viernes, 22 de junio de 2012

ADÁN Y EVA ¿EXISTIERON REALMENTE?


Amigo católico, la iglesia está tratando de andar con la Fe y la Razón de la mano… tú también eres Iglesia. ¿Ya era tiempo no crees? ¡Anímate a andar con la verdad! Veamos qué podemos aprender de esto.

A propósito de la TEORÍA DE LA EVOLUCIÓN: ¿EXISTIERON REALMENTE ADÁN Y EVA?

Según la Biblia: “Dios formó a Adán, el primer hombre, con barro del suelo. De una costilla suya hizo a Eva. Y luego los colocó en medio de un Paraíso fantástico. Ambos vivían desnudos sin avergonzarse y Dios por las tardes solía bajar a visitarlos y charlar con ellos” (Génesis 2)

Esta historia que nos entusiasmaba cuando éramos niños, nos pone en serias dificultades ahora que somos mayores. La ciencia moderna ha demostrado que el hombre ha ido evolucionando a partir de seres inferiores, desde el Australopitecus, hace unos tres millones de años, pasando por el Homo Habilis, el Homo Erectus y el Homo Sapiens, hasta llegar al hombre actual.

Hoy sabemos pues, que el hombre no fue formado ni de barro ni de una costilla; que al principio no hubo una sola pareja sino varias, y que los primeros hombres eran primitivos, no dotados de sabiduría y perfección.

¿Por qué entonces, la Biblia relata así la Creación del hombre y la mujer? Sencillamente porque se trata de una “Parábola”, “un relato imaginario”, que pretende dejar una enseñanza a la gente.

La compuso un anónimo catequista hebreo, a quien los estudiosos llaman “Yahvista” (el que escribe sobre Yahvé=Dios), alrededor del siglo X antes de Cristo. En ese entonces no se tenía ni idea de la “Teoría de la Evolución”. Pero como su propósito no era el de dar una explicación científica sino religiosa sobre el origen del hombre, eligió este cuento en el que cada uno de los detalles tiene un mensaje religioso, según la mentalidad de aquella época.

Trataremos ahora de averiguar qué quiso enseñarnos el autor, con esta narración.

LA CREENCIA POPULAR

El primer detalle que llama la atención es que el hombre haya sido creado de barro. Dice el Génesis (Primer libro de la Biblia) que en el principio, cuando la Tierra era aun un inmenso desierto: Yahvé Dios amasó al hombre con polvo del suelo, y sopló sobre sus narices aliento de vida: y resultó el hombre un ser vivo”.

Para entender esto, hay que tener en cuenta que a los antiguos siempre les había llamado la atención ver cómo, cuando moría una persona, poco tiempo después se convertía en polvo, llegando a la conclusión de que el cuerpo humano estaba fundamentalmente hecho de polvo.

La idea se extendió por todo el Mundo Oriental, a tal punto que la encontramos inserta en la mayoría de los pueblos. Los babilonios por ejemplo, contaban cómo sus dioses habían amasado con barro a los hombres; y los egipcios representaban en las paredes de sus templos a la divinidad amasando con arcilla al Faraón. Griegos y romanos compartían igualmente esta opinión.

Cuando el Yahvista (escritor sagrado) quiso contar el origen del hombre, se basó en aquella misma creencia popular. Pero agregó una novedad a su relato: que el ser humano no es únicamente de polvo sino que posee en su interior una chispa especial de vida que le viene de Dios, que lo distingue de todos los demás seres vivos y que lo convierte en sagrado. Y no solo el Rey o el Faraón sino también el hombre de la calle.

Eso quiso decir cuando contó que “Dios le sopló la nariz”. Empezaba así, a revolucionarse la concepción antropológica de la época.

La imagen del “Dios alfarero”, de rodillas en el suelo amasando barro con sus manos y soplando en las narices de un muñeco, puede resultarnos algo extrañas. Sin embargo en la mentalidad de aquella época era todo un homenaje a Dios.

