jueves, 31 de marzo de 2011

DESCANSO EN EL ESPÍRITU "II" - ALGUNAS RESPUESTAS A SUS PREGUNTAS


Mucho se habla del DESCANSO EN EL ESPÍRITU, el "ESTAR SIN ESTAR ESTANDO", pero pocas son las cosas importantes.

Primeramente, es el ESPÍRITU SANTO el que te toma en su poder con tu permiso, por lo que no te debes aferrar y no querer salir del DESCANSO por más hermoso que se sienta, eso sería atar al ESPÍRITU SANTO, y eso no es bueno. El ESPÍRITU SANTO debe entra y salir libremente. Lo que se debe hacer es dejar que él actué como Él quiera, y llegado el momento, dejarlo partir. El líder del grupo, u otras personas por él designadas, podrán inducir con un "AMÉN" sobre la cara de la persona en descanso, LA SALIDA, después de un tiempo prudencial.

No se debe tocar a la persona en descanso – menos pasar caminando por encima de ella (algunos lo hacen) -, no porque sea algo prohibido o malo, sino que podría interrumpir la acción del ESPÍRITU. Algunos tocan a la persona en la nariz o cualquier otra parte para que la persona salga del DESCANSO... (he visto a sacerdotes hacerlo) eso no se debe hacer... basta con el "AMÉN" sobre el rostro para que la persona salga.

Si la persona demora en salir puede ser por: Se quedó dormida (sueño normal). Esto puede suceder cuando la persona llega cansada a la reunión. Para el líder debe ser fácil diferenciar un DESCANSO de un SUEÑO NORMAL. Otra: Porque el ESPÍRITU SANTO está actuando. De todas maneras, luego de un tiempo prudencial, se le debe inducir a salir. Se agradece siempre al ESPÍRITU SANTO por haber estado en su corazón y se procede a sacarla. El buen líder sabrá cuando hacerlo. Otra: La persona se aferra al gozo que siente en el DESCANSO y se niega a salir.

El DESCANSO puede ser conciente o inconsciente. En el caso de conciente, la persona escucha todo lo que pasa a su alrededor pero no puede moverse ni abrir los ojos. En el caso de inconsciente, no siente nada, excepto el gozo de la presencia de Dios en su corazón, pero a pesar de eso, siempre queda algo de voluntad conciente que le permitirá salir sola o ayudada.

Durante el DESCANSO el ESPÍRITU SANTO irá preparando a la persona, ya sea dándole dones especiales o para poder dirigirse al grupo. Si este fuera el caso: la persona se podrá parar y decir lo que el ESPÍRITU desea, o simplemente hacerlo en el suelo. En este trance, el ESPÍRITU SANTO, da chance para que El Padre, el Hijo, la Virgen María o los Ángeles del Grupo se manifiesten y dejen su mensaje. El ESPÍRITU SANTO pocas veces habla, más se comporta como un conductor de lo que en ese momento está sucediendo.

La CAÍDA EN DESCANSO puede ser asistida por alguien del grupo que la recibirá y la pondrá en el suelo. Otras personas no necesitan de esta asistencia y se caen solas. En caso de que se caiga sola, esta podrá caer sobre lo que sea y no sufrirá ningún daño, caiga sobre fuego, vidrios, etc. Cuando el DESCANSO es real y no fingido - como en ciertos casos de personas que fingen descanso...- en la caída no les pasará nada... caen como plumas, no pesan nada.

Normalmente nosotros somos más materia que espíritu, por eso es que podemos movernos, caminar, etc., pero la cosa cambia al entrar en DESCANSO, somos más espíritu que materia y el espíritu no pesa. Hay personas que ansían CAER EN DESCANSO y se dejan caer concientemente. Este puede ser un acto de humildad ante el ESPÍRITU SANTO como diciéndole: “Aquí estoy señor... tómame”. Esto no es malo, lo malo es cuando no se hace con humildad. Recuerden que al ESPÍRITU SANTO no lo van a engañar.

No traten de caer en descanso si están solos... es preferible que lo hagas en su grupo de oración, a menos que ya tengan tiempo en estos caminos del Señor y estén muy bien preparados.

Testimonio: Una señorita de nuestro grupo de oración estaba en una reunión de amigos y empezó a hablar sobre el grupo y que caía en DESCANSO ESPIRITUAL. Los amigos se extasiaron escuchándola y ella empezó a entrar en un trance muy parecido al DESCANSO, se dirigió al orilla del mar y empezó a entrarse (estaban en la playa), los amigos tuvieron que sacarla y apartarla. Un amigo del grupo me llamó contándome lo que estaba sucediendo, le pedí que la pusiera al teléfono y la liberé. No era el ESPÍRITU SANTO sino el demonio el que se interpuso para que ella no diera testimonio de su actuación en el grupo. Por eso les pido que no lo hagan si no están en oración y protegidos por su grupo de oración. El enemigo está en todas partes y es el primero en llegar para entorpecer la acción del ESPÍRITU SANTO... a veces lo logra... con esto no se juega.

Los dones del ESPÍRITU SANTO son muchos y los reparte según su voluntad. No todos podrán caer en descanso, pero sí podrán servir a Dios en otras circunstancias: Don de Lenguas, Traducción de las mismas, Ambas a la vez, Discernimiento, Profecía, Sanación, Intercesión, Servicio, etc.

Grupo Católico de Oración por los Enfermos “Sí Señor

José Miguel Pajares Clausen

Fundador y Coordinador General

ABBA NUESTRO


Dijo: Jesús:

- Y al orar, no os perdáis en palabras como hacen los paganos, creyendo que Dios los va a escuchar por hablar mucho. No seáis como ellos, pues ya sabe vuestro Padre lo que necesitáis antes de que vosotros se lo pidáis. Vosotros orad así: Padre nuestro, que estás en el cielo, santificado sea tu nombre; venga tu reino; hágase tu voluntad en la tierra como en el cielo; danos hoy el pan que necesitamos; perdónanos nuestras ofensas, como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden; no nos dejes caer en tentación; y líbranos del mal. Porque si vosotros perdonáis a los demás sus culpas, también os perdonará a vosotros vuestro Padre celestial. Pero si no perdonáis a los demás, tampoco vuestro Padre perdonará vuestras culpas".

Los apóstoles quieren aprender a rezar, como nosotros. Y los maestros espirituales nos hablan de técnicas de relajación, de métodos de oración, de mantras... Se nos sigue haciendo difícil rezar. Nos cuesta, porque olvidamos lo esencial.

El padrenuestro, más allá de las palabras, nos enseña el espíritu con el que hemos de hacerlo:

- Con confianza: Convencidos de que Él ya conoce nuestras necesidades. Dios no espera la perfección de nuestra técnica, ni los éxtasis ni nuestras bellas palabras. Dios espera que nos abandonemos como hijos en sus brazos. Como niños pequeños que llaman Abba (papaíto) a su padre.

- Perdonando: No podemos acercarnos a rezar llenos de odios y rencores. No podemos llamar a Dios Abba, si no consideramos a todo hombre como un hermano. No podemos rezar si no vivimos como hermanos, si no sabemos encontrar a Dios en cada hombre.

- Desde el fondo del corazón: No importan las palabras, las fórmulas, las técnicas. Dios espera nuestro corazón. Si nuestro interior está rebosando amor, no hace falta nada más. Dios no está esperando oraciones pronunciadas como fórmulas mágicas. Lo importante no son las palabras, sino el amor que hay tras ellas. Dios espera que le amemos desde el fondo de nuestro corazón.

EL LIDER DEL GRUPO


No es fácil ser dueño de un negocio pequeño.

Cuando comienzas a tener una buena clientela, llega un hábil competidor que te copia tu estilo o mejora tus métodos. Lo siguiente es que ves disminuir tus entradas y te pones a vigilar tratando de evitar que te perjudique otra ola de oportunistas.

