sábado, 30 de marzo de 2013

GRACIAS FRANCISCO POR ABRIRME LOS OJOS


Miles de artículos, reportajes, editoriales y programas especiales hemos observado alrededor del mundo que nos dan cuenta de la sucesión papal. Mucho tenemos que conocer del Santo Padre Francisco. Mucho hemos de orar por su trabajo pastoral que ahora inicia como sucesor de Pedro.
Hay una carta que un joven publicó en FB que nos cautivó por su sencillez.

Gracias Francisco por abrirme los ojos

¿Quién eres tú, Francisco? ¿Por qué me ha sorprendido tanto verte? ¿Por qué tanta la expectativa que surge a tu alrededor? ¿Qué es lo que vas a hacer? ¿Cómo vas a trabajar?

Todas las mañanas, cuando llevo a mi hermano a la escuela, rezamos juntos un Padrenuestro y luego un Ave María. No conozco de memoria muchas más oraciones, y de hecho, son esas las que más nos gustan, por su sencillez y su universalidad. Las puede rezar cualquiera.

Por eso, hoy que estaba en mi casa, viendo con sorpresa al nuevo Papa, sentí algo muy bonito cuando escogió para rezar exactamente lo que yo, y seguramente millones de católicos rezamos a diario.

Sentí algo especial cuando me di cuenta de que el nuevo Papa me estaba haciendo orar, no sólo gritar o vitorear su nombre. Sentí algo extraño cuando me pidió que lo bendijera antes que nada y que pidiera a Dios mucho por él, al igual que por todos mis hermanos, antes incluso de darme él la bendición. Sentí algo especial al verlo salir sin tantos adornos, tan sencillo, franco, con ese gesto de siervo, lo vi humano y abierto. Me cautivó esa sonrisa que parecía esconder tantos años de entrega, sacrificio y trabajo.

Y vaya, que sentí que a mis 20 años, me hace mucha falta trabajar.

Por eso te digo: Bienvenido Francisco, a una Iglesia que está en crisis, pero que lo ha estado por muy diversas razones desde el primer día que fue instituida. Bienvenido a un mundo que te atacará, lleno de gente que no piensa como tú, de gente que odia lo que tu crees y haces. Bienvenido a un pueblo que te juzgará, inclusive dentro de tu misma casa. Bienvenido al trabajo arduo, fatigante, lleno de contrariedades y quizá de ingratitud.

Hoy Francisco, quiero decirte que voy a trabajar contigo. Quiero seguir tu ejemplo, quiero quitarme mis adornos y salir a servir a la gente. Quiero lanzarle una sonrisa al mundo, con esa simpleza que tu lo hiciste. Quiero servir a los que esperan mucho de mí, poco, o nada, quiero servirlos a todos. A los que no opinan como yo, quiero servirlos. A los que he lastimado o lastimaré, quiero servirlos. A los que me han lastimado quiero servirlos.

Quiero trabajar contigo desde mi propio hogar en las cosas que puedo hacer desde hoy. No quiero imponer mi opinión religiosa, quiero compartir la verdad: Todos somos hermanos. Que el amor, nos ama. Que ese amor es un Padre bueno independiente a cual sea nuestra creencia.

Hoy Francisco, quiero ser el último en la fila. Quiero ser el que ocupa el último lugar del estacionamiento, y el último en servirse de comer. Quiero poder superar mis miedos y vencer mis malos hábitos y egoísmos, pero además quiero pasar desapercibido. Quiero que la gente se de cuenta que mi Iglesia no está para conquistar al mundo, sino para servirle. Quiero que Evangelizar a todos los pueblos se traduzca en verdadera caridad para todos.

Y sé que tú trabajarás con mucha pasión en ello. Sé que el representante de mi Iglesia se despertará todos los días muy temprano para trabajar. Sé que orarás y contemplarás, y al mismo tiempo actuarás. Sé que te haces de cocinar todos los días. Sé que viajabas en metro y en bus en tu país. Sé que naciste de padres humildes. Y sé que no flaquearás porque eres un luchador de la vida y un defensor de la vida de los más pobres y desposeídos. Sé que te atacarán igual que todos los días nos ataca la pereza cuando decimos tímidamente: ‘somos católicos’.

Hoy salgo de mi balcón y le grito al mundo muy fuerte que SOY CATÓLICO no porque quiera presumirlo sino porque el mundo necesita saber que si soy católico es que voy a servirlo. Me acordaré que soy católico la próxima vez que me de flojera hacer mi trabajo, la próxima vez que quiera mentir, la próxima vez que quiera obtener un examen. Me acordaré también cuando en una fiesta ofrezcan droga, esa que a tantas familias destruye. Me acordaré el día que me asalten y me agredan, y tenga que perdonar a los que me ofenden. Me acordaré el día que me insulten o critiquen y tenga que preocuparme por ellos. Me acordaré que soy católico el día que no quiera ver a mi familia, o que prefiera divertirme en lugar de ir a un evento de mi hermanito. Me acordaré que existes tú Francisco, como tantos antes de ti, que también tuvieron que luchar contra si mismos. Que también tuvieron que aguantar tanto. Que también tuvieron que trabajar tanto.

Hoy salgo del confort y la superficialidad en la que vivo y no me apenará compartir en facebook algún comentario que mencione a Dios. Hoy salgo de esa ignorancia tan palpable donde demuestro que no conozco lo suficiente a mi religión. Hoy me doy cuenta que soy católico no porque soy mejor, al contrario, Hoy me acuerdo que Jesús vino a sentarse con prostitutas, hipócritas y delincuentes, por eso mismo está sentado en mi vida, está conmigo a pesar de mi pequeñez.

Hoy Francisco, te agradezco tanto por aceptar el papado, te agradezco tanto que nos regalaras esa sonrisa. Te agradezco que salieras tan humilde, que te inclinaras para ser bendecido por tus fieles. Te agradezco que recordaras al Papa que te antecedió. Te agradezco de que hables mi idioma, y que te guste el fútbol como a mí. Te agradezco que hoy me hayas puesto a rezar un Padrenuestro y un Ave María, porque así de sencillo, me has abierto los ojos, y seguramente lo harás en tantos jóvenes como yo, que necesitamos desesperadamente volver a creer.

Querido Francisco, a partir de hoy, yo trabajaré contigo.

Encuentra.com

1 comentario:

Luciana dijo...

Me encantó y emocionó mucho esta carta escrita por un joven!! Cuánta sabiduría en sus apenas 20 años!
Amo al Papa Francisco y todo lo concerniente a él me emociona hasta las lágrimas frecuentemente.