viernes, 11 de diciembre de 2015

¿CUÁNDO CAMBIAREMOS?


"¿A qué compararé la gente de este tiempo? Es comparable a los niños que se sientan a jugar en las plazas y gritan a sus compañeros: Tocamos la flauta, y no bailasteis; cantamos canciones tristes, y no llorasteis. Porque vino Juan, que ni come ni bebe, y dicen que tiene un demonio. Luego ha venido el Hijo del hombre, que come y bebe, y dicen que es glotón y bebedor, amigo de gente de mala fama y de los que cobran impuestos para Roma. Pero la sabiduría de Dios se demuestra por sus resultados."


A Juan Bautista no le escuchaban porque hablaba de penitencia y conversión. A Jesús, que hablaba de amor y misericordia, tampoco le hacen caso. Y lo mismo ha ocurrido a lo largo de la historia y en nuestros tiempos. A unos los consideramos demasiado estrictos y a otros demasiado laxos; pero nosotros seguimos cómodamente sin cambiar. Nos excusamos en que no nos gustan los creyentes, ni unos ni otros, para seguir alejados de Dios. Ya va llegando el tiempo de que nos paremos a reflexionar, de que entremos en nuestro interior y miremos con sinceridad qué es lo que debemos cambiar. Adviento es un buen momento para hacerlo.

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