Un hombre que vivía en la costa oeste de los Estados Unidos se encontró con esta situación. Su primera empresa fue en la línea comercial. Cuando grandes compañías prácticamente se apoderaron de las aguas, él comenzó a alquilar pequeños veleros y kayaks a la gente que quería explorar la bahía. Muy pronto, otros que tenían socios más adinerados comenzaron también esa línea. De nuevo, necesitaba una nueva idea. ¿Y comenzaba a hacer giras submarinas? Después de una investigación, se dio cuenta que el costo de comprar y mantener un submarino estaba fuera de sus posibilidades. Sin embargo, ¡un barco semisumergible con vista al océano no lo estaba! La embarcación se parece a un submarino, pero no se sumerge. Los pasajeros pueden ir debajo de la cubierta y observar la fascinante vida debajo del mar.

Cuando tus entradas parecen irse con la marea, tal vez debas ser un poco creativo. Habla con otras personas, investiga, considera aun las ideas «locas» y saca lo que puedas de ellas. Tú no sabes cuál es la ola que te puede llevar a salvo hasta la orilla provechosa.

La obra creativa de Dios no terminó con su creación del mundo. Él sigue su obra hoy al darnos a cada uno una dosis de creatividad. Nos invita a ser parte de su plan y propósito para la tierra al usar esta energía creativa. Sus ideas son el don de Dios para su provisión, prosperidad y el cumplimiento de su propósito en la vida.

Pídele al Señor que te inspire de una forma nueva hoy. ¡Pídele que te dé su siguiente idea para tu vida!

He aquí, las cosas anteriores se han cumplido, y yo anuncio cosas nuevas; antes que sucedan, os las anuncio. - Isaías 42:9

EL ANACORETA Y SETENTA VECES SIETE...


Hablaban nuestros dos amigos sobre el evangelio del día.

El joven seguidor dijo:

-Realmente, eso de perdonar setenta veces siete, es decir, siempre, es muy difícil por no decir imposible.

Sonrió el Anacoreta mientras decía:

-Sí. Pero este texto, junto al de amar a los enemigos, es central en el cristianismo. Lo entendió muy bien Gandhi, que no era cristiano, cuando dijo a propósito de la vida de Jesús: "Leyendo toda la historia de esta vida...me parece que el cristianismo está todavía por realizar...Mientras no hayamos arrancado la violencia de la civilización, Cristo no ha nacido todavía".

Guardó unos momentos de silencio y añadió:

-El ojo por ojo, nuestra justicia, que demasiadas veces no es sino venganza encubierta, las heridas sin cerrar en nuestro corazón, son fruto de la violencia.

Miró al joven seguidor y prosiguió:

-Ciertamente es muy difícil, y a veces negativo, hablar a la víctima sobre el perdón. Es algo que no puede exigirse, ni siquiera predicar. El perdón ha de brotar de nuestro interior. Y para ello debemos crear un clima propicio.

Puso una mano sobre el hombro del joven a la vez que decía:

-¿Te has fijado? Nuestra sociedad ha ganado mucho en sensibilidad sobre los derechos humanos y, en cambio, cada vez vemos más normal utilizar la violencia para arreglar los problemas. "A estos les daba yo una buena paliza y verás como ya no roban más". "¡Qué esperan a mandar un misil a la cabeza de Gadafi!". "¿Terroristas? Con ellos empleaba la ley de fugas y todo resuelto". Cada vez oímos más frases como estas... Sin embargo, la violencia no soluciona el problema, lo aparca, lo oculta. El mal no se puede detener con el mal, ni la injusticia con la injusticia. El problema está en que querríamos soluciones rápidas... y eso no es posible.

El joven preguntó:

-Entonces, ¿qué podemos hacer?

Sonrió el Anacoreta al responder:

-Sembrar bondad. Sembrar paz. Sembrar amor. Reconocer nuestros errores, perdonarnos a nosotros mismos e intentar perdonar a los demás. Cerrar heridas, aunque quede la cicatriz.

Viendo la expresión del joven rió y concluyó:

-Ya sé. Parece muy utópico. Teorías, te dirán otros. Pero es tan difícil llevarlo a la práctica... Y es el único camino por el cambiaremos este mundo...

BENEDICTO XVI: LA ORACIÓN, CLAVE DE LA NUEVA EVANGELIZACIÓN


El Papa presenta a Alfonso María de Ligorio, el santo de la oración.

CIUDAD DEL VATICANO, miércoles 30 de marzo de 2011 (ZENIT.org).- La oración es el motor de la evangelización y del progreso moral de las personas. Es la enseñanza de la vida de san Alfonso María de Ligorio, presentada hoy por el Papa Benedicto XVI en la Audiencia General. En su primera audiencia en la Plaza de San Pedro de este año, con la llegada del buen tiempo, el Papa quiso presentar a este santo napolitano, fundador de los misioneros redentoristas, excepcional teólogo y doctor de la Iglesia.

Un santo, reconoció, al que debemos mucho. Nacido de familia noble en 1696 y brillante abogado, sin embargo, su alma tenía sed de Dios y estaba deseosa de la perfección, así el Señor le hizo comprender que era otra la vocación a la que lo llamaba”. En 1723, narró el Papa, indignado por la corrupción y la injusticia que viciaban el ambiente que lo rodeaba, abandonó su profesión - y con ella la riqueza y el éxito - y decide convertirse en sacerdote, a pesar de la oposición paterna. Muy culto y dotado intelectualmente, Alfonso inició la evangelización y la catequesis entre los estratos más bajos de la sociedad napolitana, a la que gustaba predicar, y a la que instruía en las verdades fundamentales de la fe”. “Con paciencia les enseñaba a rezar, animándolas a mejorar su modo de vivir. Alfonso obtuvo resultados excelentes: en el barrio más miserable de la ciudad se multiplicaban los grupos de personas que, al caer la tarde, se reunían en las casas privadas y en los talleres, para rezar y meditar la Palabra de Dios”. Esto, afirmó el Pontífice, fue una verdadera y propia fuente de educación moral, de saneamiento social, de ayuda recíproca entre los pobres: esto puso fin a robos, duelos, prostitución hasta casi desaparecer”.

El Papa afirmó que este modelo de acción misionera puede inspirar también hoy una nueva evangelización, particularmente de los más pobres, y para construir una convivencia humana más justa, fraterna y solidaria.

En 1732 fundó la Congregación religiosa del Santísimo Redentor, cuyos miembros fueron auténticos misioneros itinerantes, que llegaron incluso a los pueblos más remotos, exhortando a la conversión y a la perseverancia en la vida cristiana sobre todo por medio de la oración.

Alfonso falleció en 1787. La gran contribución de san Alfonso, explicó el Papa, es su rica enseñanza de teología moral, que expresa adecuadamente la doctrina católica, lo que le llevó a ser proclamado por el Papa Pío XII como Patrón de todos los confesores y moralistas”. “En su época, se difundió una interpretación muy rigurosa de la vida moral, quizás por la mentalidad jansenista, que antes que alimentar la confianza y esperanza en la misericordia de Dios, fomentaba el miedo y presentaba un rostro de Dios adusto y severo, muy lejano al revelado por Jesús. Ante esto, el santo propone una síntesis equilibrada y convincente entre las exigencias de la ley de Dios, esculpida en nuestros corazones, revelada plenamente por Cristo y interpretada con autoridad por la Iglesia, y los dinamismos de la conciencia y de la libertad del hombre, que en la adhesión a la verdad y al bien, permiten la maduración y la realización de la persona”.

