jueves, 27 de febrero de 2014

DISPARO DIRECTO AL CORAZÓN...



¿Milagro? Él habla de intervención divina.

Hasta hace dos días, Ricky Wagoner, era un discreto conductor de autobús de Dayton, un municipio de Ohio. A partir de ahora, sin embargo, pasará a engrosar la lista de los que han evitado la muerte tras rozarla de cerca gracias a una inesperada intervención divina.

En su caso, ha sido el ejemplar de la Sagrada Biblia que llevaba en el bolsillo izquierdo de su camisa desde hacía apenas una semana.

El pasado lunes, mientras acometía unas reparaciones en el autobús en el costado de una carretera local, Wagoner, según el informe policial, fue asaltado por tres adolescentes.

Antes de recibir dos balas en el pecho, el conductor, de complexión obesa, tuvo tiempo de oír decir a uno de ellos decir que “ya era hora de matar a un oso polar para poder formar parte del club”. Según los observadores, esta frase puede referirse al rito de iniciación de una banda de malhechores.

A punto estuvieron los delincuentes de lograr su propósito pero se produjo un milagro: pese a los dos balazos en el pecho y al apuñalamiento en el brazo, Wagoner permaneció en pie.

Pudo pelear para arrebatar el puñal a uno de sus agresores. Consiguió rajar a otro con su bolígrafo de aluminio. Al final, todos acabaron huyendo.

A día de hoy, Wagoner se recupera en el hospital de unas heridas que no amenazan su vida. Pero podían haberlo hecho: según el comisario de Policía Michael Pauley, el jefe de los agentes que encontraron las dos balas estampadas en el ejemplar de la Biblia.

Los proyectiles atravesaban precisamente el versículo que dice: “Mirad que os envío como corderos en medio de lobos”. (Lc, 10-3) Una cita de Lucas que parece trágicamente adecuada para un ataque tan violento.

Wagoner considera que ha sido agraciado por un milagro. No le encuentra otra explicación.

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