viernes, 26 de agosto de 2016

FORMAS DE ACTUAR DEL DEMONIO Y CÓMO DEFENDERSE


Uno de los temas que se tocan poco, o con poca seriedad es el tema del demonio. Por publicamos esta catequesis sobre lo demoníaco.
La poca seriedad, sobre todo en la actualidad, ha hecho mucha gente dude incluso de su existencia, atribuyendo el mal a situaciones puramente psicológicas o de orden natural.
La Sagrada Escritura es consistente en afirmar la existencia de este ser espiritual, que busca por todos los medios destruir al hombre y su felicidad.

LO QUE NOS DICE LA IGLESIA
Recordemos lo que nos dice el Catecismo de la Iglesia Católica: “La Iglesia enseña que Satanás primero fue un ángel bueno, creado por Dios. El diablo y los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos malos” CIC 391
Empecemos diciendo que el demonio no es un ser eterno, pensamiento difundido por el Maniqueísmo, el cual, ve en él el principio del mal, coexistente con Dios, principio del bien.
El Demonio es un ser creado por Dios, por lo que en su origen fue bueno. 
La Escritura nos dice que su nombre era Luzbel, es decir “luz bella”.
Diferentes comentaristas de todos los siglos lo identifican como el ángel más bello, el cual debido a esa extraordinaria belleza se llenó de soberbia y se reveló contra Dios, siendo así arrojado de su presencia para siempre.
“La Iglesia enseña que el demonio primero fue un ángel bueno, creado por Dios. Como dice el Concilio de Letrán ‘El diablo y los otros demonios fueron creados por Dios con una naturaleza buena, pero ellos se hicieron a sí mismos malos’” CIC 391
Podemos decir que en la lucha espiritual que se desarrolla desde el Génesis hasta el Apocalipsis, se encuentra implicado el demonio, como un auténtico adversario.
Su inteligencia angelical supera grandemente la nuestra, por lo que su acción es temible y su poder busca únicamente desorientar, deprimir y finalmente destruir.
Cuando hablamos del demonio nos encontramos ante el misterio del mal y de la perdición eterna.
El Catecismo nos lo dice enfáticamente: “Satán o el diablo y los otros demonios son ángeles caídos por haber rechazado libremente servir a Dios y su designio. Su opción contra Dios es definitiva. Intentan asociar al hombre en su rebelión contra Dios” CIC 538
¿UNO O VARIOS?
Otra de las cosas que a veces nos causa confusión es: si el demonio es uno o si son varios, y esto es debido a que a veces se habla del “diablo”, del “demonio” o de “satanás”.
Así pues, diremos que el nombre de “satanás” es usado para indicar al Jefe de todos los demonios, al cual podríamos identificar con Luzbel.
Prácticamente esto mismo se podría decir en el término “diablo”.
Sin embargo, este término indica una función de satanás, y en general de todos los demonios, que es la de dividir (del latín “diavolus”).
Finalmente el término “demonio” sirve para indicar a todos los ángeles rebeldes.
Este último nombre, en el uso que le da el Nuevo Testamento, nos revela parte del misterio de estos seres malignos, ya que en él se muestra el “caos que es el infierno”.
En el pasaje en el que Jesús se enfrenta al demonio de Gerasa (Mc 5,10), éste le pregunta: “¿Cómo te llamas?”.
Con lo cual, nos da a entender que habla con uno (en singular).
A esta pregunta el demonio responde: “Me llamo legión pues somos muchos”.
En la respuesta notamos que responde en singular, pero que en realidad se refiere a una multitud.
Así vemos que mientras que en Dios todo es orden y unidad, en el demonio todo es desorden y desunión; todo en él es imperfecto e indeterminado.
Es de esta manera como ejerce su acción destructiva en el hombre y en el Reino, creando caos, desorientación y toda clase de perturbaciones que buscan únicamente quitarle la paz y la felicidad al hombre.
SUS TÁCTICAS FAVORITAS
Una de las tácticas favoritas y que en los últimos tiempos le ha dado muy buen resultado al demonio es el “pasar desapercibido” o hacerle creer a la gente que no existe.
Y que todo esto es un mito inventado por la Iglesia o en el mejor de los casos, por el mismo hombre ante el misterio del mal, de la enfermedad, etc.