En efecto, de todas las profesiones conocidas en la sociedad de aquel entonces, la mas digna y perfecta, era la de “alfarero”. Cómo impresionaba ver a ese hombre que, con un poco de arcilla, despreciable y sin valor, que podía hallar tirada en cualquier parte, era capaz de moldear y crear preciosos objetos: vajilla, vasos refinados y exquisitos utensilios, con gran maestría.

El Yahvista, sin pretender enseñar científicamente cómo fue el origen del hombre, puesto que no lo sabía, quiso indicar algo mas profundo: que todo hombre, quienquiera que sea, “es una obra directa de Dios”. No es un animal más de la Creación, sino un ser superior, misterioso, sagrado e inmensamente grande, porque “Dios en persona se tomó el trabajo de hacerlo”.

La imagen de “Dios alfarero” quedó consagrada en la Biblia como una de las mejores logradas. Y a lo largo de los siglos reaparecerá muchas veces para indicar la extrema fragilidad del hombre y su total dependencia de Dios, como en la celebre frase de Jeremías: “Como el barro en manos del alfarero, así son ustedes en mis manos, dice el Señor” (Jeremías 18, 6)

LA SOLEDAD DEL HOMBRE

A continuación aparecen en el relato algunos pormenores curiosos y muy interesantes.

Dice que Dios colocó al hombre que había creado, en maravilloso jardín lleno de arboles que le darían sombra y lo proveerían de sabrosas frutas. El agua sobreabundaba en ese jardín, ya que estaban regadas por un inmenso río, con cuatro grandes brazos (afluentes).

Para los lectores de aquella época, cuya vida transcurría en terrenos desérticos y donde el agua resultaba difícil de conseguir, semejante descripción despertaba perfecta imagen de la felicidad que él hubiera deseado gozar.

Pero de repente el relato se detiene. Algo parece haber salido mal. Dios mismo presiente que no es bueno lo que ha hecho: “No es bueno que el hombre esté solo”. Aun con todo el derroche de creación que desplegó, su creatura está solitaria y sin poder colmar sus expectativas. Lo ha rodeado de lujos y bienestar, pero no tiene a nadie con quien relacionarse.

Inmediatamente Dios – dice Génesis – intenta corregir la falla mediante una nueva intervención. Con gran generosidad crea todo tipo de animales, los del campo y las aves del cielo, y se los presenta al hombre para que les pusiera a cada uno un nombre y le sirvieran de compañía. Sin embargo para el hombre, Dios no encontró un compañero adecuado. Tampoco los animales resultan una compañía para él. ¿Dios se ha equivocado de nuevo? Luego de reflexionar, intentará subsanar su segunda equivocación mediante una obra definitiva. “Entonces Yahvé Dios hizo caer un profundo sueño sobre el hombre, el cual se durmió. Le quitó una costilla y rellenó el vacío con carne”. De la costilla que Yahvé Dios había tomado del hombre formó una mujer y la llevó ante el hombre. Entonces exclamó: “Esta si sé que es hueso de mis huesos y carne de mi carne. Será llamada varona porque del varón ha sido tomada” Finalmente Dios tiene éxito. Puede sonreír satisfecho porque ahora si ha conseguido un buen resultado. El hombre encontró su felicidad completa con la presencia de la mujer.

LOS TRES MENSAJES O ENSEÑANZAS

Estas ingenuas escenas, que representan a Dios aparentemente equivocándose y sin acabar de complacer los gustos del hombre, en verdad encierran tres profundas enseñanzas.

LA PRIMERA ENSEÑANZA

Que la soledad del hombre no es buena. Que no ha sido creado como un ser autónomo y autosuficiente sino necesitado de los demás, de otras personas que lo complementen en su vida, sin lo cual el mismo hombre “no es bueno”. Con aquel hipotético y solitario Adán, el autor quiso denunciar que la primera y principal amargura del ser humano es su falta de compañía, su vida aislada y sin ser compartida con nadie.