San Alfonsono se cansaba nunca de repetir que los sacerdotes son un signo visible de la infinita misericordia de Dios, que perdona e ilumina la mente y el corazón del pecador para que se convierta y cambie de vida”. “En nuestra época, en la que son claros los signos de pérdida de la conciencia moral y - es necesario reconocerlo - de una cierta falta de estima hacia el Sacramento de la Confesión, la enseñanza de san Alfonso es todavía de gran actualidad, afirmó el Papa. Por otro lado, explicó, el santo fue un gran impulsor de la espiritualidad religiosa, con obras como las Máximas Eternas, Las Glorias de María y la Práctica de amor a Jesucristo. Era ante todo un promotor de la oración (a él se debe la frase Quien reza se salva, y también Dios no niega a nadie la gracia de la oración”), y dentro de ella, de la adoración eucarística. San Alfonso María de Ligorio conquistó almas predicando el Evangelio y administrando los Sacramentos, combinado con un modo de hacer basado en una bondad humilde y suave, que nacía de la intensa relación con Dios, que es la Bondad infinita, concluyó.

Autor: Zenit

HOY ES JEVES, SEÑOR, Y YO TE DOY MI DOLOR


No soy yo el que voy a Ti. Tú eres el que viene a mi.

Te acercas a mí porque sabes de mi sufrimiento, de mi dolor. Llegué ayer del Hospital a mi casa. Hoy es jueves Señor, y voy a estrenar mi silla de ruedas. Voy a ocupar un lugar del cual ya no me moveré. Hoy es jueves y muchas personas al comenzar el día se habrán levantado de su cama, habrán puesto los pies en el suelo y comenzado a hacer una y mil actividades distintas... seguro que no se han detenido a gustar de ese milagro: ¡poder caminar!.

A mí me han tenido que traer a esta Capilla para contarte mis "cosas". Hoy es jueves Señor, y recuerdo que también era jueves el día en que por primera vez fui a tu encuentro en mi Primera Comunión, después.... ¡cuánto brinco, cuántos juegos, cuántas carreras, cuántos bailes...!. Y años después, la "palomilla" escogió un día jueves para ir por primera vez un rato a la "disco" de moda... Hoy es jueves también pero estoy atado a mi silla de ruedas. Voy a estar en ella para siempre.

Y hoy, mientras te miro me he puesto a pensar en Ti, Señor, y he sentido que como aquel día de mi Primera Comunión, no soy yo el que voy a Ti. Tú eres el que viene a mi. Te acercas a mí porque sabes de mi sufrimiento, de mi dolor. Y yo te voy a hacer una pregunta, no ¿por qué, por qué a mi?. Eso solo lo sabes Tú. Te voy a preguntar, ¿para qué, para qué me tienes prisionero sin que mis pies vuelvan a pisar el campo, las playas... a correr, a caminar?. Y al hacerte esa pregunta queda inherente a ella mi entrega, mi aceptación, porque en mi se está haciendo Tu voluntad. Y sigue la pregunta, ¿para qué este cambio radical en mi vida?. Tu Jesús, me lo vas a decir. Soy todo oídos, mi alma está alerta, mi corazón preparado. Tú me vas a decir qué quieres de mí en esta nueva forma de vida.

Dicen que hay pocos misioneros, que allá en las tierras donde están hace mucho calor, que se enferman, que sufren... que hasta los matan. Yo puedo ser misionero como lo fue la Santa de Lisieux, la pequeña Teresita sin salir del Convento, porque puedo ofrecer mi inmovilidad por el sufrimiento de unos pies hinchados, cansados de caminar por brechas y caminos lodosos para llevar la Palabra del Señor al corazón de los hombres y mujeres que no lo conocen.

Señor, Tú estás junto a mí y ya me estás hablando... porque antes nunca pensé en estas cosas. Mi vida era alocada, vacía estéril... Ahora soy tierra fértil para la semilla de Tu palabra. La llama del dolor quemó en mi corazón toda la mala hierba y ahora lo siento acrisolado y limpio. Soy hombre nuevo.

Hoy es jueves, Señor, y voy a tender las alas de mi espíritu para adorarte aquí, para acompañarte en todos los Sagrarios del mundo, para hacerte compañía en Tu soledad, en Tu eterna espera, en Tu absoluta entrega. También te veo en la Cruz, inmóvil, clavado, así... como estoy yo. Y sin embargo tus manos y tus pies clavados nos vinieron a dar la libertad sobre la esclavitud del pecado. Nos dieron el triunfo sobre la muerte y nos hicieron hombres y mujeres nuevos.

Háblame, Señor, dime que quieres de mi... Hoy es jueves, Señor, y yo te doy mi dolor y Tu a cambio dame conformidad para mi nueva vida y déjame Tu Paz como el mejor de los regalos.

Autor: Ma Esther De Ariño

miércoles, 30 de marzo de 2011

EL ANACORETA Y LA INTOLERANCIA


Aquellos dos alumnos discutían en el autobús.

Uno defendía el creacionismo a ultranza y el otro el evolucionismo. Acabaron insultándose el uno al otro. Cuando se apearon del transporte público, todos se sintieron aliviados. Ya en casa, el joven seguidor comentó:

- Cada día somos más intolerantes con los demás.

El Anacoreta no dijo nada, mientras quitaba las puntas a unas judías verdes y las ponía a hervir. Luego dijo:

- Tenemos ideas falsas sobre la intolerancia... No podemos aceptar todas las ideas, teorías, posturas... Eso es relativismo y no hace progresar el mundo. Si todo tiene el mismo valor... ¿por qué debemos defender nada?... ¿por qué buscar la verdad si todo lo es?

Trinchó un poco de cebolla, ajo y perejil para luego pasar las judías verdes por la sartén, y prosiguió:

- Defender lo que uno cree verdadero no es intolerancia. Somos intolerantes, cuando no respetamos a las personas porque piensan diferente a nosotros. Yo puedo no estar de acuerdo con tus ideas creacionistas, pero no por eso he de despreciarte. Tú no estás conforme con mis ideas evolucionistas, pero no por ello me has de insultar.

Miró el reloj para ver los minutos que llevaban las judías hirviendo y concluyó:

- El no saber distinguir entre las ideas y las personas que las tienen, nos hace mucho daño. Nos impide repensar críticamente nuestras ideas y crea barreras emocionales entre nosotros. Estas barreras son las más difíciles de eliminar...

Y rectificó de sal las judías verdes...

DRAGONES


Con cierta frecuencia el cine tiene que afrontar un desafío: combinar los hechos reales con la ficción.

Esto sucede también en la película Encontrarás dragones (R. Joffé, 2011). Su director explicaba el porqué del título en una entrevista que concedió a la agencia Zenit (1 y 6-I-2011): Los mapas medievales calificaban los territorios desconocidos con las palabras Hic sunt dragones’, ‘aquí hay dragones’. Cuando comencé a investigar sobre el tema y a escribir el guión, dado que realmente no sabía lo que me esperaba ni cómo acabaría, Encontrarás dragones me pareció un título apropiado”.

Cada uno tiene sus dragones, por dentro y por fuera.

El entrevistado continuaba diciendo que dragones son, para cada uno, todos los desafíos fundamentales y los dilemas de la existencia, los momentos de inflexión en nuestras vidas en los que afrontamos opciones decisivas; allí donde se plantea la dificultad y la necesidad de vencer las tentaciones de odio, resentimiento y violencia. Los dragones son, en palabras de Roland Joffé, las guerras civiles de nuestra vida ordinaria”. Y es que puede verse la vida como una serie de injusticias, de rechazos y heridas, o como una serie de oportunidades, de ocasiones, para vencer a esos dragones a través del poderoso deseo de sustituir el odio por el amor y la unidad”.

