sábado, 28 de julio de 2012

¿HIZO BIEN TRUMAN EN TIRAR LA BOMBA ATÓMICA? POLÉMICA POR LA POSICIÓN DE UN SACERDOTE




Profesor en Notre Dame.

El padre Wilson Miscamble es historiador, veterano militante provida y se opuso al homenaje a Obama.

En los medios católicos de Estados Unidos se ha desatado una fuerte polémica tras el libro de Wilson Miscamble, historiador, miembro de la congregación de la Santa Cruz (fundada en 1857 por el Beato Basilio Moreau), en que defiende la decisión del presidente Harry S. Truman de lanzar la bomba atómica sobre Hiroshima y Nagasaki, poniendo fin de manera expeditiva a la Segunda Guerra Mundial.

La polémica no viene tanto por esa defensa -muy común en amplio sectores de la opinión pública norteamericana- como por la personalidad de quien la ha explicado en su obra La decisión más controvertida, y en un vídeo (que reproducimos abajo) donde resume su tesis. El padre Miscamble nació en Australia en 1953 y es un prestigioso historiador especializado en la historia de su país de adopción. Especialista en relaciones internacionales, está preparando una amplia investigación sobre la influencia de los católicos en la política exterior de Estados Unidos desde la Guerra de Cuba contra España hasta la Guerra de Irak.

Pero además, Miscamble es bien conocido por su valentía al tomar posición contra el controvertido homenaje que la Universidad de Notre Dame (donde es profesor desde 1978) tributó a Barack Obama el 17 de mayo de 2009, otorgándole el título de doctor honoris causa. Dicha institución académica católica fue fundada en 1842 por el padre Edward Sorin, también de la Congregación de la Santa Cruz, antes incluso de su reconocimiento canónico definitivo.

Firme defensor de la causa provida, el padre Miscamble no dudó en enfrentarse a los dirigentes de su propia universidad criticando el mensaje erróneo lanzado con ese homenaje a un presidente militantemente abortista: "En vez de animar la formación moral de los estudiantes de Notre Dame, sus dirigentes han plantado las peligrosas semillas de la confusión moral. Han traicionado a los alumnos fieles y con fe que se unen a Notre Dame para permanecer firmes en asuntos fundamentales de la enseñanza católica, como es la santidad de la vida", dijo en un acto público contra la concesión del doctorado honoris causa, justo en aquellos polémicos días.

Truman, sin alternativas, según el padre Miscamble.

El argumento del padre Miscamble para justificar a Truman es que no había alternativas. Descarta que sus razones fueran impresionar a Stalin, y cita una frase del presidente norteamericano en el sentido de que no quería "convertir a Japón en un nuevo Okinawa de un extremo al otro del país" (en la batalla de Okinawa había habido más de cien mil víctimas civiles). Cita también una frase del general George Marshall, estimando en un millón de muertos por cada bando el coste de esa invasión. Y alude a la llamada Operación Ketsugo, diseñada por los militares nipones para defender cada palmo de terreno del país de una invasión. Incluso después de la caída de las dos bombas (en ciudades con industria militar, subraya Miscamble), esos mandos militares habían decidido continuar la resistencia, y fue la anómala intervención del emperador Hirohito la que forzó la rendición.

En conclusión, dice el religioso, lanzar las bombas fue "la menos terrible de las opciones" que tuvo Truman, y es "lo que habría hecho cualquier persona normal en su situación".

Estos argumentos del padre Miscamble - quien, obviamente, habla como historiador, y no como sacerdote - no han convencido a muchos, que le acusan de "consecuencialismo", es decir, de justificar moralmente una acción según sus consecuencias, y no según su naturaleza propia.

El debate, que no ha cesado desde 1945, cobra así un nuevo ímpetu, sin grandes novedades en cuanto a los argumentos -si bien el libro del padre Miscamble aporta un elenco completo de los datos históricos sobre el asunto-, pero con la novedad esta vez de la personalidad de uno de los participantes.

C.L. / ReL

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