miércoles, 30 de septiembre de 2015

Juan 10, 10


“Jesús vino e hizo una sencilla declaración de Quien es Dios y quien no es dios; esta en Juan 10,10. Él dijo: ‘un ladrón viene a robar a matar y destruir; Yo he venido para que puedan tener vida y tengan vida en abundancia’. Ya antes Jesús había hecho una afirmación del mismo ladrón en Juan 8,44. Él dijo: ‘Él fue un asesino desde el principio y no se mantuvo en la verdad porque no había verdad en él. Cuando habla la mentira, de lo suyo habla, porque es mentiroso y el padre de la mentira’.

Con estas dos declaraciones vamos a completar un esquema de quien es Satanás:

Dios: VIDA EN ABUNDANCIA

Satanás: - ladrón - asesino- destructor y homicida desde el principio - mentiroso y padre de todas las mentiras

No pongo el título de las dos columnas al mismo nivel para evitar el error más común -que Satanás es lo opuesto a Dios- porque él no lo es. Hacerlo lo opuesto a Dios lo pondría en igualdad. Dios no tiene igual; Satanás es una simple creatura creada por Dios, entre las muchísimas creaturas que Dios ha hecho. Por supuesto que Dios no lo hizo malo, él se convirtió en malo por sí mismo y Jesús lo dejó muy claro, en otros discursos.

En otras palabras, dondequiera que se vea una de esas cuatro señales –no cinco porque asesino y homicida son lo mismo- ya usted debe saber a quién le pertenecen. Así que del lado de Satanás tenemos que vienen cuatro cosas: robo, asesinato, destrucción y mentira. Del lado de Dios solo viene una cosa: Vida, y no solamente vida, sino que viene Vida en Abundancia. Mucha gente y muchos cristianos que leen la biblia necesitan recordar estas simples palabras de Jesús. Porque cuando ellos ven muerte y destrucción de inmediato la atribuyen a Dios. Pero Nuestro Señor ya les dijo de quien vienen.

Al mismo tiempo mucha gente en el mundo piensa que Satanás les da a ellos buenas cosas, en otras palabras, mejora sus vidas de una manera u otra. Eso es una simple mentira; el miente cada vez que abre su boca. Él no tiene absolutamente ningún amigo; el busca el dolor humano. Esa es su comida y su bebida. Tarde o temprano, todas sus actividades y cualquier acuerdo con él van a terminar, por necesidad, en dolor. Repetimos esto: van a terminar en dolor. ¿Porque? Porque el Señor así lo aseguro en los dos versículos anteriores. Jesús, Dios, conoce a Satanás mejor que cualquier ser humano podría conocerlo alguna vez. Entonces, mejor es que busquemos dentro de nosotros mismos, si le creemos a Él (Jesús) y a Su Palabra, porque de lo contrario nosotros seremos después los únicos culpables puesto que ya hemos sido advertidos.

Una de las herramientas más famosas y más útiles dentro de la vida espiritual es la que dio a conocer san Ignacio de Loyola hace cinco siglos en su sencillo discernimiento de espíritus, establecido primero por el mismo Jesús, dijo: Si algo es de Dios, será pacifico, gozoso, calmado. Será un consuelo, eso quiere decir que dará-vida (life-giving), o será vivificante. Si algo viene de Satanás será turbulento, provocará sentimientos ansiosos, será pesado negativo, será desolación, es decir no será vivificante, no traerá vida. Exactamente, lo que dice Jesús en los versículos mencionados.

Entonces ¿porque a pesar de estar tan claro, mucha gente cree que cosas que no son vivificantes en este mundo ni en sus vidas vienen de Dios? Tal vez, los más probables culpables son la forma en que nos hablaron de Dios, o tal vez, el antiguo testamento. Sin embargo, leemos en el antiguo testamento en el libro de Sabiduría: “Dios no hizo la muerte, ni tampoco Él se alegra en la destrucción de los vivos, porque El creo todas las cosas para que vivieran” (Sb 1, 13-14). Podemos agrupar en la misma línea a más de uno, como por ejemplo: Ezequiel 18, 23 cuando Dios pregunta: “¿Acaso me agrada la muerte del impío, oráculo del Señor Dios, y no que se convierta de sus caminos y viva?; a Oseas 4,6 y a Eclesiastés 7,17; a quienes tan solo mencionamos también lo podemos incluir en este grupo. Pero donde Jesús básicamente mostró su infelicidad por nuestra muerte fue en Mateo 22,32: “Y No es Dios de muertos sino de vivos” Esta es una enseñanza que sorprende a la gente y el evangelio nos la dice, a ¿caso porque se piensa de Dios de otra manera? Jesús lo resume en una sola afirmación en Juan 10,10, como ya lo hemos dicho. Además para mostrar cuan seriamente esta Dios comprometido con la Vida. La muerte nos fue dada como consecuencia del pecado de Adam y Jesús nos devuelve la vida con la resurrección. Las áreas de la vida donde más se ve este principio del enemigo son las áreas de sufrimiento innecesario en nuestras vidas.”

Traducción hecha del libro ‘La sanación de las familias’ (The Healing of Families”) Cap 2, pg 36, escrito por el sacerdote africano Yozefu-Balikuddembe Ssemakula, (conocido como Padre Joseph), quien nació en 1964 y fue ordenado sacerdote en 1993 en Kampala, Uganda, además adquirió un PhD en psicología clínica en Washington.

Muchos de los sufrimientos que enfrentamos en la vida son innecesarios y Jesucristo, Dios de Vida y Resurrección, los puede sanar.

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