Y San Josemaría tenía fe en que cada uno es capaz de acabar con sus propios dragones. En efecto, ¿no es bueno ir detectando los propios dragones, también como requisito para ayudar a que otros puedan descabezar los suyos? ¿No son dragones las tentaciones de vivir como si Dios no existiera”? ¿No son dragones los prejuicios que nos alejan de los demás, que nos impiden hacernos cargo de sus circunstancias y nos encierran en nosotros mismos? ¿Y la tendencia al bienestar, la seguridad y la comodidad, que nos hace ir demasiado deprisa sin mirar siquiera a los que, a nuestro lado, nos necesitan?

Menos mal que, a veces por caminos insospechados, se encienden luces y se descubre que, junto a la fragilidad humana, camina también la grandeza de lo divino. En último término, la batalla contra los dragones se juega en el terreno del amor. Una película sobre el amor, la fragilidad humana y las opciones divinas. Esto es lo que aparece también en esta película, que, en opinión de su director, habla del perdón y la reconciliación, y que es sobre todo una película sobre el amor, sobre la fuerza de su presencia y sobre el árido y aterrador mundo en el que vivimos con su ausencia.

Ahora bien – advierte -, el amor no siempre es fácil, no puede serlo. No puede proceder de una actitud de superioridad, sólo puede proceder de una actitud de humildad y de humanidad. Y, sin embargo, su belleza es poderosa”.

El amor – continúa -– sólo puede lograrse poniéndose en la piel del otro y perdonando. De nada sirve demonizarle en nombre de un ideal único del amor, ya que el amor reviste muchas formas. En la opinión del cineasta, sólo si se comprende la trágica falibilidad de todos los seres humanos y de todos los comportamientos humanos, podemos encontrar la senda del entendimiento y de esa profunda empatía, ese sentido de identificación con el otro, que libera de la demonización y de las espirales de violencia sin esperanza. Lo que le parece claro es que los seres humanos, en sus relaciones unos con otros, toman opciones divinas, opciones que afectan profundamente a la vida de los demás y al mundo que les rodea. Y añade: Esta interconexión constituye el fundamento del amor: lo que hacemos a favor o en contra de los demás nos afecta a nosotros y a ellos porque todos estamos unidos los unos a los otros. Por eso entiende que el amor no es algo caído del cielo.

Como seres humanos tenemos que encontrar este amor profundo en nosotros mismos, comprendiendo la belleza escondida de nuestra fragilidad y de la fragilidad de los demás, en un sentido profundo que ilustra, me parece, la historia de Cristo.

Percepción de la realidad y lucha contra los dragones.

Todo esto, a su juicio, concuerda con lo que la física moderna descubre: Nuestra percepción de la realidad se basa en modelos fabricados por nuestro cerebro y que, por tanto, existen numerosos modelos de realidad”. Aunque muchos de ellos son insuficientes para explicarlo todo, esta comprensión no excluye la idea de Dios o una dimensión espiritual del inmenso universo en el que moramos”; más aún, nos ofrece también una oportunidad para reinterpretar y redefinir lo espiritual”.

Desde el comienzo de su pontificado Benedicto XVI viene encendiendo una potente luz, como arma eficaz contra los dragones propios y ajenos, y como camino para alcanzar la plena sabiduría. Es el corazón de la fe cristiana y suena así: Dios es amor, y quien permanece en el amor permanece en Dios y Dios en él (1 Jn, 4, 16). Es lo que da unidad al mensaje cristiano, y, en definitiva, lo único que lo hace creíble. Vivir el Evangelio es, por eso, vivir el amor, también en medio de los dragones.

Ramiro Pellitero

¡CONÉCTATE!


En nuestro caminar cristiano, muchas veces llegamos a poseer una cantidad de principios, fórmulas y métodos, pero carecen de verdadero poder.

Esto también se aplica a las enseñanzas sobre la fe, la oración, la alabanza, la meditación, los estudios bíblicos, la confesión, la guerra espiritual y todos los otros preceptos sobre los que hemos escuchado y asimilado.

Todo es bueno, y necesitamos saber acerca de ello, pero por sí solo no puede resolver nuestro problema. Debemos recordad que, aún con lo buenas que son estas disciplinas, solo son canales para recibir al Señor. No son de ninguna ayuda si no están conectadas a la fuente de poder divino. Nos conectamos a través de una relación personal con Dios, lo que demanda tiempo.

Nunca lograremos una verdadera victoria perdurable en nuestra vida cristiana, si no tenemos un tiempo de comunión privada y personal con el Señor. Él tiene un plan especial, único para ti. Si se lo pides, Él se acercará a tu vida y tendrá una relación íntima contigo. Él te enseñará y te guiará en el camino que debes recorrer.

Aprende a responder con prontitud a la guía del Espíritu Santo. Apártate con Él a solas, y serás recompensado en abundancia. Es solo en la presencia del Señor donde recibimos su poder.

Joyce Meyer

4 Continué, y dije al ángel que hablaba conmigo: ¿Qué es esto Señor mío?

5 Respondió el ángel que hablaba conmigo, y me dijo: ¿No sabes qué es esto? Y respondí: No, señor mío.

6 Continuó él, y me dijo: Esta es la palabra del SEÑOR a Zorobabel: No por el poder ni por la fuerza, sino por mi Espíritu - dice el SEÑOR de los ejércitos -Zacarías 4:4-6

FUTUROS EXORCISTAS ABORDAN LA CRECIENTE ATRACCIÓN QUE EL SATANISMO EJERCE ENTRE LOS JÓVENES


Busca la confusión y la subversión de los valores.

La Iglesia se toma cada vez más en serio a Satán: comienza en Roma el VI Curso de Exorcismo para formar a un contingente de exorcistas.

Resolver las dificultades debatidas desde hace tiempo por los sacerdotes, que intentan resolver los problemas planteados por las personas que por un motivo o por otro, entran en contacto con el mundo del ocultismo, la magia, satanismo, o por las que creen tener algo que ver con la acción del demonio.

Describió de este modo, el objetivo del sexto curso Exorcismo y Oración de Liberación”, iniciado en Roma el pasado lunes, Giuseppe Ferrari, secretario del Grupo de Investigación e Información Socio-Religiosa (GRIS), que ha organizado junto al Instituto Sacerdos del Ateneo Pontificio Regina Apostolorum, la iniciativa, apoyada por la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos y por la Congregación para el Clero.

En la lección introductoria, Ferrari advirtió que la resolución de problemas relacionados con el satanismo o la magia puede ser aplazada u obstaculizada por la poca preparación de aquellos presbíteros que no se sienten capaces o no tienen los instrumentos necesarios para acercarse de un modo adecuado a las exigencias de las personas mencionadas. Para esto, es evidente que solo la formación en profundidad de un número adecuado de sacerdotes permite afrontar con mayor eficacia y distribuidas mejor entre los distintos sacerdotes, las diversas peticiones de intervención, dirigiéndolas hacia los exorcistas, oficialmente encargados, sólo los casos que verdaderamente necesitan su intervención”.

Cuatro elementos.

El experto quiso centrarse sobre todo en cuatro aspectos que pueden tener relevancia con respecto a los temas del exorcismo y del satanismo: la legalidad del exorcismo, negatividad y contradicción del ambiente satánico; eficacia de la acción a distancia de maleficios u otras acciones mágicas, comparación entre la figura del exorcista y la del mago o trabajador de lo oculto.

En cuanto al primer punto, destacó que los devotos del satanismo podrían decir no sentir respetada la propia dignidad de persona por el ejercicio de prácticas que tienden a aplastar la entidad o la energía, como la quieran definir, a la que pretenden dirigir su culto”. Exactamente por esto, explicó, hay que evidenciar que el rito del exorcismo respeta plenamente la libertad y la dignidad humana”: no impone nada a nadie y que no tiene ningún efecto si no hay adhesión de la voluntad de la persona para liberarse de lo que considera malo, es decir de la influencia o acción, sea verdadera o presunta”. El satanismo, prosiguió Ferrari, crea un problema social, ético y cultural de gran importancia, pues consigue aprobar una inversión completa de los valores.

