viernes, 22 de abril de 2011

DIALOGO CON DIOS EN TRES MOVIMIENTOS



"Cuenta todo lo que Dios ha hecho contigo" (Lucas, 8, 39)

Primer movimiento.

-Cuento contigo para cambiar las cosas, para transformar el mundo, para hacer lo imposible.
-Pero yo, Jesús mío, no acaba de creérmelo del todo. Vacilo.
-La fe te la doy Yo. Estoy a tu lado siempre. ¿No me escuchas?.
-La vida me arrastra sin remedio y Te olvido...
-Cuento con eso.
-No llego, y me pongo nervioso, y se me queda inmóvil el alma.
-¡Si Me escucharas, si Me miraras un poco más, si acudieras con más frecuencia y amor a Mi divina y humana misericordia! El Cielo sería una prolongación de esta fidelidad amorosa.
-No me dejes.
-Y tú no me dejes a Mí. Soy Dios, pero Mi Corazón es de hombre. Son muy pocos los que me hablan y se preocupan de Mí.
-Todo me cansa, Jesús mío, no persevero en nada. Sé Tú mi aliento, mi voluntad. ¿Hago mal en decirte esto?
-Mira Mi Corazón. Inclina tu débil voluntad hacia él. Y dejarás de preocuparte y de pensar sólo en ti.
-Cuida de los míos.
-¿De los tuyos? Pero si son más Míos que tuyos.
-Que no Te dejen nunca.
-No les dejaré, pero tú no me dejes a Mí.
-Enséñame a ser buen padre, a vivir exclusivamente de amor.
-"Sólo tienes que contemplar Mi vida".


Segundo movimiento.
-Jesús, ya ves que no merezco nada, que nada soy, que no acabo de entender nada. Otra vez domina en mí el hombre viejo.
-No busques más palabras. Te veo. Yo Me hice hombre para tú salvación. No confíes en ti, sólo en Mí. Quiéreme más, no seas tan escaso de corazón, de amor.
-Es cierto. Todo lo que se me ocurre son excusas. No Te tomo realmente en serio. Y siempre ando justificándome.
-Escucha al sacerdote: puedes ser santo cuando te convenzas de tu nada. No te pongas serio. Mírame. Yo Soy la sonrisa de tu alma. Búscame.
-Siento la tentación. Como si nada de lo mío tuviera remedio.
-Yo Soy el remedio. Yo Soy Tu Padre. Pase lo que pase. Estoy aquí. Pon Tu vida y tus sueños en Mis manos.


Tercer movimiento.
-"Esos pájaros que oyes hablan Conmigo, cantan para Mí. Escúchalos, aprende.
-Jesús, a mí me gusta cuando levantan el vuelo y van derechos a Ti, hacia arriba.
-En ti ese vuelo se cumple cuando estás pendiente de los demás. Eres sembrador de las maravillas de Mi Amor.

Guillermo Urbizu

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