LA SEGUNDA ENSEÑANZA

Está en la frase que dice que “en los animales Adán no encontró una ayuda adecuada”. Quiso con ella advertir que los animales no están al mismo nivel que el hombre; que no tienen su misma naturaleza; y por tanto no estaba bien que éste se relacionara con aquellos como lo hacía con las personas. De este modo. Con mucha finura y delicadeza, el autor condena el pecado de “Bestialismo” es decir, las posibles prácticas sexuales con animales, que en aquel entonces se había difundido en ciertos ambientes del Antiguo Oriente.

LA TERCERA ENSEÑANZA

Pretende explicar que está bien para el hombre dejar a su padre y a su madre, afectos tan sólidos y estables en aquella época, para unirse a una mujer. Porque esta misteriosa tendencia que todo hombre siente hacia ella la puso Dios, y sólo con ella el hombre encuentra plenitud. Es el primer canto de la Biblia al amor conyugal.

También la escena en la que desfilan todas las especies de animales frente a Adán mientras éste pasa lista, los individualiza, les hace su ficha y les da nombres propios, tenía sentido profundo para los lectores de aquella época. “Poner nombre”, en la Biblia quiere decir “ser dueño de”.

En efecto, en el Antiguo Oriente “el nombre no es un mero titulo”, sino que representa al ser mismo de la cosa. Y conocer el nombre de alguien para poder nombrarlo equivalía a “tener poder sobre él”.

Por eso dice la Biblia que al crear Dios el mundo en seis días fue poniendo un nombre a cada cosa: “Día, noche, cielo, tierra”. Asimismo en la familia eran los padres quienes deberían poner el nombre a sus hijos, como señal de propiedad. Y entre los Diez Mandamientos había uno que mandaba precisamente “No tomar el nombre de Dios en vano”, para evitar emplearlo como señal de dominación. Aun hoy los judíos no se atreven a mencionarlo para no mostrar supremacía y poder sobre Dios. Pintar pues a Adán poniendo nombres a todos los animales, es lo mismo que decir que él es el dueño de ellos, que está por encima de todos, que le pertenecen y están a su servicio. Un modo de confesar que el hombre es “rey” y por tanto responsable de la creación.

Otro detalle fascinante, es el sueño profundo que Dios hizo caer a Adán antes de crear a la mujer. Muchos lo interpretan como una especie de anestesia preparatoria, ya que Dios está por intervenir quirúrgicamente a Adán para extraerle una costilla, y quiere primero volverlo insensible.

Pero nuestro autor entendía muy poco de medicina, y sería un desatino imaginarlo aquí anticipándose en tantos siglos a esta práctica de la cirugía moderna. Mas bien el sueño de Adán tiene que ver con la concepción que el autor tenía de la Acción Creadora. “Crear es el secreto de Dios”. Sólo Dios lo conoce y sólo Él sabe hacerlo. El hombre no puede presenciarlo. Por eso duerme cuando Dios crea. Al despertar, no sabe nada de lo que ha pasado. La mujer recién creada tampoco, porque cuando se da cuenta que existe ya ha sido formada. Con esta escena advierte que la actuación de Dios en el mundo es invisible a los ojos humanos. Sólo quien tiene Fe puede descubrirla. Nadie logra contemplar a Dios que pasa por su vida, si es que está dormido y no despierta a la Fe.

EVA Y LA COSTILLA

Pero el momento culminante de la narración y de alguna manera el centro de todo el relato, lo constituye el relato de la mujer formada de la costilla de Adán.

Nuestro autor emplea aquí una bellísima imagen para dejar a los lectores una lección grandiosa. Para crear a la mujer, Dios no tomó un hueso de la cabeza del hombre, pues ella no estaba destinada a mandar en el hogar; pero tampoco la hizo del hueso de un pie, porque no estaba a llamada a ser servidora del hombre. Al decir que la crea de la costilla, es decir de su costado, la coloca a la misma altura que el varón, a su mismo nivel y con idéntica dignidad.