Entre las demostraciones de contradicción, no se ve cómo pueda tener una justificación lógica y racional el comportamiento de una persona que incluso no creyendo ni en el demonio, ni en Dios, ni en la Iglesia, ni en el Sacrificio Eucarístico, se compromete de un modo tan fanático en las llamadasmisas negras’”.

Acerca de los maleficios o acciones mágicas, el experto observó que las actitudes irracionales y supersticiosas no son de quien cree en un modo racional en la existencia del más allá y en su acción en el mundo material, sino de quien está convencido de poder usar al más allá a su voluntad, y de quien llega a pensar que tiene el poder de sobrepasar las leyes naturales y someterlas a su voluntad, evidenciando implícitamente, y de este modo, una especie de delirio de omnipotencia.

Ferrari subrayó finalmente la profunda y sustancial diferencia existente entre el ocultista o mago y el exorcista indicando que la clave está en una simple pero significativa pregunta: ‘¿Quién os manda?’”. “El exorcista no es sólo el que recibe un mandato explícito del obispo, sino que es, también y sobre todo, un sacerdote, es decir el que tiene el inmenso poder de consagrar el pan y el vino convirtiéndolo en Cuerpo y Sangre de Cristo”. “El mandato del presbítero es un mandato que viene directamente de Cristo a través de la Iglesia.

Jóvenes y satanismo.

El periodista y escritor Carlo Climati se centró en el satanismo juvenil, recordando que el interés de los jóvenes por el mundo del satanismo ha llenado, en estos últimos años, las páginas de los periódicos. En este contexto, exhortó a hacerle frente a un tema tan delicado con espíritu constructivo, sin difundir alarmismos, tratando de examinar la realidad de un fenómeno que obviamente no afecta a la mayoría de los jóvenes, pero que al mismo tiempo no debe ser ignorada.

El satanismo, destacó, busca derrocar y destruir los valores universales que están inscritos en el corazón de todo ser humano y crear confusión entre los jóvenes para construir una especie de sociedad al contrario en la que el bien se convierte en mal y el mal en bien”. “Esta idea se representa perfectamente a través de un símbolo típico de los satanístas: la cruz invertida, que significa la inversión de los valores del Cristianismo”, observó.

El satanismo tiende, además, a difundir entre los jóvenes un sentido de pesimismo, de rendición, de oscuridad, de desesperación, representando la muerte de la esperanza y empujándoles a creer que la vida es un especie de jungla en la que vencen sólo los más fuertes. Por esta razón, es necesario ayudar a los sacerdotes, maestros, padres, educadores a hacer una obra de prevención entre los jóvenes, para que las nuevas generaciones no sean víctimas de determinadas tendencias peligrosas”.

Para más información, www.upra.org.

Zenit

¿ES USTED CURA? NO PUEDO MIRARLE A USTED NI A NINGÚN OTRO SIN PENSAR EN UN ABUSADOR SEXUAL


Timothy Dolan cuenta una experiencia personal.

Timothy Dolan, el arzobispo de Nueva York, es un hombre de estilo cercano y expresión muy clara. Varias veces se ha enfrentado con el todopoderoso New York Times desde su carta semanal y su blog (http://blog.archny.org ), muy seguido por su agilidad y carácter personal. Dolan no rehúye los temas conflictivos, sino que los afronta en primera persona: también el tema de los abusos sexuales.

Traducimos el texto del arzobispo Dolan titulado An airpot encounter”.

Era sólo la tercera vez que me pasaba en mis 35 felices años como sacerdote, las tres veces en los últimos 9 años y medio. Otros sacerdotes me cuentan que les ha sucedido muchas más veces. Pero tres son bastante. Cada vez me agitó hasta la náusea. Sucedió el pasado viernes. Acababa de llegar al aeropuerto de Denver para hablar en su popular convención anual, Living Our Catholic Faith. Mientras esperaba al tren eléctrico que me llevase a la terminal, un hombre de unos cuarenta y pico años, que también estaba esperando, se me acercó.

· "¿Es usted un sacerdote católico?", preguntó con amabilidad.

· "Sí, claro. Mucho gusto", le dije, tendiendo mi mano. Él la ignoró.

· "Crecí en un hogar católico", respondió.

Yo no estaba preparado para el filo aguzado de su estileto.

. "Ahora soy padre de dos chicos, y no puedo mirarle a usted ni a ningún otro cura sin pensar en un abusador sexual".

¿Qué responder? ¿Chillarle? ¿Pedir disculpas? ¿Expresar comprensión? Admito que todas esas reacciones vinieron a mi mente mientras me debatía entre la vergüenza y la rabia por el daño y la herida que infligía con esas palabras punzantes.

· "Bueno", me recobré lo suficiente; "sin duda, lamento que lo sienta así. Pero, déjeme preguntarle... ¿automáticamente cree ver un abusador cuando ve un rabino o un ministro protestante?"

· "En absoluto"

· "¿Y cuando ve un entrenador, un líder boy scout, un padre de acogida, un consejero o médico?"

· "Por supuesto que no", respondió. "¿Qué tiene que ver con esto?"

· "Mucho", respondí. "Porque cada una de esas profesiones tiene un porcentaje de abusadores tan alto, quizá más, que los sacerdotes".

· "Quizá", admitió. "Pero la Iglesia es el único grupo que sabía lo que pasaba, no hizo nada, y se limitó a pasar los pervertidos de un lado a otro".

· "Parece obvio que usted nunca vio las estadísticas sobre los profesores de colegios públicos", comenté. "Solo en mi ciudad de Nueva York, los expertos dicen que la proporción de abusos sexuales entre profesores de la escuela pública es diez veces más alta que entre los sacerdotes, y esos abusadores, simplemente, fueron transferidos de un sitio a otro". [Si hubiese conocido las noticias del New York Times del pasado domingo sobre la alta tasa de abusos contra los más indefensos en la mayoría de hogares tutelados por el estado, con abusadores simplemente transferidos de un hogar a otro, también lo hubiera mencionado]. No respondió, así que continué.

· "Perdone que sea tan contundente, pero usted lo fue conmigo, así que permítame preguntar: ¿cuando usted se mira al espejo, ve un abusador sexual?"

Ahora era él quien se sobresaltaba como yo antes.

."¿De qué demonios me habla?", dijo.

· "Es triste, pero los estudios nos dicen que la mayoría de los niños abusados sexualmente son víctimas de sus padres o de otros miembros de la familia", respondí. Ya era bastante. Le vi inquieto y traté de suavizarlo.

· "Le diré que, cuando le veo a usted, yo no veo un abusador, y apreciaría la misma consideración por su parte".

El tren nos había llevado a la zona de recogida de equipajes y salimos juntos.

· "Bien, entonces ¿por qué sólo oímos toda esa basura acerca de ustedes los curas?", preguntó, pensativo.

· "Lo mismo nos preguntamos los curas. Tengo una serie de razones, si le interesa". Asintió mientras caminábamos hacia la cinta transportadora.

· "Por un lado, los curas merecemos un escrutinio más intenso porque la gente confía más en nosotros, ya que osamos afirmar que representamos a Dios, así que si uno de nosotros hace esas cosas, aunque sólo una diminuta minoría lo haya hecho, es más desagradable. Segundo, me temo que hay muchos por ahí que no aman a la Iglesia y hacen lo que pueden por dañarnos. Este es un tema con el que adoran azotarnos sin descanso. Y tercero, y odio decirlo, se puede sacar mucho dinero denunciando a la Iglesia Católica, mientras que apenas vale la pena denunciar a alguno de los grupos que comenté antes".