De ahí que hoy se busque hacer creer a la gente que dado que el demonio no existe, tampoco existe la tentación, ni la perturbación y posesión diabólica.
Sin embargo, el testimonio de la Biblia no deja lugar a dudas sobre la acción del poder del Demonio.
Dado que sería muy extenso el análisis de todos los textos en los que Jesús combate al demonio y demuestra así su existencia, nos limitaremos a presentar de ejemplo, el caso del “epiléptico endemoniado” (Mt 17,14-18, Mc 9,14-29, Lc. 9,33-45).
Esto debido a que este pasaje ha sido usado frecuentemente para decir que a Jesús en realidad, lo más que se le puede atribuir, es el haberlo sanado de una enfermedad de tipo psiquiátrica.
El caso del Epiléptico se desarrolla después de que Jesús ha regresado de la Transfiguración, y se encuentra con que sus discípulos no han podido expulsar a un demonio.
De acuerdo a un especialista, los síntomas presentados por el muchacho corresponderían a un ataque de epilepsia:
1 el enfermo grita;
2 enseguida el enfermo se tira al suelo y pierde la conciencia;
3 continúa la fase tónica caracterizada por la rigidez;
4 enseguida sigue la fase clónica con movimientos convulsivos, la respiración se hace difícil y le sale “baba”, se corre en este momento el riesgo de que el enfermo se muerda la lengua y le rechinan los dientes;
5 finalmente viene la fase de recuperación, la cual siempre es larga y penosa.
Todas estas coincidencias ¿prueban que el evangelio confunde la posesión diabólica con una enfermedad? ¿Podemos decir que fue una sanidad o un exorcismo lo que realizó Jesús?
En este pasaje nos encontramos:
Que si se describen muchos de los fenómenos que se presentan en una crisis epiléptica, esto es debido a que muchas traducciones han buscado conducir los síntomas del muchacho hacia esta enfermedad.
Sin embargo, el texto griego nos ofrece una interpretación diversa.
Sparassei no significa que el muchacho fue únicamente precipitado por tierra, sino que fue “destrozado o lacerado”, de la misma forma que el arado lo hace con la tierra al hacer el surco (cosa que ocurre con frecuencia en los posesos o endemoniados).
Por otro lado se presentan algunos aspectos que no tienen nada que ver con la epilepsia, como es el mutismo del muchacho, los impulsos suicidas al arrojarse al fuego y al agua; la reacción del muchacho al encontrarse con Jesús, todas ellas características que están relacionadas a la posesión diabólica.
Por otro lado, de acuerdo a la experiencia de los exorcistas, el demonio usa las debilidades del poseído incluyendo sus enfermedades.
Y vemos que los evangelistas distinguen perfectamente entre poseído y enfermo, ya que mientras con los primeros se establece un diálogo, con el demonio se dan reacciones violentas que terminan con una orden de Jesús.
En los enfermos se da una terapia en las que se imponen las manos, se unge con óleo u otro signo de curación.
El demonio obra en este mundo con el poder que la misma Escritura le reconoce, lo mismo que la experiencia secular de la Iglesia.
Esta acción la ejercita de dos modos: por medio de la seducción y por medio de la constricción.
La primera forma de obrar del demonio es también lo que conocemos como la tentación.
Y consiste en incrementar en nosotros el deseo, presentando por medio de engaños, una realidad que es en sí misma mala y destructora.
Pero que se esconde muy bien bajo la apariencia de un bien, como lo podemos ver claramente tanto en el paraíso como en las tentaciones de Jesús, en donde se les ofrece, el poder, el placer y la gloria.
Es la manera como engaña y atrapa a sus víctimas para llevarlas al pecado, que en ocasiones puede incluso llevarlas hasta hacer un pacto con él, a fin de tener todo cuanto le ha sido ofrecido.
Esto en principio aparece como un bien, pero pronto se desenmascara descargando sobre su víctima todo su odio, destruyendo su vida y todo cuanto tiene a su alrededor.
Debemos saber y recordar siempre que satanás no tiene amigos, sólo esclavos.
Es tan hábil que sabe desestabilizar el alma y llevarla a sus terrenos como son el espiritismo, curanderismo y en general la búsqueda del conocimiento al margen de Dios.