En aquella sociedad marcadamente “machista”, donde la mujer carecía de derechos y tenía casi el rango de animal, al servicio exclusivo del marido y un instrumento para su placer, el autor quiere expresar la igualdad absoluta de los dos sexos. Al señalar que ambos tienen el mismo origen – las manos de Dios -, y que ella era su “ayuda adecuada”, deja asentado el mas grande y autentico “principio feminista” de la historia. Tal atrevimiento de declarar a la mujer semejante al varón, debió haber irritado enormemente a sus contemporáneos, y sin duda constituyó una idea revolucionaria en su época.

El relato termina con otro detalle sugestivo: “Los dos estaban desnudos, el hombre y su mujer, pero no se avergonzaban el uno del otro”. Mas adelante, cuando se desata el drama del “Pecado Original” sobre Adán y Eva, dirá: “Entonces se le abrieron los ojos y se dieron cuenta que estaban desnudos”. Esta ilusión alimentó la imaginación de millones de lectores a lo largo de los siglos, y llevó a pensar que el “Pecado Original” tenía que ver con el “sexo”.

Dios no había creado una colección de seres vivientes destinados a reproducirse siempre idénticos. Dios estaba creando la Vida, y la Vida se desarrollaba. No era solamente la lucha por sobrevivir la que hacía desaparecer a los más débiles y permanecer a los mejores armados. No era solamente la casualidad la que hacía brotar en cada especie seres con caracteres distintos de sus antepasados. En la materia viviente actuaban fuerza espirituales, creando en cada especie órganos nuevos, tratando de solucionar de mil maneras distintas cada problema: órganos para ver, oír, sentir, correr, nadar, volar…

Siendo la Vida obra de un Dios libre e inteligente, esta Fuerza incontenible buscaba las herramientas que permitirían al animal ser más libre e inteligente. La herramienta más eficaz fue el Cerebro. Los seres más primitivos solamente tenían algunos núcleos de nervios, pero en una de sus familias se formó un verdadero centro de mando: el Cerebro. A lo largo de quinientos millones de años el Cerebro ya creado se fue perfeccionando. Aparecieron nuevas especies que tenían el cerebro más grande y mejor organizado. Después de los reptiles aparecieron los mamíferos, y dentro de estos los “Antropomorfos”, o sea, animales de forma humana, algunos de los cuales existen todavía y forman el grupo más destacado entre los monos. Y estos Antropomorfos, llevados por las fuerzas creadoras al servicio del Plan Divino, progresaron en tal forma que su cerebro y su cuerpo ya pudieron ser los de “Un ser libre e inteligente”

Hace unos tres millones de años atrás apareció una raza ya bien parecida al hombre actual: éstos ya sabían tallar las piedras, en forma muy rudimentaria. Luego, como un millón de años atrás, el famoso “Pitecántropo”, había vencido el temor al fuego propio de los animales, y lo usaba. ¿Era éste hombre verdadero, o sea, dotado de razón y libertad? No lo sabemos con certeza.

Pero luego se presentaron razas semejantes a la nuestra. A partir de unos 70,000 años antes de Cristo se multiplicaron los signos de una creatividad continua: progreso en las técnicas – preocupación por enterrar a los muertos – comienzos del arte. ¿Cómo había surgido el hombre verdadero, o sea, cómo había empezado a ser una persona libre, animada por un espíritu a imagen de Dios y por tanto inmortal como es Él? Nadie puede decirlo. Este hombre era la obra de Dios en forma muy directa, cualesquiera que fueran sus antepasados, puesto que su alma inmortal que le daba inteligencia, libertad y poder, la recibía del Espíritu Divino.

LOS PRIMEROS PASOS DEL HOMBRE

Durante largos siglos, el hombre no cambió mucho la faz del mundo. Su espíritu llevaba la imagen de Dios, pero su cuerpo y su manera de vivir apenas lo diferenciaban de esos Antropomorfos de los que había salido, no digamos – había nacido -, pues realmente – su personalidad nace de Dios -. Familias, grupos humanos, vivían en estado primitivo, se alojaban en cavernas, cazaban en la selva, semejantes a alguna tribus que permanecen hasta hoy.