Ahora ambos teníamos ya nuestro equipaje y nos dirigimos a la puerta. Él tendió su mano, la que 5 minutos antes no había tendido. Nos dimos un apretón.

· "Gracias, encantado de haberle conocido", dijo.

Se detuvo un momento.

."¿Sabe? Pienso en los grandes sacerdotes que conocí de niño. Y ahora, que trabajo en IT en la Regis University, conozco algunos jesuitas devotos. No deberíamos juzgarles a todos ustedes por los horribles pecados de unos pocos".

· "Gracias", sonreí.

Supongo que las cosas se habían arreglado porque, mientras se iba, añadió: "al menos, le debo un chiste: ¿qué sucede si no puedes pagar a tu exorcista?"

· "Ni idea", respondí.

· "Una re-posesión"

Nos reímos y nos separamos. Pese al final feliz, aún temblaba y casi sentí que necesitaba un exorcismo para expulsar de mi alma sacudida el horror que todo este asunto ha significado para las víctimas y sus familias, para nuestros católicos, como ese hombre... y para nosotros, los sacerdotes.

Pablo J. Ginés/Rel

¿DESPIERTOS O DORMIDOS?


Existe el peligro de adormilarnos, de dejarnos vencer por la pereza, la apatía, la tristeza, la desesperanza.

Pedro duerme. Judas está despierto, decía san Pedro Canisio al contemplar las disputas internas en la Iglesia. Pedro no percibe el peligro. Judas lo está tramando. El primero abandonará al Maestro. El segundo triunfará en sus planes miserables.

Lo que decía san Pedro Canisio vale para tantos momentos de la historia de la Iglesia. Vale también para el día de hoy: los que deberían ayudar al bien no actúan, mientras que los traidores y enemigos de Dios ponen todo su empeño y sus habilidades al servicio del maligno. El Papa Benedicto XVI recordaba esta frase de san Pedro Canisio al hablar a los sacerdotes de la diócesis de Roma el 10 de marzo de 2011. Al comentarla, el Papa añadía: Es un tema que nos hace pensar: la somnolencia de los buenos. El Papa Pío XI dijo: «el problema mayor de nuestro tiempo no son las fuerzas negativas, es la somnolencia de los buenos»“. Frente a este peligro, Benedicto XVI recordaba la mejor terapia, la que nos llega con la invitación de Cristo en el Huerto de los Olivos: “¡Velad!”. El Papa proseguía: busquemos no dormir en este tiempo, sino que estemos de verdad listos para la voluntad de Dios y para la presencia de su Palabra, de su Reino”.

Nosotros, ¿estamos despiertos o dormimos? ¿Sentimos fuego al ver cómo el enemigo avanza en tantos corazones, o preferimos encerrarnos en un mundo estrecho de egoísmos, de envidias, de golpes bajos, de críticas destructivas, de pasividad? ¿Emprendemos tareas concretas para llevar el Evangelio a los hombres, o dedicamos nuestras energías para criticar cosas buenas que otros hacen, para obstaculizar proyectos válidos de apostolado, para poner trabas a cualquier idea constructiva?

Existe el peligro de adormilarnos, como Pedro, de dejarnos vencer por la pereza, la apatía, la tristeza, la desesperanza. También existe el peligro de caer en un activismo vacío, sin oración, que busca construir al margen de la única Roca que salva, Jesucristo. Mientras los buenos duermen, otros trabajan con empeño para difundir la confusión, para promover la injusticia, para atrapar a los hombres en las pasiones de la codicia o la soberbia, para sumergir el mundo en estímulos que arrastran hacia los instintos más bajos y destructores.

¿Estamos despiertos o dormidos? La pregunta nos la formula el mismo Dios. Desde la experiencia de Su Amor podemos despertar, podemos emprender el camino de la oración y la renuncia, podemos romper con envidias y complejos que paralizan. Entonces pondremos lo mejor de nosotros mismos al servicio del Reino, llegaremos a ser verdaderos soldados de Cristo, viviremos como miembros despiertos, activos y generosos de la Iglesia.

Autor: P. Fernando Pascual

martes, 29 de marzo de 2011

ERES DIGNO DE TOMAR LO TUYO


Usted es digno de recibir lo que Dios le ha otorgado por herencia.


Y esta dignidad es por pura gracia, la cual, se recibe por fe. La dignidad es un problema muy serio que ataca a menudo a las personas. La psicología dice: por cuanto el hombre piensa, siente y por cuanto siente, actúa. Este descubrimiento de la psicología ya había sido escrito en la Palabra de Dios en el libro de Proverbios 23:7 Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él. Es decir, nosotros somos lo que pensamos que somos. Y si lo que pensamos de nosotros mismos, es lo que creemos de nosotros mismos, eso somos.


Recuerdo una ocasión en que participe de la clase de un profesor, el cual les había dado una consigna a sus alumnos. Ellos debían identificarse con un animal, y luego debían exponer porque razón se identificaban con ellos. Había entre ellos un hermano en Cristo que cuando llegó su turno, con un tono de voz muy espiritual, dijo con aparente humildad: “Yo me identifico con un gusano, porque eso es lo que soy. Quizás este hermano había leído el libro Job donde uno de sus Job·amigos decía: 25:6 ¿Cuánto menos el hombre, que es un gusano, y el hijo de hombre, también gusano?


Ahora, notemos que nociones diferentes tienen Bildad el amigo de Job y el rey David. David también se expresa sobre la insignificancia del hombre, pero al mismo tiempo reconoce lo que realmente es el hombre, por gracia de Dios: Que gran diferencia hay entre los dichos del santulón amigo de Job, y los de un rey conforme al corazón de Dios. De acuerdo a sus dichos así se sentían y así actuaban. Por eso, uno no era nada más que un santulón; y el otro, un Rey.


La palabra de Dios no se equivoca: Proverbios 23:7 Porque cual es su pensamiento en su corazón, tal es él.


Le propongo un ejercicio, lea con atención todo el capitulo uno del libro de los Efesios… (Pausa)… Si ya lo ha leído, dígame ¿es sabio decir que un hijo de Dios es un gusano? Mi querido hermano, mire lo que dice el Apóstol Pedro de usted: · 1Pe 2:9 Mas vosotros sois linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anunciéis las virtudes de aquel que os llamó de las tinieblas a su luz admirable; (esto último es: Somos embajadores de Dios en la tierra)

• Salmo 8:4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que tengas de él memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?

• Salmos 8:5 Le has hecho poco menor que los ángeles, y lo coronaste de gloria y de honra.

• Salmos 8:6 Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos; Todo lo pusiste debajo de sus pies:

• Salmos 8:7 Ovejas y bueyes, todo ello, y asimismo las bestias del campo,

• Salmos 8:9 ¡Oh Yahvé, Señor nuestro, cuán grande es tu nombre en toda la tierra!


Podría seguir mencionando muchos pasajes mas refiriendo lo que usted es en Cristo Jesús, pero creo que no es necesario, pues con lo que ya hemos leído en efesios y en la carta del apóstol Pedro, me parece que es suficiente para comprender que usted es digno de recibir lo que Dios le ha otorgado por herencia. Y esta dignidad es por pura gracia, la cual, se recibe por fe (porque ciertamente nosotros por nosotros mismos nada merecemos). Esto dice: · Romanos 4:16 Por tanto, es por fe, para que sea por gracia, a fin de que la promesa sea firme para toda su descendencia; no solamente para la que es de la ley, sino también para la que es de la fe de Abraham, el cual es padre de todos nosotros.