Allí fácilmente puede ir teniendo mayor participación en su vida hasta incluso llegar a la posesión. Sobre estas prácticas la misma Biblia nos previene (Lv 19:26-31; 20-27; Dt 18:10-11; 1Re 28: 7,9-10,13).
FORMAS DE ACTUAR DEL DEMONIO

MALEFICIOS Y SORTILEGIOS
Dentro de la constricción, podemos distinguir diferentes maneras en que el demonio actúa. Entre ellas están los maleficios y los sortilegios.
Éstos, aunque no son comunes, la mayoría de las veces se confunden con enfermedades de tipo psíquico o sobre todo con sugestiones.
La Iglesia reconoce que existe una forma de obrar del demonio en la que por medio de objetos y pociones preparadas por aquellos que tiene pacto con él, son capaces de producir males morales e incluso físicos en las personas.
Es común escuchar personas que dicen: “le hicieron un trabajito”.
Esto se refiere precisamente a esta forma de actuar del demonio sobre terceras personas, las cuales pueden verse afectadas gravemente por enfermedades y desgracias que no encuentran ninguna explicación científica ni normal.
Cuando una persona sospecha que ha sido víctima de uno de estos males es necesario recurrir a un sacerdote que conozca de esto para que ore sobre él y pueda así liberarlo del maléfico o “factura” que lo está perturbando o afectando físicamente (es por ello que esta oración se llama “oración de liberación”). 
Si la Factura ha sido hecha por una persona que tenga mucho poder con satanás, no bastará la oración de liberación, sino que incluso será necesario recurrir al exorcismo. 
Normalmente, el mismo demonio, por ser tan soberbio, no da mucho poder a los brujos, y generalmente quien ha sido víctima de un “trabajito” puede ser liberado dentro de la oración de liberación.
Una de las grandes trampas del demonio es llevar junto con el afectado a otras personas a sus garras.
Esto lo logra cuando en lugar de recurrir a un sacerdote, se remite a otro brujo, con lo cual no solo se empeora la situación del afectado, sino que el demonio aprovechará para dañar incluso a los que lo acompañan o sugieren a visitar al mago o brujo.
En los casos en que esto está ligado a objetos, éstos deben ser tratados con mucho cuidado y por alguien que sabe de esto con el fin de evitar daños mayores.
Las víctimas no sólo son a los que se les hace el maleficio, sino también a quien lo procuró, pues ha entrado a tomar parte activa en el proyecto del mismo demonio.
Por ello el acudir con magos, hechiceros y curanderos lejos de resolver cualquier problema lo empeoran y dificultan.
Quien lo ha hecho por ignorancia, por ejemplo para conocer el futuro, puede estar también él o alguno de los miembros de su familia dañados. 
Si se ha visitado a uno de estos hechiceros es necesario confesarse y pedir al sacerdote que junto con la absolución ore pidiendo la liberación y rompiendo cualquier caso de perturbación demoníaca que se pudiera haber establecido con la persona.
LA POSESIÓN
La forma más grave de intervención del demonio es la posesión.
En esta situación quien es dañado por el demonio, puede padecer una serie de enfermedades físicas y psicológicas que lo martirizan terriblemente todas ellas sin cura y sin razón aparente.
El demonio actúa desde dentro (por lo que se llama posesión) dejando incluso muy dañada la libertad, por lo que se pueden llegar a cometer acciones perversas por cuenta del demonio.
Aunque no es común que el demonio llegue a poseer a una persona, como lo hemos visto directamente en la experiencia de Jesús, esto puede ocurrir.
Para la liberación de este mal en el hombre, es necesario recurrir a un exorcista, el cual no solo tiene que ser un sacerdote, sino que tiene que tener el mandato expreso del Obispo para poder realizar la expulsión de satanás.
Cuando hablamos de posesión se habla de palabras mayores y el exorcismo es un combate espiritual que mantiene el sacerdote con satanás.
Quien no está preparado para enfrentar esta lucha puede recibir serios daños en su persona y en su salud como nos lo narra el pasaje de los hechos de los apóstoles, Hech 19,15-16.
Si alguien supusiera que él o alguno de sus familiares o amigos se encontrara en esta terrible situación, es necesario acudir al sacerdote para que él, en su momento lo remita con el exorcista de la diócesis.