Lentamente el hombre inventaba su lenguaje, hacia armas y herramientas. No se interesaba solamente por lo útil y lo visible. Era un artista. En las cavernas y grutas, debajo de la tierra donde celebraban sus ritos mágicos, pintaba en la pared, lejos de la luz del día, los animales que deseaba cazar; hoy todavía nos admiramos de su genio artístico.

El hombre era un “ser religioso”. Enterraba a sus difuntos con ritos destinados a asegurarle una vida feliz en otro mundo. Siendo creado a la imagen de Dios, su inteligencia pensaba instintivamente que continuaría viviendo después de la muerte. Por primitivo que fuera, éste hombre tenía una conciencia, podía amar, y descubría algo de Dios, de acuerdo con su capacidad.

Pero en realidad el autor, con resta observación, sólo buscaba transmitir un último mensaje a sus lectores, basado en la experiencia cotidiana. En ella veía como los niños pequeños andaban desnudos si avergonzarse. En cambio al entrar a la pubertad, lo percibían y se cubrían. Ahora bien, esa época coincidía con la edad en la que toman conciencia del bien y el mal y son responsables de sus actos.

El Yahvista quiso decir que toda persona, al entrar en la edad de la adultez es pecadora, y por tanto responsable de las desgracias que existen en la sociedad. Nadie puede considerarse inocente frente al mal que lo rodea, ni puede decir: “Yo no tengo nada que ver”. Por eso todos sienten vergüenza de su desnudez.

El autor buscó de esta manera establecer un vínculo entre la condición de pecador de todo hombre, y el fenómeno universalmente percibido de la desnudez – frecuente, además en aquella época por el tipo de túnicas cortas que usaban los hombres -. Esta vergüenza les debía servir como recordatorio de sus pecados.

UN HOMBRE Y UNA MUJER

La Biblia no enseña cómo fue el origen real del hombre y de la mujer, porque el escritor sagrado no lo sabía. Pero, como vimos, tampoco interesaba contar “cómo apareció” el hombre sobre la tierra, sino “de dónde apareció”. Y la respuesta es: “De las manos de Dios”

El “cómo” deben explicarlo los científicos. El “de dónde” lo responderá la Biblia. Y a medida que pase el tiempo, los científicos podrán ir cambiando sus respuestas sobre el “cómo” fue la aparición del hombre – si existió desde siempre como hoy – si evolucionó de seres primitivos – si sus primeras partículas provienen de otras galaxias, etc. -.

La biblia en cambio nunca cambiará su “de dónde”: de las Manos de Dios, que estuvo dirigiendo ese proceso. Por eso no debemos temer que aparezcan nuevas versiones científicas porque la Biblia mantendrá siempre su mensaje: “El hombre, frágil creatura de barro, es la obra maestra de Dios”. Todo hombre es sagrado e irrepetible porque tiene “un soplo de Dios”. Él es el rey y el responsable de la creación, y la mujer participa de la misma grandeza, jerarquía y dignidad que él.

… un trato de alta tecnología, no lo habría expresado mejor que este cuento infantil.

Autor: Ariel Álvarez Valdés
Comunidad que Anuncia # 10

Publicado por: José Miguel Pajares Clausen

10 comentarios:

Anónimo dijo...

“¿Por qué entonces, la Biblia relata así la Creación del hombre y la mujer? Sencillamente porque se trata de una “Parábola”, “un relato imaginario”, que pretende dejar una enseñanza a la gente.”
Y luego añade:
“La compuso un anónimo catequista hebreo, a quien los estudiosos llaman “Yahvista” (el que escribe sobre Yahvé=Dios), alrededor del siglo X antes de Cristo.”
No es correcto adjudicar todo el relato de la creación en Génesis (cp.1 y 2) a: “un anónimo catequista hebreo, a quien los estudiosos llaman “Yahvista” (el que escribe sobre Yahvé=Dios), alrededor del siglo X antes de Cristo ” debido a que el escriba de tal fuente llamada “Yavista” (Y) no escribió el primer relato de la Creación que se encuentra en el capítulo 1 de dicho libro, sino otro relato muy diferente al ese, me refiero específicamente al que concierne a Adán y Eva y al jardín del Edén (cp.2).
El “relato imaginario” (como ud. le llama) al de la Creación no proviene de una sola fuente, sino de dos fuentes escriturales distintas conocidas por “los estudiosos” como autor “E” y que está clasificado como uno de los más antiguos escritores del de esa época, el cual presenta al dios "El" o “El Elyon” que significa “el Dios Altísimo”, nombre que originalmente se usaba para referirse a su deidad, Elohim (dioses) que era el plural de la palabra El (dios).
De Wikipedia, la enciclopedia libre