Mi estimado hermano, si somos dignos es solo por gracia, pero somos dignos al fin. Si rechazamos esta dignidad, estamos menospreciando el sacrificio que costó esta dignidad, el cual fue a precio de sangre, la preciosa sangre de nuestro Señor Jesucristo. No se atreva a sentirse indigno, reprenda esos pensamientos diabólicos de su mente y comience a vivir en la dignidad que el Señor le ha otorgado. Así es como quiere Dios que usted se piense, se sienta y actúe, con total dignidad. No piense más que usted no tiene derecho de recibir bendiciones del Señor y de concretar grandes sueños en Cristo. Eso es lo que el diablo quiere que usted piense. Usted es digno, porque tiene el legítimo derecho como hijo de Dios a tal punto que Dios mismo lo hizo co-heredero de Cristo. Por eso el apóstol Pablo decía: · 2Tes. 1:11 Por lo cual asimismo oramos siempre· por vosotros, para que nuestro Dios os tenga por dignos de su llamamiento, y cumpla todo propósito de bondad y toda obra de fe con su poder, · 2Tes. 1:12 para que el nombre de nuestro Señor Jesucristo sea glorificado en vosotros, y vosotros en él, por la gracia de nuestro Dios y del Señor Jesucristo.


Si usted es un profesional, o una persona de empresa u organizaciones comerciales o civiles, o un funcionario de gobierno, habrá notado que los términos aquí desarrollados (Plan, visión, misión, objetivos, estrategias, metas, presupuesto, cronograma, etc.) son terminologías usadas en diseños de proyectos dentro del marco lógico, en planificaciones estratégicas, en proyectos sustentables y sostenibles, etc. Son elementos que han venido siendo descubiertos o inventados por profesionales, principalmente a partir de la era industrial (año 1800) en adelante.


Debemos, nosotros los hijos de Dios, dar gloria Dios, y gracias a Él porque a nosotros nos han sido reveladas estas cosas mucho antes que a los sabios de este mundo. Por lo tanto, mi querido hermano, joven, niño o anciano; dejemos de mirar y admirar al mundo y su vana excelencia. Porque la verdadera excelencia viene de nuestro Padre Celestial y se construye sobre el temor de Dios.


· 2Cor 4:6 Porque Dios, que mandó que de las tinieblas resplandeciese la luz, es el que resplandeció en nuestros corazones, para iluminación del conocimiento de la gloria de Dios en la faz de Jesucristo.

· 2Cor 4:7 Pero tenemos este tesoro en vasos de barro, para que la excelencia del poder sea de Dios, y no de nosotros.

Por: Maximiliano Contreras

A CADA DÍA LE BASTAN SUS DISGUSTOS


Y tanto. Cada día. Parece frustrante.


El Espíritu Santo inspiró bien a san Mateo en el capítulo VI de su evangelio. No es necesario elucubrar más de lo preciso, ni dramatizarlos hasta el extremo. Templemos ánimos. Afrontemos lo que hay, lo que viene. Con espíritu fuerte y enamorado. Cada día algo distinto, variado. Pero siempre una pena, un peso que se nos pone encima y el corazón en alerta. La vida: esa inquietud que no cesa, que nos tiene en vilo mientras dura. Pensamos que alguna jornada estará libre de disgustos.


Hay noches que parece que ya está, que es posible un sosiego razonable. Pero nada. En cuanto nos damos la vuelta pasa, ocurre. Un disgusto. Una aflicción. La dichosa pesadumbre del último momento. Lo peor es que discutimos, lo peor es la rebelión, la soberbia. Por aquí no paso. ¡Ya está bien! Y el disgusto se torna gresca, la contradicción se vuelve tristeza. Y no hay nada peor que un hombre triste. Sobre todo de noche.


Nos cuesta elevar las miras, pedir perdón, intentar zanjar la polémica. Porque somos pusilánimes a la hora de amar. ¿Desde cuándo el amor no sufre si quiere ser amor, si ama? Y esos disgustos profesionales, y los imprevistos que disparan en emboscada mientras abres un sobre, o miras las cuentas, o respondes al teléfono, o caminas por la calle. Ese vértigo… Y cavilas en la enfermedad del amigo o en la muerte de esa madre tan joven. A cada día le bastan sus disgustos. Y ya vale. ¡Dichosa ansiedad! Dios. Y en ese instante te pones en la piel de tu padre. Dios. ¿Cómo puedo quejarme tanto? ¿Cómo quiero ser Cristo si doy más disgustos de los que recibo? Además los exagero y me parecen los míos los peores, los más dañinos. No me los merezco, no aguanto, no puedo. ¿Hasta cuándo? Pero este contrato dura hasta que duras aquí abajo. O quizá siga, vía purgativa (Dios no lo quiera).


Exageran quienes piensan que la vida es en sí misma el supremo disgusto, rematada un mal día a quemarropa por la muerte. No atinan. Es un dislate metafísico. No es cierto. Al cabo de todo un día hay mucho más, un infinito de pormenores, y sobre todo está la evangélica añadidura: esa gracia, esa alegría que se pone de pronto en una sonrisa o en una caricia, o cuando se limpia sin ganas la mesa.

Guillermo Urbizu

PURIFICACIÓN PERFECTA


En esta vida, para aquellos que de verdad quieran santificarse…., ellos han de comenzar por ocuparse de la purificación de su alma.


Todos somos pecadores, nadie podemos tirar la primera piedra, y el pecado sea este, de la naturaleza que sea, es una ofensa a Dios y mancha nuestra alma. Toda la historia del pecado, comienza con el pecado original, ya que de este arranca toda la perversidad del corazón humano. Del pecado original nació toda la concupiscencia humana, que siempre implica un desmedido afán de algo. Así tenemos, la concupiscencia de los ojos, que se refiere al afán desordenado de las posesiones terrenas, la concupiscencia de la carne, que se refiere a los goces y placeres mundanos y sensuales, o la concupiscencia del espíritu, que se refiere al poder, a los honores y a la distinción social.


Impulsados por la tendencia que tenemos a la concupiscencia y atizados por el maligno, pecamos. Pero es de ver, que el pecado tiene unas raíces que hemos de exterminar. Cuando nos confesamos, nuestros pecados, estos son perdonados, pero ahí no acaba todo, porque estamos obligados a poner en marcha el llamado propósito de la enmienda”, algo que no tenemos muy en cuenta. Si vamos al campo o en un jardín y cortamos una planta por su parte de arriba, lo que hacemos es cortar solo la planta, pero la raíz queda dentro y otra planta rebrotará. En síntesis la Purificación interior del alma, consiste en eso, en arrancar de cuajo, con toda su raíz las malas plantas de nuestros pecados. Y cuando así no lo hacemos ni ponemos interés en hacerlo, continuamente nos estamos confesando de los mismos pecados.


Los pecados tienen unas raíces en los vicios humanos, de los cuales brotan todos nuestros pecados, estos son siete: Soberbia, Avaricia, Lujuria, Ira, Gula, Envidia y Pereza. Estas son las raíces de nuestros pecados, sobretodo del principal vicio que es, el de la Soberbia, porque si empezamos a examinar, al final siempre llegamos a la soberbia, al final, ella es la impulsora de todos nuestros pecados. Nuestra purificación interior del alma, es un trabajo que solo a cada uno de nosotros nos corresponde, nadie puede hacer este trabajo por nosotros.


