viernes, 24 de junio de 2016

¿POR QUÉ LA GENTE RECURRE MÁS AL SATANISMO? [¿CÓMO VA ENTRANDO EN ESE AMBIENTE?]


El abandono de la religión inevitablemente conduce a la gente a hacerse preguntas acerca de la existencia del mal y sus orígenes. Y el declive de las creencias religiosas en Occidente y el crecimiento del secularismo ha “abierto la ventana” a la magia negra, el satanismo y la creencia en lo oculto.

El culto al demonio, luciferismo y misas negras, narcos satánicos y comuniones sacrílegas; proliferación de espiritismo, brujería, hechicería, astrología, ocultismo, fenómenos psíquicos y superstición, avistamiento de ovnis; aumento considerable de obsesiones y posesiones diabólicas; signos e influencia satánica en los medios de comunicación y casa vez más públicamente, son señales claras de que estamos entrando o hemos entrado en una de las tribulaciones – quizás o menor o quizás la Gran Tribulación -, profetizada en la Biblia y por los santos de Dios a través de la historia.

El mayor truco del diablo se ha dicho que es convencernos que no existe, o que no es tan malo como lo pintan. Nadie en su sano juicio podría exclamar, ‘¡Maligno, se tú mi bien!’, y con este criterio muchos de nosotros hemos tomado la costumbre de ignorar el mal o no admitir su atrocidad. Pero ahora hemos llegado a un punto en que los signos satánicos se muestran más claramente y más públicamente. Por ejemplo lee este artículo para que te quede clarop Descarada REPRESENTACIÓN SATÁNICA en la Inauguración del Túnel Más Largo del Mundo.

EL MAL ESTÁ A LA VUELTA DE LA ESQUINA

Cualquier persona que viva en una comunidad religiosa, cualquiera que seriamente intente rezar, tarde o temprano, se encuentra con el mal. El diablo trata de socavarle a cada paso.

La oración se vuelve difícil y entregarnos a algún apostolado activo parece mucho mejor, ¿por qué no dejar la oración “inútil” y entregarnos a algo que beneficia claramente a los demás? Ese es el diablo en su trabajo. Las buenas personas son seducidas por las cosas buenas. Apenas nos damos cuenta de que hemos abandonado a Dios y debilitado la comunidad.

Satanás viene en mil disfraces. El chisme venenoso por lo general no aparece como tal. Se disfraza de “preocupación” o “ultraje moral”, pero poco a poco, crece y se vuelve destructivo. Afecta no sólo al chismoso sino también al oyente. Como dice Francisco, crece como una infección.

Nuestro problema es que nos hemos vuelto complacientes. Debido a que tendemos a no pensar en el diablo en términos personales, asumimos que el mal en realidad no puede hacernos daño. Queremos una religión de Pascua sin las luchas de Jueves Santo y Viernes Santo.

Pero a pesar de que la victoria se gana en Cristo, tenemos que apropiarnos de ella para nosotros mismos. Como el Papa comentó,

“No hay lugar a dudas, existe una batalla, una batalla en la que la salvación eterna de todos nosotros está en juego.”

Las mejores armas para usar contra el diablo son las que utilizamos durante la Cuaresma: la oración, el ayuno y la limosna.

La oración golpea con fuerza la cabeza del diablo al afirmar que Dios es nuestro objetivo. Por desgracia, cuanto más tratamos de orar, más podemos esperar que satanás trate de impedírnoslo.

El ayuno afirma que la mundanidad, el tener más, no es el valor por el que elegimos vivir. Eso va en contra del intento del diablo para hacernos materialistas.

En cuanto a
la limosna, amar a los demás es precisamente lo menos que el diablo quiere ver en nosotros.

Pero si eso pasa a quienes se consideran cristianos y creen en el mundo natural, ni que decir de los amplios sectores de la sociedad que se van progresivamente descristianizando y dentro de familias enteras que durante generaciones no han oído hablar de Dios.

Es ahí donde se hace más fuerte el satanismo.

EL AMBIENTE DEL SATANISMO

Lo más visible de esta descristianización y del crecimiento del satanismo es el ambiente previo que oficia de su puerta de entrada.

