miércoles, 27 de agosto de 2014

«LA PRINCIPAL DIFICULTAD DE LOS CRISTIANOS QUE ACUDEN A MISA ES ASISTIR A ELLA POR MERA COSTUMBRE»


Ricardo Reyes, autor de «Cartas entre cielo y tierra»

Al sacerdote Ricardo Reyes Castillo -“nacido en Francia, de padres panameños”, explica él-, lo ordenó en 2003 Juan Pablo II. Su tesis doctoral “La unidad en el pensamiento litúrgico de Joseph Ratzinger” fue elogiada y la BAC no tardó en publicarla como libro.

La pasión que toca el corazón de padre Ricardo se expresara en una nueva obra, que ya es éxito de ventas, conocida en español bajo el título “Cartas entre cielo y tierra”.

Desde hace algunos días el sacerdote se encuentra ‘de misión’ por Latinoamérica dictando conferencias, predicando, dando testimonio… sobre el corazón que late en el referido libro: la Eucaristía.

Hacerla cercana, que se comprendan sus momentos y signos litúrgicos, que se la viva como “encuentro de amor”, es la invitación que nos trasmite en la siguiente entrevista que concedió a Portaluz desde Arequipa (Perú).

- PADRE RICARDO, SU LIBRO “CARTAS ENTRE CIELO Y TIERRA” EXPLICA AL CREYENTE DE QUÉ TRATA Y CUÁL ES EL VALOR ESPIRITUAL DE CADA MOMENTO QUE TRANSCURRE EN LA LITURGIA EUCARÍSTICA. ¿TAN DESCONOCIDA O COMPLEJA ES HOY PARA LOS FIELES LA EUCARISTÍA QUE REQUIERE SER EXPLICADA?
-Soy sacerdote desde hace 11 años y he constatado la creciente necesidad en los cristianos de entender el significado de aquello que es básico de nuestra fe. Hoy más que nunca necesitamos volver a redescubrir la Santa Misa. Tenemos el constante riesgo de vivir la liturgia eucarística como una costumbre, un precepto que cumplir y así perdemos de vista el verdadero significado de lo que se vive en este evento. Por eso en este libro he tratado de explicar en un modo simple cada gesto y fórmula de la Misa.

-USTED HA VIAJADO POR ALGUNOS PAÍSES PRESENTANDO ESTA OBRA… ¿QUÉ RIQUEZAS O ALGÚN TESTIMONIO SOBRE LA EUCARISTÍA –QUE PUDIERA COMPARTIRNOS- HA RECIBIDO DE LOS CREYENTES CON QUIENES SE HA ENCONTRADO?
-El libro salió en Italia hace un año y medio y en España en el mes de marzo de este año. La verdad ha tenido una gran acogida ya que está en su tercera edición en español. Hay una página del libro en Facebook (se puede visitar aquí) y muchísimas personas escriben agradecidas ya que han logrado descubrir la profundidad de la Santa Misa. Recuerdo un señor anciano quien me contactó hace algunos meses… está postrado en cama y me agradeció porque a través del libro ha sentido la compañía del Señor en sus sufrimientos.

-¿POR QUÉ LOS CATÓLICOS PARECEN TAN AJENOS A VIBRAR CON LA EUCARISTÍA Y SABER DE QUÉ SE TRATA?
-La principal dificultad que viven los cristianos en el celebrar la Santa Misa es el asistir a ella por una simple costumbre. Esto se debe a que una vez terminado el catecismo de preparación a los sacramentos no hemos tenido ningún tipo de seguimiento en la fe. Hoy, como decía Papa Benedicto, vivimos un analfabetismo religioso y por esta razón es urgente una formación y educación cristiana para los adultos.

-¿SU MOTIVACIÓN PARA ESCRIBIR ESTE LIBRO NACE DE ALGUNA EXPERIENCIA SIGNIFICATIVA QUE VIVIÓ CON DIOS?
-Nace por la petición de un amigo que encontraba dificultad en asistir a misa porque sentía que era un acto completamente lejano a su persona. No queriendo ser incoherente me pidió que le explicara el significado de lo que se hacía en el rito de la misa y sobre todo qué relación podía existir entre lo que se celebraba en la Iglesia y su vida.

-¿PARA QUIENES ESTÁ PENSADO ESTE LIBRO Y CUÁL ES SU NOVEDAD?
-El libro está para cualquier cristiano que quiera conocer. Son 12 cartas que escribo a ese amigo en las cuales, mientras explico la misa, voy recordando algunos pasajes de la Escritura y episodios de mi vida. Hay chicos de 15 años que lo han leído y también personas ancianas. Lo escribí con un lenguaje accesible a todos y allí reside la novedad.

-¿QUIÉN -Y POR QUÉ- DEFINIÓ QUE LA EUCARISTÍA DEBÍA CELEBRARSE DE LA FORMA COMO SE HACE?
-Para responder a esta pregunta necesitaría otro libro… pero fundamentalmente es la Tradición de la Iglesia que ha dado forma a la celebración eucarística como lo vivimos hoy en día.

-¿Y CUÁL ES LA NOVEDAD DE LA EUCARISTÍA QUE EL CATÓLICO DE NUESTRO TIEMPO HA OLVIDADO?
-No soy quién para decir si los católicos han olvidado algo, pero pienso que lo más importante de la celebración es dejarse maravillar por el Señor. La eucaristía es un encuentro de amor, con aquel amor que da sentido a aquello que no tiene sentido en nuestra vida. Nosotros, cada vez que vivimos la celebración, participamos y somos introducidos en el presente del Resucitado y así podemos saborear el cielo en la tierra.

-EN EL TRANSCURSO DE LA LITURGIA EUCARÍSTICA, ¿CUÁL ES EL SENTIDO DEL PONERSE DE PIE EN UN MOMENTO Y SENTARSE EN OTRO?
-Los gestos y la posición del cuerpo son una ayuda para que el alma pueda entrar en una oración aún más profunda. Por ejemplo el sentarse es una posición que ayuda a recibir algo… por esto durante la liturgia de la Palabra los fieles están sentados y así cada gesto o fórmula tiene un por qué. Tenemos que descubrirlo…

-MUCHA GENTE NO SE ARRODILLA AL MOMENTO DE LA CONSAGRACIÓN. ¿PODRÍA HABLARNOS DEL VALOR Y SENTIDO QUE ENCIERRA EL ARRODILLARSE Y SI ES OBLIGATORIO?
-No es obligatorio pero la posición indicada en el momento de la consagración es estar de pie o de rodillas ya que estamos en un momento de la celebración en el cual se está en tensión, se podría decir tensión escatológica, ya que Cristo está presente. El estar de pie o de rodilla son dos posturas que mueven el cuerpo hacia delante y por esto ayudan a esperan la venida del Señor.

-PUEDE PARECER OBVIO…PERO QUIZÁS ALGÚN LECTOR LO DESCONOCE: ¿POR QUÉ SÓLO LOS SACERDOTES PUEDEN CONSAGRAR EL PAN Y EL VINO?
-Porque ellos a su vez han sido consagrados para servir al Pueblo de Dios en la caridad y en la fracción del pan.

-¿CREE USTED EN LOS MILAGROS EUCARÍSTICOS? ¿SON UNA PRUEBA PARA CREER QUE EFECTIVAMENTE EN EL PAN Y VINO CONSAGRADOS ESTÁ DIOS MISMO, CRISTO MISMO?
-Claro que creo, en Italia hay varios y son signos de la ternura de Dios que nos acompaña siempre aún en nuestras incredulidades.

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