De acuerdo con la hipótesis documentaria, la tradición elohísta es una de las cuatro fuentes a partir de las cuales se escribieron los libros del Tanaj (para los judíos) o Antiguo testamento de la Biblia (según los cristianos). Se data hacia el siglo IX a. C.
De allí que se perfilen otras interpretaciones para ambos capítulos y relatos, tomemos como ejemplo de ello a los judíos:
“Lilit (o Lilith) es una figura legendaria del folclore judío, de origen mesopotámico. Se la considera la primera esposa de Adán, anterior a Eva. Según la leyenda, abandonó el Edén por propia iniciativa y se instaló junto al Mar Rojo […]”- id Lilit
Trataremos [nuevamente] ahora de averiguar qué quiso enseñarnos el autor [de cada relato], con esta narración.

Anónimo dijo...

Abundando un poco más sobre este tema referente a la Hipótesis Documentaria (llamada también “Teoría JEDP”), encontramos lo siguiente en la Web:
“En el Antiguo Testamento ha habido un larguísimo proceso de redacción y de supervisión hasta que los libros vinieron a quedar como los tenemos ahora. Se conocen por lo menos cuatro grandes redactores-revisores de toda la tradición anterior a ellos; también se llaman "fuentes"; aparte de estos cuatro hubo muchos otros autores que metieron su mano en la redacción de cada libro o para incluir en la Sagrada Escritura libros enteros nuevos.
Esos cuatros grandes redactores-revisores son conocidos normalmente como: el Yavista, el Elohista, el Sacerdotal y el Deutoronomista.”- Entender la Biblia / Diversas redacciones
Y también:
“Una de las interpretaciones de la Escritura, quizás la más temprana, fue la de H. B. Witter al inicio del siglo XVIII, quién aseguró que existían dos registros paralelos en la historia de la creación , distinguibles por el lenguaje usado en el texto.”
Su método de análisis floreció gracias a un médico Francés llamado Austruc (1753) quién analizó el libro de Génesis asegurando que efectivamente, los dos registros provenían de dos fuentes distintas: una Yahvista y otra Elohista. […]”
De la fuente documental “S” (“sacerdotal”) o “P” (del inglés priestly o del alemán priestercodex sacerdotal) sigue diciendo el artículo:
“Más tarde, Karl H. Graf en el año 1860, y Julius Wellhausen en 1870 dijeron que “de acuerdo a los libros históricos y proféticos del Antiguo Testamento, la legislación sacerdotal de los libros en la mitad del Pentateuco eran desconocidos en la época antes del exilio, y que esta legislación debía ser, por lo tanto, un desarrollo posterior.”2 La letra P llegó a estar asociada con este punto de vista.”
Básicamente, ellos arreglaron la autoría del Pentateuco de la siguiente manera:
“La parte más temprana del Pentateuco llegó originalmente debido a dos documentos independientes, el Yahvista (850 A.C.) y el Elohista (750 A.C.).”
[…]
“La legislación sacerdotal en el documento Elohista fue mayormente el trabajo de Esdras y se refiere como al Documento Sacerdotal o Presbiterial. Un(os) editor(es) posterior(es) revisó (revisaron) y editó (editaron) la colección de documentos alrededor del año 200 A.C. para formar así el tan extenso Pentateuco que tenemos hoy.” - Hipótesis Documentaria del Pentateuco (Teoría JEDP)/ Ministerio de apologética e investigación cristiana
-Gracias por el espacio nuevamente

Anónimo dijo...