Algunos de los caminos por los cuales es más fácil entrar en contacto con un grupo satanista son:

la frecuentación de ambientes esotéricos, mágicos y ocultistas hasta llegar a habituarse a las ideas y prácticas de los mismos, y al deseo de ir más allá para experimentar nuevas vías de conocimiento;

la participación en reuniones espiritistas para la evocación de seres particulares, en las cuales no es difícil que se llegue a la invocación de espíritus demoníacos y donde se puede encontrar a quien participa también en ritos satánicos;

el recurso de los magos para afrontar problemas de diverso género que, como muchas veces se prolongan en el tiempo, se trata de solucionar hasta con el recurso a la llamada magia negra, la cual casi inevitablemente introduce en el mundo de los ritos satánicos llevados a cabo por individuos o grupos más o menos organizados;

la atracción idolátrica que se manifiesta con respecto a ciertos cantantes y grupos de música rock, a los cuales se permite -mediante el mensaje de sus canciones- blasfemar e invitar al suicidio, al homicidio, a la violencia, a la perversión sexual, al uso de droga, a la necrofilia y a la implicación en el satanismo.

MOTIVOS POR LOS QUE SE RECURRE A ESAS PRÁCTICAS

Los motivos que llevan a la práctica de ritos satánicos son muy diversos y entre éstos podemos encontrar:

la convicción de obtener ventajas materiales de diverso tipo, incluso con perjuicio para otras personas;

la voluntad de “contestar” a la sociedad de modo excéntrico y transgresivo;

una morbosa atracción hacia lo que es pavoroso y horrendo, tal vez dictada por el deseo inconsciente de exorcizar los propios miedos;

la respuesta violenta a traumas, a veces sufridos en la infancia;

la adquisición de supuestos poderes particulares que se cree que pueden obtenerse por medio de conocimientos ocultos y por la participación en determinados ritos;

la satisfacción de desviaciones sexuales a través de experiencias inusuales, que tienen como base algo de oscuro y ritual.

PROBLEMAS SOCIALES INCENTIVAN LA PRÁCTICA

Diversos problemas de la sociedad contemporánea contribuyen, ciertamente, a hacer que el terreno para la siembra satánica sea más fértil, y entre éstos encontramos:

la soledad del individuo dentro de la masa impersonal y amorfa;

el impacto con
ambientes que denigran al cristianismo o que en su propia visión tratan de diluirlo;

la
disgregación de la familia a causa del debilitamiento o de la pérdida de la fe en Dios, único que puede darle amor, armonía y unidad.

ACTITUDES QUE AYUDAN AL DESARROLLO DEL SATANISMO

Hay actitudes que, por así decirlo, “hacen el juego” al satanismo, porque más o menos conscientemente dan impulso a la difusión del mismo en la sociedad actual.

La primera actitud es la de subestimar este fenómeno considerándolo un hecho marginal, sin ninguna importancia o relevancia; una especie de juego de sociedad o de rol, cuya posible perversidad puede, de todos modos, ser socialmente tolerada.

La segunda es la sobrevaloración del fenómeno, que se considera excesivamente difundido, viendo en los grupos satánicos organizaciones que siempre y en todas partes se dedican a actividades capaces de incidir en la sociedad de modo fuertemente peligroso y desestabilizador, con las posibles consecuencias de crear reacciones de fobia satanista o de caza al satanista.

Una tercera actitud es la que se puede definir como fobia antisatanista, derivada de la difusión de una crítica excesiva y sistemática a las organizaciones que se oponen al satanismo; se las ve como instituciones particularmente influyentes y en condiciones de inducir a conductas socialmente dañinas, aunque las mismas se coloquen correctamente desde el punto de vista científico, cultural o religioso frente a ese fenómeno.

LA ACTUACIÓN DEL MALIGNO

Entre las diversas preguntas que muchos se hacen en relación con el problema del satanismo, está la que tiene por objeto la posibilidad de ver en él una acción explícita del maligno, por ejemplo, mediante la posesión diabólica de quien participa en ritos satánicos.

Tal acción no consiste tanto en la manifestación de fenómenos preternaturales, cuanto en una exasperada aversión hacia Dios, Jesucristo, la Virgen María, la Iglesia y todas las cosas santas.

Los posibles casos de posesión diabólica que se pueden encontrar entre quienes participan deliberadamente en actividades satánicas, se pueden considerar casos de tipo activo y no pasivo, que derivan del hecho de que son las mismas personas las que voluntariamente se ofrecen al demonio.