La purificación de nuestra alma, es un proceso lento y muy trabajoso porque las raíces de nuestros pecados están siempre muy hondas, tan hondas están, que salvo que el Señor quiera en el desarrollo de nuestra vida espiritual, permitirnos entrar en la vía contemplativa, solos con nuestras fuerzas nunca conseguiremos una purificación perfecta. Por ella hay que distinguir dos clases de procesos purificativos del alma: la Purificación activa y la Purificación pasiva. Generalmente la segunda va siempre detrás de la primera. En la primera, nosotros somos los que luchamos, aunque eso sí, apoyados por la gracia divina que nunca nos faltará, pues el Señor, siempre se complace y ama el alma, que por su amor lucha contra sus vicios y fomenta sus virtudes. En la segunda clase de purificación, es el Señor, el que toma las riendas del carro y el alma nada tiene que hacer sino contemplar embelesada, como el Señor la ama. Por supuesto que esta segunda posibilidad está dentro de la vía contemplativa, y pocas son las almas que esto logran, los demás habremos de completar nuestra purificación en el Purgatorio.


Para San Juan de la Cruz, el doctor místico por excelencia, nosotros ya en la tierra hemos de tender a la unión con el Señor. Y para ello, San Juan de la Cruz hace hincapié en una de las características del amor, cual es la asemejanza. El amor semeja, tiende siempre a asemejar a los amantes. En consecuencia amando al Señor, siempre nos asemejaremos a Él, cuanto más amemos más semejantes al Señor seremos, es por ello que si nuestra vida espiritual, tiende a la imitación con Cristo, ella debe de ser un continuo canto de amor al Señor. Nuestro objetivo ha de ser el llegar a la unión por medio del amor, conseguir la plena imitación de Cristo. Y para obtener este objetivo, hemos de vaciar el alma de imperfecciones y faltas, a fin de que este esté vacío que hemos creado en nuestra alma, le permita al Señor, visitarnos y rellenar ese vacío con su plenitud de amor. El vaciamiento del alma se realiza a través de un proceso de depuración.


El proceso de depuración de un alma debe de estar siempre vigente, a lo largo de su vida espiritual, porque así el alma avanzará al encuentro con el Señor. Y es ya sabido que en el desarrollo de la vida espiritual, solo el detenerse es ya retroceder. Desde luego que lo suyo es el que en el momento que Dios nos llame, estemos perfectamente purificados, de todo rastro de ofensa o pecado al Señor. Pero la Iglesia entiende que las manchas y reliquias de los pecados mortales, son tan profundas, que pueden permanecer incluso en una persona justificada, aún después de la remisión de su culpa, es decir, aún después del perdón en virtud del cual se excluye ya la pena eterna y no se va al infierno. Es lo que se denomina reato de culpa o reato de pena temporal. De esta pena se pueden librar las almas, mediante una perfecta purificación que se puede llegar a alcanzar en este mundo, y si no será más tarde en el Purgatorio. El teólogo dominico Royo Marín, sobre este tema nos dice: El reato de pena temporal que deja como triste recuerdo de su presencia en el alma el pecado ya perdonado hay que pagarlo enteramente, a precio de dolor en esta vida o en la otra. Es una gracia extraordinaria de Dios, hacérnoslo pagar en esta vida con sufrimientos menores y meritorios, antes que en el purgatorio, con sufrimiento mucho mayores y sin mérito alguno para la vida eterna. Como quiera que de una forma u otra en esta vida o en la otra hay que saldar toda la cuenta que tenemos contraída con Dios, vale la pena abrazarse al sufrimiento de esta vida, donde sufriremos mucho menos que en el Purgatorio y aumentaremos a su vez nuestro mérito sobrenatural y nuestro grado de gloria en el cielo para toda la eternidad. Pero pensemos siempre que si no somos capaces de purificarnos perfectamente en esta vida, nos queda el recurso del Purgatorio, que es siempre incomparablemente mejor que el del infierno, pues las almas que están en el purgatorio, siempre tienen el goce de saber que se han salvado. Mi más cordial saludo lector y el deseo de que Dios te bendiga.

Juan del Carmelo

SE CURA LA PIERNA Y CAMINA HASTA SANTIAGO 1.570 KILÓMETROS: LOURDES ANUNCIA SU MILAGRO 68


Un hombre llamado Serge François, reparador de televisores.


Sucedió en 2002, el Comité Médico lo investigó desde 2003; Serge François sigue sano de manera inexplicable. Es oficial y lo han anunciado el obispo de Lourdes, Jacques Perrier, y el obispo de Angers, Emmanuel Delmas: en 2002 un hombre llamado Serge François, reparador de televisores, peregrinó a Lourdes, rezó, bebió agua de la fuente, sintió un calor en su pierna paralizada por una hernia discal y de inmediato pudo caminar con normalidad. El Comité Médico de Lourdes, compuesto por veinte facultativos, ha constatado su «súbita curación funcional, sin relación con terapia alguna y mantenida hasta la actualidad, 8 años después». François incluso fue andando a Santiago de Compostela, 1.570 kilómetros a pie, en agradecimiento.


Aunque el Comité tiene datos de 7.000 curaciones inexplicables desde 1884, la Iglesia solo reconoce 67 casos como milagrosos (68, con este). En 2008, se anunciaron 5 nuevos casos sucedidos en el siglo XXI y confirmados por la medicina moderna, como la desaparición de un linfoma mieloblástico o una hernia inguinal. Hernia discal tras dos operaciones. Serge François, de 56, residente en Angers, había perdido prácticamente la movilidad en la pierna izquierda por una hernia discal aparecida por complicaciones quirúrgicas ligadas a dos operaciones. Peregrinó en 2002 a Lourdes y se curó instantaneamente. Además, creció su vida de fe y de oración, y hoy reza mucho por otros enfermos. Volvió a Lourdes en 2003, informó de su caso al Comité Médico y empezó el proceso de estudio del caso.


El obispo de Angers, Emmanuel Delmas, afirma en la página web del santuario que "esa curación puede considerarse una donación personal de Dios para ese hombre, un acto de gracia y una señal del Cristo Salvador". Delmas no quiere usar la palabra "milagro". Su portavoz, Vincent de Crouy-Chanel, afirma que "la palabra ha perdido algo de su valor, se usa en la vida corriente sin entender su significado". Por eso el obispo prefiere hablar de "signo de Dios".


Cinco casos del siglo XXI.

En 2008 el obispo de Lourdes presentó cinco casos producidos y estudiados en el siglo XXI. Se trataba de cuatro mujeres y un hombre, entre los 40 y los 70 años de edad que, de un modo científicamente inexplicable, se habían curado de su enfermedad. El primero de los casos era el de una mujer de 40 años que padecía una esclerosis desde abril de 1993. La enfermedad fue degenerando su salud, hasta que se le hizo necesario el uso de una silla de ruedas. El 20 de mayo de 2004, tras una peregrinación a Lourdes, la mujer en cuestión, que no era creyente, constató la desaparición de la inmovilidad en sus piernas. Otra mujer sufrió tras la infancia una astenia que la relegó a una silla de ruedas. Acudió en seis ocasiones al santuario francés. Tras concluir su sexta peregrinación, en el año 2004, recuperó milagrosamente la salud. El hombre, de 62 años, padecía hernia inguinal. Se sometió a dos operaciones entre 1993 y 1997 que sólo lograron empeorar su situación. En el año 2002, durante una peregrinación a Lourdes, sintió una impresión de bienestar. Desde entonces lleva una vida normal, sin necesidad de tratamiento, e incluso (como luego haría Serge François) realizó una peregrinación a pie a Santiago de Compostela. La cuarta curación inexplicable correspondía a una mujer de 69 años. Le fue detectado un linfoma maligno, por el que recibió varias sesiones de quimioterapia. A esta enfermedad se le unió una neuralgia y una leucemia mieloblástica que le llevaron al coma. Todo desapareció tras su visita al santuario. El último caso lo experimentó también una mujer: tras 21 años de parálisis provocada por un traumatismo del raquis cervical derivado de un accidente de tráfico, visitó Lourdes y recuperó totalmente su salud el 15 de agosto de 2004.

Pablo J. Ginés/La Razón