miércoles, 16 de noviembre de 2011

WHOOPI GOLDBERG Y LAS MONJITAS CATÓLICAS QUE CREÍAN EN SU MISIÓN



Uno de los personajes por los que la polifacética actriz afroamericana Whoopi Goldberg ha quedado en la mente de no pocos cinéfilos es el de Deloris Van Cartier, en la comedia «Sister Act».

La comedia de cine fue posteriormente adaptada al teatro y actualmente sigue presentándose en diversas salas del mundo. En «Sister Act» un papel muy especial lo tienen las monjitas del convento que alojan a Deloris, cantante de cabaret, a la cual terminan queriendo y protegiendo de una banda de mafiosos.

¿A qué viene todo esto? A raíz del lanzamiento en Milán de la versión teatral de la comedia, una revista entrevistó a Goldber y uno de sus comentarios resulta poco menos que sugerente: «No es ciertamente un espectáculo irrespetuoso respecto a la Iglesia. Sister Act me hace recordar, de hecho, a la escuela católica a donde me mandaba mi mamá, con todas aquellas hermanas que verdaderamente creían en su misión, un signo de esperanza en una época cínica como la nuestra» (cf. InFly&Cover Story, noviembre 2011, p. 14).

Hay quien objeta que en la obra de teatro las actrices están pintadas más como mujeres de cabaret que como monjas, y tal vez es verdad. No he querido centrarme en los méritos artísticos o verosímiles de la obra de cine o teatro cuanto en el comentario de Whoopi Goldberg. Y es que hoy por hoy ese ejército de religiosas católicas que hay en el mundo sigue siendo un motivo de esperanza, de ánimo y también de consuelo.

Muchas veces su trabajo por amor a Dios pasa desapercibido y, sin embargo, sin ellas el mundo no sería lo que al presente. Tantos hemos tenido la oportunidad de recibir formación en un colegio católico regentado por monjitas. En cierta medida las hemos visto más como policías que como religiosas porque a su condición de alma consagrada añadían el de cuidar la disciplina. Y eso no siempre es tarea fácil, bien vista y valorada.

El parecer de Goldberg es el muchos miles de personas, incluso no creyentes, y con este post es justo decirles a esas miles de mujeres que valoramos su entrega a Cristo y que les agradecemos MUCHO.

Jorge Enrique Mújica, LC

1 comentario:

Unknown dijo...

La historia es muy divertida, me gusta mucho los chistes que hay entre Whoopie Goldberg y Maggie Smith porque son muy graciosas, creo que en teatro deben tener a una actriz muy buena que haga de Whoopie y que además canten muy bien todas.