jueves, 5 de enero de 2012

NAVIDAD, CON HISTORIA


El
nacimiento en Belén... ¿historia o leyenda?

El Papa recalca el carácter histórico de la infancia
de Jesús, que muchos ven como relatos legendarios.

Benedicto XVI
presidió ayer la primera audiencia general de 2012 ante unos 7.000 fieles y
peregrinos, a quienes precisó que la fiesta navideña «celebra el hecho
histórico del nacimiento de Jesús en Belén». En la sala Pablo VI, recordó que
la Epifanía, el 6 de enero en el calendario latino, «nació como fiesta en
Oriente e indica un hecho, pero sobre todo un Misterio: Dios se revela en la
naturaleza humana de Cristo». Y añadió que «en la fiesta de Navidad se subraya
la ocultación de Dios en la humildad de la condición humana, en el Niño de
Belén. En la Epifanía, en cambio, se evidencia su manifestación, la aparición
de Dios a través de su propia humanidad».

Al hablar del nacimiento en Belén como un «hecho histórico», el Papa no sólo
reafirma la enseñanza tradicional de la Iglesia, sino que parece salir al
encuentro de autores que consideran los relatos de la infancia de Jesús como
leyendas poco creíbles. Benedicto XVI, al presentar la segunda parte de su
libro «Jesús de Nazaret», anunció su deseo de escribir una tercera parte sobre
la infancia de Jesucristo, por lo que podría estar reflexionando sobre estos
temas.

Hace pocos días, el cardenal Gianfranco Ravasi, del Pontificio Consejo para la
Cultura, un biblista que goza del aprecio del Papa como estudioso, escribió en «L’Osservatore Romano» defendiendo que
Jesús nació en Belén de Judá
, como especifican los evangelios de
Lucas y Mateo y cumpliendo la profecía de Miqueas, y no en «Belén de Galilea»,
una ciudad al norte de Nazaret, como proponen algunos exégetas. Ravasi señala
que, aunque el viaje de Nazaret a Belén de Judá es de 140 km, aún hoy las
embarazadas beduinas nómadas recorren grandes distancias en monturas. Además,
ni los judíos antiguos hostiles al cristianismo negaron que hubiera nacido en
Judea.

Explicaciones razonables.

Hay otros muchos temas navideños que pueden explicarse razonablemente: la
tablilla de astrología de Sippur (o Sippar) del Museo Estatal de Berlín recoge
la conjunción triple de Júpiter y Saturno en Piscis en el año 7 a. C en tres
ocasiones, distanciadas por unos meses, que pudo poner en marcha a los Magos de
Oriente, y al aparecer y desaparecer justifica su comportamiento. Y aunque el
historiador antiguo Flavio Josefo no habla de la matanza de los inocentes (20 o
30 bebés de Belén), es algo que encaja con la personalidad de Herodes y su
miedo a los rivales.

Pasajes navideños «con truco»

La estrella fue una conjunción
planetaria: Júpiter y Saturno se cruzaron tres veces el 7a.C en la constelación
de Piscis, algo que pasa cada 1.440 años.
La huida a Egipto pudo ser a la Franja
de Gaza, que pertenecía a Egipto desde que Antonio se la regaló a
Cleopatra. Está a tan sólo 35 millas de Belén.
El censo quizá no fue de Quirino,
sino del gobernador Saturnino, como cree Tertuliano 200 años después.
Los magos venían de Partia-Persia y
si Lucas no los menciona quizá es porque escribe su evangelio durante la crisis
en Armenia entre Nerón y los persas: teme que los cristianos parezcan ser pro
persas.

Pablo Ginés/La Razón

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