sangrando el corazón, por el dolor de ver nuevamente a su Hijo escarnecido.
§ Que entiendan que cada pecado apaga el fuego del amor ardiente de Sacratísimo Corazón de mi Jesús y del Santísimo Corazón de mi Madre María, y que cada conversión lo vuelve hacer arder.
§ Que entienda la humanidad que los placeres de este mundo son ínfimos comparados con la gloria de ver y gozar de la Gloria de Dios en el cielo, y que, más bien, cada pecado, son lanzas nuevas clavadas en el Corazón de Jesús.

Grupo Católico de Oración por los Enfermos “Sí Señor
José Miguel Pajares Clausen
Abril 2010

2 comentarios:

Anónimo dijo...

SABE? SE QUE MI SUFRIMIENTO NI EL DE NINGUNA PERSONA SE COMPAPARA CON EL DE NUESTRO SEÑOR JAMAS POR QUE APARTE EL FUE Y SIEMPRE SERA EL MAS VALIENTE PERO LO QUE YO LE PEDIA A USTED ERA SU ORACION PARA SER ESCUCHADA, POR EL.POR QUE CREO USTED ESTA MAS CERCAY AUNQUE MUCHAS VECES E VISTO COMO UNAS COSAS SE ARREGLAN MILAGROSAMENTE EN MI VIDA SE KE AUN ME FALTA MUCHO PARA TENER UN LUGAR COMO EL SUYO. LEI EL DE RECORDAR EL PASADO Y TAMBIEN ME ENCANTO

Hermano José dijo...

LOS CAMINOS DEL SEÑOR PARA LLEGAR A UNO SON MUCHOS E INCOMPRENDIBLES
BENDICIONES POR CASA