sábado, 19 de marzo de 2011

EL GEN P21


Acabo de leer la noticia interesantísima de un descubrimiento biomédico extraordinario.

La ausencia del gen p21 propicia la regeneración de los tejidos en los ratones. De esta manera, aquellos roedores a los que se les ha desactivado dicho gen se regeneran de manera maravillosa, sin quedar cicatrices, de igual manera como a las lagartijas les vuelve a crecer la cola cuando la pierden.

Los científicos ya están acariciando el momento en que esta técnica pueda aplicarse a los seres humanos. No es para menos. Se trata de un descubrimiento que puede llegar a tener grandes consecuencias en la vida de las personas. Basta dejar correr un poco la imaginación y a uno se le ocurren cantidad de situaciones curiosas...

No tengo nada en contra. Me parece estupenda esta posibilidad, aunque me pregunto la razón de la existencia del gen p21 en los mamíferos. ¿Qué utilidad tiene? ¿Por qué no estamos dotados como las salamandras y otros anfibios de esta capacidad regenerativa?

No sé responder a esta pregunta.

Puede ser que a los hombres nos convenga ser responsables de nuestros actos. La vida no es un vídeo juego, en el que los accidentes en la pantalla carecen de toda importancia. Los errores se pagan. Esto pasa en el plano físico y también en el familiar. Las ofensas producen heridas y éstas pueden cicatrizar, pero nunca se regenera el tejido familiar de manera completa. Siempre quedan rastros. Los hombres somos señores de nuestros silencios y esclavos de nuestras palabras. La lengua es una espada hiriente y en la vida de familia nos herimos. A veces estas heridas son profundas.

En el ámbito espiritual las cosas son parecidas. Sin embargo, Dios actúa sobre nosotros con su gracia y puede obtener una regeneración de los tejidos. Perdona nuestras ofensas y, una vez perdonadas, nuestra relación vuelve a relucir bajo el esplendor de su gracia: recuperamos la dignidad de los hijos de Dios, quizá perdida por el pecado.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Pues bien en el tema de Dios y la familia no te contradigo, pero tu analogía no te sería tan buena si es que fueras tu el que esta padeciendo de un problema físico, por lo que de mi parte y el de muchas otras personas, nos parece un punto por el cual no podemos esperar más, que venga la desactivación del gen p21 a ayudar a los que padecen de dolencias.