viernes, 29 de agosto de 2014

EL ANACORETA Y EL HOMBRE INFELIZ


Se quejaba de que todos, su familia, sus compañeros de trabajo, la sociedad, le hacían infeliz. El Anacoreta lo miró con pena y le dijo:

- No debemos creer que los demás nos hacen infelices. Sosiégate y piensa, que sólo nosotros nos hacemos infelices. La felicidad está en nuestras manos.

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