De todos modos, el principal problema social, ético y cultural de la aceptación de las ideas y prácticas satanistas consiste en que con ello se llega a aprobar una completa inversión de los valores.

Lo que objetivamente es equivocado, malo y moralmente desordenado, se asume como modelo justo y liberador para proponerlo a los demás.

Además la asunción, típica del ambiente satánico, del lema crowleyano “Hacer lo que quieras será toda la ley”, lleva inevitablemente al hombre a considerar que en realidad la propia libertad no termina donde comienza la de los demás.

El satanismo muestra, sin duda, una fuerte carga emocional y de evasión hacia lo irracional, que en algunos aspectos es encubierta por una paradójica apariencia pseudo-racional que se busca como justificación.

El mal profundo que proviene de todo esto asume aspectos y motivaciones personales y oscuras; se concreta en los pecados personales y tiene como común denominador:

los diversos ritos, símbolos, prácticas y creencias,

la negación de la recta razón

y una herida profunda a la integridad de la persona humana.

Y esto se manifiesta en:

las aberraciones sexuales;

en la sed de poder;

en la búsqueda desmedida de dinero o de éxito;

en un narcisismo exasperado;

que alejan del amor a Dios y al prójimo;

y de la búsqueda del verdadero bien personal y común.

En este mundo, en donde se tiene la impresión de que el mal vence al bien, es cada vez más urgente dirigir a todos la exhortación de Juan Pablo II y Francisco: “No tengan miedo”. Esta tranquilidad sólo puede surgir de la convicción de que la liberación del mal y la salvación pasan a través de la obra redentora de Jesucristo, único Salvador del hombre.

TESTIMONIO DE UN EXPERTO HABLA DEL SATANISMO EN LOS JÓVENES


¿Qué jóvenes entran en el satanismo? Más bien, el fenómeno del satanismo tiende a ser para personas que tienen problemas en sus vidas, que sufren de falta de comunicación dentro de la familia y otros problemas personales.

El satanismo es algo que destruye la esperanza en la vida de los jóvenes. Da una visión pesimista de la vida. Es una manera de destruir todos los buenos valores de todas las personas en el mundo.

Por ejemplo, es necesario darse cuenta de que la vida no es “tan mala”. Hay muchas cosas buenas en la vida. Sin embargo, el satanismo enseña lo contrario. Nos enseña que la vida es como una selva donde sólo los más fuertes sobreviven y el problema es que los jóvenes no están preparados. A veces los jóvenes no pueden manejar esto porque están luchando con dificultades en sus vidas o problemas en la familia.

Ellos creen en satanás como un “ángel”, como un “amigo”, como algo para ayudarles a tener una vida diferente. Esto es muy peligroso porque satanás no puede ser un buen amigo, ya que da una visión muy diferente de la vida. No es la versión real de la vida, que muestra que la vida tiene cosas buenas.

El satanismo enseña en contra de perdón. El satanismo dice que usted no tiene que perdonar a la gente, porque la gente no se lo merece.

BUSCAN A DIOS

Estos jóvenes, sobre todo en este lugar llamado Campo di Fiori en Roma, hay algunos grupos. Van allí, permaneciendo juntos. Ellos dicen que creen en satanás. Ellos odian la Biblia. Sin embargo, ellos no hacen nada malo.

Detrás de cada joven satanista, para mí, hay una persona que está en busca de Dios y la espiritualidad. Buscan algo, pero han tomado un mal camino porque algo ha pasado en su vida. Muchos jóvenes tienen estas experiencias. Llegan a ser muy oscuros y pesimistas. Ellos odian la vida. Odian a la gente.

En algún momento los jóvenes van al cementerio y destruyen cosas, pero esto no es el verdadero problema. El problema real es que el satanismo es algo que usted se hace a sí mismo. Ocurre generalmente solo, no con otros.

Los jóvenes, a veces, comienzan a desarrollar interés con la escucha de un poco de música o yendo a algunos sitios web. No están preparados para leer estas cosas, que van a la cabeza, y crean confusión.

Muchos jóvenes tienen un momento de su vida en los que están interesados en el satanismo y el ocultismo, pero es sólo una parte de su vida.

Muchos de los jóvenes que tuvieron esos sentimientos se convierten en católicos. Ellos están buscando. Esto es parte de la búsqueda. En cada satanista, hay una sensibilidad. Ellos no son tontos. No son personas que odian sin motivo. Son personas que sufren por alguna razón.