Que el relato de la creación en Génesis 1 no proviene de la misma fuente escritural que escribió el cp. 2(el conocido relato de Adán y Eva en el jardín del Edén) se hecha de ver por las grandes diferencias entre ambos relatos, diferencias que han sido forzosamente obligadas a coincidir como si se tratase de la misma cosa. Los personajes descritos en cp.2 no corresponden a los descritos en el cp.1 por muchas y variadas razones (aparte de lo expuesto referente a la “hipótesis testamentaria o Teoría JEDP”), salta a la vista el hecho de que:
#1- los del cp.1 fueron creados al mismo tiempo; veamos (1:26) "Entonces dijo Dios: Hagamos al hombre a nuestra imagen, conforme a nuestra semejanza; y señoree en los peces del mar, en las aves de los cielos, en las bestias, en toda la tierra, y en todo animal que se arrastra sobre la tierra.
1:27 "Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de Dios lo creó; varón y hembra los creó."
#2- se les dio la facultad de poblar la Tierra:
1:28 "Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructificad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces del mar, en las aves de los cielos, y en todas" (cosa que no llevo a cabo Adán y Eva hasta pecar y darse cuenta de su desnudez (según se desprende del relato).
Y #3- que nada se habló de un jardín ni árbol prohibido, sino:
1:29 "Y dijo Dios: He aquí que os he dado toda planta que da semilla, que está sobre toda la tierra, y todo árbol en que hay fruto y que da semilla; os serán para comer.
1:30 Y a toda bestia de la tierra, y a todas las aves de los cielos, y a todo lo que se arrastra sobre la tierra, en que hay vida, toda planta verde les será para comer. Y fue así."
Y como en todo cuento, tiene un final feliz:
1:31 "Y vio Dios todo lo que había hecho, y he aquí que era bueno en gran manera. Y fue la tarde y la mañana el día sexto."
El relato “E” se extiende hasta el cp.2: 1-3 para luego dar paso al relato Yavista o “Y”; continua diciendo:
2:1 "Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo el ejército de ellos.
2:2 Y acabó Dios en el día séptimo la obra que hizo; y reposó el día séptimo de toda la obra que hizo.
2:3 Y bendijo Dios al día séptimo, y lo santificó, porque en él reposó de toda la obra que había hecho en la creación."
Bendición que no fue echada a Adán y Eva pues contrario a aquellos del 1er relato (cp.1), a estos le sobrevino una maldición por causa de su desobediencia:
3:17 “Y al hombre dijo: Por cuanto obedeciste a la voz de tu mujer, y comiste del árbol de que te mandé diciendo: No comerás de él; maldita será la tierra por tu causa […]”
El resto del relato es familiar entre los lectores de la Biblia (Ge. 2-4) y personas que han oído.
Gracias por última vez

Anónimo dijo...

La magnitud de los misterios de Dios es tan inmensa que se puede comparar con; hacer un huequito a la orilla del mar e intentar meter alli el agua de todos los oceanos

Anónimo dijo...

Ingenuos! Intentar dar respuestas cientificas a las obras de dios!pero por favor!como si la teoria del bing bang fuese taaaan logica!y critican las obras de dios hablando con tanto sarcasmo y con comillas! Esto es blasfemia! Y hay muchas cosas que la ciencia nocpuede explicar ybtodo sabemos que son obras de dios!

Anónimo dijo...

Ay mis hermanos catolicos.....como se andesviado tanto de la sana doctrina......amintonandose tantos maestros quieriendolo entender todo y ahi es donde Dios los enloquece y hierran una y otra vez.....yo creo que la palabra de Dios no miente y no quiero razonar mas haya de mis posibilidades......solo creo con los ojos de la fe ♥

Anónimo dijo...

http://www.vatican.va/holy_father/pius_xii/encyclicals/documents/hf_p-xii_enc_12081950_humani-generis_sp.html

Condena del poligenismo

Según la hipótesis del poligenismo, después de Adán hubo en la tierra verdaderos hombres no procedentes del mismo protoparente por natural generación, o bien Adán significa el conjunto de muchos primeros padres. Con respecto a la teoría del poligenismo algunos autores (Jorge Loring, S.J., José Antonio Sayés, Juan Luis Bastero et alia), sostienen que:

«Pío XII no dice que el poligenismo no pueda conciliarse con la fe, sino que no se ve cómo pueda conciliarse. Deja abierta la posibilidad de una conciliación».

