martes, 24 de mayo de 2011

MARÍA AUXILIADORA - 24 DE MAYO



Este 24 de Mayo nos alegramos con la Santísima Virgen María Auxiliadora en su fiesta que fue instituida en 1814 por el Papa Pío VII como un expreso reconocimiento de la infalible protección de la Madre de Dios y para perpetuar el recuerdo de su entrada triunfal a Roma al volver de su cautiverio en Francia.

Los inicios de la advocación y devoción a María bajo el título de Auxilio de los Cristianos" se remontan a los primeros siglos de la Iglesia. Los primeros cristianos griegos, en su idioma, la llamaban: Boeteia - "la que trae auxilios venidos del cielo"... Ya San Juan Crisóstomo, llamaba a la Virgen Santísima "Auxilio potentísimo de Dios". San Juan Damasceno, solía dirigirle a la Virgen María la famosa y conocida jaculatoria "María Auxiliadora, ruega por nosotros".

En el año 476 el gran orador Proclo decía: "La Madre de Dios es nuestra Auxiliadora porque nos trae auxilios de lo alto". San Sabas de Cesarea en el año 532 llama a la Virgen "Auxiliadora de los que sufren". El gran poeta griego Romano Melone, año 518, llama a María "Auxiliadora de los que rezan, exterminio de los malos espíritus y ayuda de los que somos débiles" e insiste en que recemos para que Ella sea también "Auxiliadora de los que gobiernan". San Sofronio, Arzobispo de Jerusalén dijo en el año 560: "María es Auxiliadora de los que están en la tierra y la alegría de los que ya están en el cielo". San Germán, Arzobispo de Constantinopla, año 733, dijo en un sermón: "Oh María Tú eres Poderosa Auxiliadora de los pobres, valiente Auxiliadora contra los enemigos de la fe. Auxiliadora de los ejércitos para que defiendan la patria. Auxiliadora de los gobernantes para que nos consigan el bienestar, Auxiliadora del pueblo humilde que necesita de tu ayuda". En el año 1030, en Ucrania, el Príncipe Metislao, proclama "Auxiliadora" a la Virgen María, porque salvó a su patria y a su religión de una terrible invasión de tribus paganas. En Alemania, ya en tiempos de San Pedro Canisio, por el año de 1540, se honraba a la Virgen María con el título de "Auxiliadora". En 1571, porque el ejército cristiano venció a los musulmanes en la batalla del golfo de Lepanto (Grecia), Pío V incluyó el título auxilium christianorum, auxilio de los cristianos, en las letanías lauretanas rezadas después del santo rosario.

Pero fue San Juan Bosco el gran apóstol de esta devoción. Su vida se identifica con la devoción a María Auxiliadora, hasta tal punto que el pueblo católico empezó a llamar a la Auxiliadora la "Virgen de Don Bosco". Él ve en la acción de María la fuerza que sostiene a la Iglesia, el auxilio para la defensa de la fe cristiana y el apoyo de los Pastores en su labor de consolidar a la Iglesia y la fe de los creyentes. San Juan Bosco la nombró patrona de los institutos salesianos, a fines del siglo XIX.

Tiene sentido para nosotros pedir la protección de María Santísima, especialmente porque María cuidó muy bien a Jesús, el Hijo de Dios, y si lo hizo, también puede y cuidará de nosotros muy bien. Y aquí seguimos la tradición de la Iglesia porque todos sabemos que en la Cruz, Jesús nos la entregó como Madre al decir: Juan, he allí a tu Madre y Madre, he allí a tu Hijo”. Es legítimo creer que en esa ocasión Juan nos representaba a todos nosotros.

Hoy, aprovechemos esta oportunidad para profundizar en el 'misterio de María, y sepamos ver en Ella nuestra guía, nuestra maestra, "nuestra Madre", viviendo valientemente con María y como María la obediencia de la fe’.

Amad, honrad, servid a María. Procurad hacerla conocer, amar y honrar por los demás. No sólo no perecerá un hijo que haya honrado a esta madre, sino que podrá aspirar también a una gran corona en el cielo. San Juan Bosco.

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