viernes, 26 de agosto de 2011

¿QUÉ ES UN SANADOR?



En su maravilloso libro The Physician Within You, Gladis Taylor McGarey, doctora en medicina, refiere una conversación que tuvo con su hijo, que acababa de terminar su periodo como interno y se estaba especializando en cirugía ortopédica.

Después de contarle a su madre sus temores por tener en sus manos la vida de otras personas, ella le dijo:
Carl, como cirujano puedes realizar una incisión y suturarla bien, pero no puedes hacer que se cure. Si crees que eres tú el que efectúa la curación tienes derecho a estar asustado. Pero si entiendes que tú eres un canal a través del cual se mueve la curación, y que te pones en contacto con la fuerza curativa que poseen tus pacientes, no tienes nada que temer. Habrás despertado al médico que hay en ellos y les habrás puesto en el camino de su propia curación”. (pag. 47-48)

Cuando empieces a vivir tu vida en el plano espiritual descubrirás que tu cuerpo y tu mente se vuelven instrumentos de Dios desde el momento en que eres capaz de crear una especie de conciencias en los enfermos que hará aflorar su capacidad de perdón y de liberación de la enfermedad misma. La curación se produce cuando nos acercamos a nuestro propio poder curativo a través de la fe en nuestra perfección espiritual y del amor incondicional. El sanador no efectúa la curación, sino que hace aparecer el perdón en forma de amor incondicional y la energía más rápida de la conciencia espiritual para centrarse en el daño, al tiempo que pone el proceso en manos de Dios.

Cuando afirmas tu perfección espiritual, pones en marcha la ley universal. Lo haces al abandonar tus dudas y miedos, al dejar a un lado tu pequeño ego y al vivir el principio de la existencia, que es el principio de que los pensamientos se convierten en cosas. Los pensamientos o las condiciones mentales crearon la ilusión enfermedad como algo separado de lo divino, y tus pensamientos de perfección espiritual permitirán que la fuerza curativa actúe a través de ti en tu yo, así como en lo demás.

No estoy hablando de la imposición de manos ni del mundo de lo oculto, sino simplemente de la conciencia de que un sanador ha de ser capaz de aceptar la perfección espiritual de la mente y el cuerpo así como la perfección espiritual de los daños que quiere perdonar. En una palabra, el amor es el poder que cura. Recuerda: lo contrario del amor es el miedo, y creer en el miedo es creer en el segundo poder de la enfermedad. No olvides que: “El amor perfecto arroja de sí todo temor” y que la raíz de toda enfermedad y daño es el miedo; el miedo de estar separado del poder único de Dios.

¿PUEDES SER UN SANADOR?
Cualquiera que entienda que no es más que un canal a través del cual puede fluir el amor espiritual perfecto puede ser un sanador. Cuando estás enfermo te has desconectado de la capacidad de curarte. Has perdido contacto con tu fuente curativa. Hallarás tu capacidad de curación reuniéndote con la fuente. Como sanador permaneces en contacto con el todo, jamás caes en la superstición de la separación, que hace que la enfermedad se apodere de ti. Cuando tocas la enfermedad de otro con la energía del espíritu o la fuente, activas la conexión y facilitas el proceso curativo.

En este sentido, sí, eres un sanador, auque no cures a nadie. Ni siquiera tienes que entender la mecánico de este proceso. Cuando ayudas a otro a ser conciente de la fuente que emana la curación, no sólo facilitas sino que le ayudas a evitar futuras enfermedades.

Estoy convencido de que puedes convertirte en un instrumento de curación elevando tu campo de energía a los niveles espirituales más altos. Dios no cura la enfermedad, porque la enfermedad no se acepta como poder separado. En cambio, Dios es el único poder de armonía.
Se ese poder, habita en él y perdonarás el daño que haya en tu vida y las vidas de los que conoces que viven con la ilusión de la enfermedad. Cree en este poder único. No es un milagro, sino, simplemente, tal como son las cosas. Como lo expresó Santo Tomas de Aquino: Los milagros no son señales para los que creen, sino para los que no creen”.

La Fuerza del EspírituWayne W. Dyer

Grupo Católico de Oración por los Enfermos “Sí Señor

José Miguel Pajares Clausen

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