Afirmación sin lugar a dudas peregrina, pues el mismo Pío XII continúa diciendo en Humani Generis:

«Y como en las ciencias biológicas y antropológicas, también en las históricas algunos traspasan audazmente los límites y las cautelas que la Iglesia ha establecido».

Es decir, alguien podría colegir de la afirmación de Pío XII, «pues no se ve claro cómo tal sentencia pueda compaginarse con cuanto las fuentes de la verdad revelada y los documentos del Magisterio de la Iglesia...», que «deja abierta la posibilidad de una conciliación del poligenismo con la fe». Sin embargo, un examen más atento de la cuestión no permite esta interpretación, ya que según la mente de Pío XII, ésta entrañaría «también», «traspasar» (y traspasar audazmente) «los límites y las cautelas que la Iglesia ha establecido» en las ciencias biológicas y antropológicas.

La última sentencia aclara la primera, y en las mismas palabras del inmortal Pío XII:

«Es evidentemente falso el método que trata de explicar lo claro con lo oscuro; antes bien, es menester que todos sigan el orden inverso». - «Patet omnino falsam esse methodum, qua ex obscuris clara explicentur, quin immo contrarium omnes sequi ordinem necesse esse». PÍO XII, Carta Encíclica ‘Humani Generis’ (12 de agosto de 1950), n. 15.

Anónimo dijo...


La Biblia es la palabra de Dios, y los católicos deben creer en ella.No importa lo que diga la ciencia, que es atea o se cree por encima de Dios.

Anónimo dijo...


Sabe una cosa? Por cosas como éstas, mi hijo no cree en Dios. ¿porqué? Porque la "profesora" de catequesis les dijo que Adán y Eva era una leyenda. Entonces él deduce que Dios, Jesús, y el resto de la Biblia también es una leyenda.
Y no hubo manera de convencerlo en contrario, ya que ella es "profesora de catequesis" y yo nó.
Vea el daño en las almas que produce todos los artículos y dichos de personas que diciendo ser católicas, creen en falsedades ajenas al verdadero catolicismo.
Hay que estudiar más la Doctrina de la Iglesia.

José dijo...

Hermano José lo felicito de todo de corazón por este tema que lo ha tratadado tan claramente, me parece totalmenete necesario hoy en día que este tipo de información se difunda ya que personalmente siento rabia ver tanta gente engañada, con creencias totalemete erradas consecuencia lamentablemente de una educación religiosa desde la niñez equivocada o mal instruida, y lo peor es que les ha convertido en personas totalmente cerradas mentalmente hablando, imaginese habiendo tanatas pruebas científicas teniendo las pruebas en las manos y se atreven a negarlas solo porque sí, solo porque les inculcaron una creencia impuesta y fuera de la realidad, incluso hay un padre de familia molesto porque le dijeron la verdad a su hijo y prefiere que le sigan mintiendo solo porque el lo entendio asi jajaja, gracias de nuevo Hno. José que Dios lo bendiga y o siga iluminando para que siga con este trabajo que viene haciendo y ojalá un día todos comprendan que la biblia no es un libro para entenderlo de manera literal sino que hay que interpretarla, estudiar la historia de la misma biblia, el contexto en el que fue escrito tal o cual libro, y cual es su verdadero fin, que para mi en vez de enfrentarnos en detalles menores en su conjunto nos quiere enseñar el amor entre nosotros y el amor a DIOS. Pero en vez de eso peleamos como idiotas, incluso hay gerras por tonterías insignificantes pequeñas diferancias en las creencias, pero en fin bien claro ya lo dijo jesús EL QUE TENGA OJOS QUE VEA Y EL QUE TIENE OIDOS QUE OIGA Gracias.