martes, 31 de mayo de 2011

DE LO PEQUEÑO A LO GRANDE



Las cosas son tan pequeñas o grandes como decidamos verlas.

Las cosas pequeñas que tenemos pueden llegar a ser grandes, dependiendo de la visión que tenemos de las cosas.

Por ejemplo: Nosotros decidimos si la semilla que tenemos en nuestras manos es solo una simple semilla o tiene un potencial encerrado. Nosotros decidimos si en una semilla vemos un fruto o un árbol. Si vemos un árbol o si podemos ver un bosque.

De la misma semilla va a salir todo. Las cosas son tan pequeñas o grandes como decidamos verlas. El éxito está en convertir las cosas pequeñas en grandes.

Jeremías 1:11-12 La palabra de Yahvé vino a mí, diciendo: ¿Qué ves tú, Jeremías? Y dije: Veo una vara de almendro. Y me dijo Yahvé: Bien has visto; porque yo apresuro mi palabra para ponerla por obra.

Por medio de esta palabra podemos ver a un Dios que le interesa saber como vemos las cosas, porque según como las veamos, será la capacidad de comprensión y acción que tendremos.

Reciba esto: Muchos ven las cosas de una manera totalmente diferentes a otras personas. La manera de saber quién tiene razón lo demuestran los frutos. La misma reunión, la misma palabra, la misma unción, sin embargo la gente al salir del servicio, unos siguen igual y otros fueron tocados y cambiados. Esto sucede simplemente por la manera de como se ven las cosas. Uno solo vio su situación, otro vio la posibilidad de poder adorar a Dios.

Uno se fue igual, pero el otro se fue lleno. La pregunta que Dios le hizo a Jeremías es la misma que nos hace a nosotros hoy… ¿Qué ves? Porque eso será tu pequeñez o tu grandeza. Hay una aceleramiento de Su palabra en estos tiempos, tanto para lo bueno como para lo malo. El cumplimiento de la palabra es una realidad. Tienes que ser de los que creen y espera. No de los que piensan que la palabra no se cumplirá más y se enfrían y se quedan.

No eches a perder todo lo bueno que Dios estableció en la eternidad para ti por causa de ver lo incorrecto.

Limites que me impiden salir de lo pequeño para pasa a lo grande:
1. La incredulidad: Hebreos 3:12 dice, Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo…”.

La incredulidad es unos de los límites mayores que tenemos que no nos deja pasar de lo pequeño a lo grande.

La incredulidad te siega la visión, se convierte en una muralla que te encierra en lo que estás viviendo. Sofoca tu fe.

Dice Romanos 11:23, Y aun ellos, si no permanecieren en incredulidad, serán injertados, pues poderoso es Dios para volverlos a injertar En otras palabras, Dios quiere volver a ponerte en tu originalidad. Dios quiere meterte el Árbol verdadero, para que puedas dar verdaderos frutos.

2. La falta de obras de Fe: Si bien lo podemos relacionar con la incredulidad. Lo que quiero decir es que nos faltan acciones que demuestren lo que creemos. Cuando llega una palabra a nosotros que nos toca, cuando Dios nos confirma algo, cuando Dios restaura algún área de nuestras vidas. Nos faltan acciones de fe.

Santiago 2:18 (PDT) nos confronta y nos debería hacer pensar, dice, Pero alguien puede decir: Tú tienes fe, y yo tengo hechos. Demuéstrame tu fe sin hechos y yo te demuestro mi fe con mis hechos”.

Nos faltan acciones que demuestren nuestra fe. No solo puedo decir que la tengo, sino que también debo hacer cosas para confrontar la incredulidad y confirmar que estoy creyendo lo que he recibido.

3. La falta de Santidad: Podría resumir la falta de santidad así, La falta de entendimiento de que fui apartado para Él, para cumplir un propósito, que desarrollara mi visión en la tierra, para bendecir a las generaciones que saldrán de miLa falta de santidad es muy limitante.

Vivir en santidad, te lleva a sentir una responsabilidad constante. No un peso, no una carga, como nos enseño el legalismo. Sino mas bien la responsabilidad de que Dios me aparto para ser un instrumento y por causa de la santidad llegare a ser grande para impartir a miles la Gloria, el Poder, la Salvación y la Autoridad del Reino.

Santidad tiene más que ver con entender el Llamado que con mi manera de vestir. Tiene que ver con un compromiso absoluto. Cuando Dios dice sean santos porque Yo soy santo...” Podríamos tomarlo así Comprométanse conmigo absolutamente, porque Yo estoy comprometidos con ustedes absolutamente…”.

Las puertas están abiertas, no maldigas lo pequeño, porque eso te llevara a lo grande

Por: Sahir Akel

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