SU EXPERIENCIA PERSONAL

Soy muy optimista porque soy una persona que – a pesar de que nunca había sido un satanista – en mi juventud, cuando era muy joven, 13 años, yo estaba muy enfermo con una condición de espalda terrible. Yo estaba muy solo y estuve en el hospital durante aproximadamente un año. En ese momento, yo estaba lejos de la Iglesia, porque vi en el hospital una gran cantidad de personas que sufren, especialmente a los jóvenes como yo, así que no creía en Dios. Yo pensaba que Dios era malo. Yo no era un satanista, sino alguien que estaba en contra de Dios. Yo era un blasfemo. Yo estaba muy triste en esos días, pero luego comprendí. Así que tuve la oportunidad de salir de este período oscuro, yo estaba buscando, buscando algo en mí mismo.

La música me ayudó porque cuando yo estaba tocando música tuve la oportunidad de conocer gente. No estaba solo. Cuando yo estaba enfermo, yo estaba solo porque tenía el problema de la espalda y no podía hacer lo que hacían los demás.

Entiendo cuando alguien me dice que odia a Dios porque yo también tuve un tiempo en mi vida en que odiaba a Dios. Yo no podía entender por qué había sufrimiento en el mundo, sobre todo cuando veía a los niños pequeños en el hospital que estaban muy enfermos con problemas muy serios.

LAS CRISIS DESENCADENAN EL SATANISMO

Recuerdo muy bien que después de una de mis conferencias se acercó un joven de 18 o 19 años, que quería hablar conmigo. Él había dicho que hubo un período en el que él estaba interesado en el satanismo. Él había sido muy católico, pero luego tuvo una crisis porque en su familia, su padre quería ser una persona honesta y él perdió su trabajo porque no quería comprometer su código moral.

Cuando su padre perdió su trabajo, el joven tuvo una crisis. Su madre le había dicho al padre: “no seas tan bueno y recto”. Esto llevó a una crisis en la familia, porque el padre no estaba dispuesto a ser deshonesto. La familia estaba fallando. El joven dijo: “Pero, ¿qué es la vida si mi padre pierde el trabajo por ser honesto?”

Esta situación tuvo un efecto perjudicial sobre su corazón. Empezó a creer cosas como que la vida es algo en que sólo las personas malas pueden tener éxito. Así que él se interesó en el satanismo, aunque sólo sea por unos meses, porque el satanismo tiene este mensaje exacto, esta mentalidad.

Entonces se resolvió la crisis de su familia. Su padre encontró otro trabajo. Es interesante, sin embargo, que me quisiera contar esta historia. Él dijo: “Yo no era malo, pero durante algún tiempo yo creí en satanás.”

Él no había hecho nada malo. Él no mató a nadie. No fue hasta el cementerio. Pero, se estaba convirtiendo satánico en su filosofía de vida. Sin embargo, fue capaz de cambiar su vida. Más tarde, fue un voluntario. Su familia me dijo que fue a Mozambique. Por lo tanto, él tuvo una buena experiencia. Él fue capaz de cambiar totalmente su vida.

LA MAYORÍA DE LA GENTE NO PUEDE SER FELIZ COMO SATANISTA

Normalmente tienen un interés en escapar y pueden cambiar. El satanismo no es una condición en la que la gente puede ser muy feliz porque es muy oscura.

Por ejemplo, en Roma, hay muchas paredes que tienen grafitis satánicos. Yo me pregunto, ¿por qué alguien va a hacer esto en la noche? Tenemos que preguntarnos, necesitamos saber por qué. Juegan con fuego a veces porque no es sólo el satanismo, también hay ocultismo, espiritismo, etc.

El ocultismo es algo que es magia. Se trata simplemente de tratar de usar la magia para llegar al poder a través de rituales de magia, pero no se trata de satanás. También usted puede creer en diferentes formas mágicas.

Yo personalmente creo que no es bueno de ninguna manera, ya que actúa como si el esfuerzo no fuera necesario. Las cosas toman esfuerzo en la vida. Es necesario trabajar, es necesario estudiar. Pero, con la magia, crees que puedes llegar a algo sin eso. Por ejemplo, si quieres que una chica se enamore de ti, puedes hacerlo por arte de magia.

Foros de la Virgen María

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