Para realizar el exorcismo, muchas veces el sacerdote se vale de la intercesión de personas de probada virtud y oración, que durante la sesión de exorcismo oran e interceden para que el sacerdote pueda luchar contra el demonio.
Finalmente diremos, al respecto que el demonio usa de la “constricción” (en cualquiera de las dos formas) sobre dos tipos de personas:
a) Aquellas que se abandonan a él con el pecado o con el pacto; y b) Aquellas que constituyen un peligro para su reino. 
En los santos y en quien busca con radicalidad la santidad, el demonio produce en ellos lo que se conoce como “obsesión”, a través de la cual busca desestabilizar su acción, hacerla ineficaz, y que finalmente desistan de este propósito.
Para ello usa de todos los medios a su alcance incluyendo la perturbación física.
LOS TERRENOS DE SATANÁS Y SU INFLUENCIA

CONSULTA DE MAGOS Y ADIVINOS
Para que el demonio pueda “perturbar” a una persona, es decir tener acceso a ella de manera directa o indirecta, es necesario, aparte del permiso de Dios, que la misma persona se haya expuesto a lo que se conoce como “los terrenos o dominios de satanás”.
Esto se refiere a actividades en las cuales el demonio tiene una participación directa y activa.
Entre ellas están: la lectura de las cartas y de la mano, la consulta de magos o adivinos, y todo lo que sea búsqueda del conocimiento al margen de Dios (incluidos los Horóscopos y la Ouija).
Estas actividades, de las cuales la mayoría son charlatanería que sólo buscan sacar dinero, debilitan la fe que es nuestro escudo.
Pues se pone la confianza no en el Dios providente, en el Dios que nos ama y que hace que “todas las cosas cooperen para aquellos que le aman”.
Más grave aún es el hecho de que algunos de estos elementos de adivinación son, como ya lo hemos visto, verdaderamente dirigidos por satanás, el cual conoce nuestro pasado y puede conocer también nuestro futuro
Lo cual acredita a quienes se dedican a esta actividad como verdaderos servidores del demonio.
Quien tiene la desgracia de toparse con uno de éstos, ha puesto en grave riesgo su vida espiritual y muchas veces incluso psíquica y física, pues el demonio nunca deja de cobrar lo que se le debe.
EL CURANDERISMO
Otro de los terrenos favoritos de satanás se encuentra en el “curanderismo”, el cual es una mezcla (sincretismo) de fe con medicina herbórica (la cual no es mala) y prácticas supersticiosas (amuletos y talismanes). 
Se presume que mediante el rezo de ciertas oraciones acompañadas de hierbas, comidas o bebidas, o el uso de algunos objetos, la persona puede obtener la salud.
Recordemos que nada ni nadie puede condicionar a Dios, que es libre y no se condiciona por nuestras prácticas religiosas.
Pensar que rezando un número determinado de oraciones específicas mientras se realiza una acción determinada (comer, beber, ejecutar algun otro signo) dará la salud al enfermo es equivocado y dañino a la fe.
Ya que si el enfermo no se cura, no sólo perderá la fe en el curandero, sino y principalmente en el mismo Dios que es “ineficaz”, con lo cual el demonio habrá logrado su cometido: alejarnos de Dios.
Muy relacionado con esto está lo que en México se conoce como el “Fidencismo” en el cual los “Cajitas” (personas que supuestamente guardan en sí el espíritu del “Niño Fidencio”) hacen creer a la gente que tienen el poder para curar.
Para eso piden a quienes acuden a ellos (además de una jugosa suma de dinero) el rezo de algunas oraciones y la práctica de algunos ritos de tipo totalmente paganos en los cuales de ordinario se ofende la misma dignidad de la persona.
Signo de su irreligiosidad es la sustitución del rostro de la Santísima Virgen de Guadalupe por el del “Niño Fidencio”.
La ignorancia religiosa y la falta de fe en el Dios del amor, del Dios providente, es causa de muchos males.
LA SUPERSTICIÓN
Un terreno que ha sido siempre utilizado por el demonio para confundir a los cristianos y debilitar su fe es el uso de amuletos y talismanes.
Con ellos consigue que en lugar de confiar en la providencia de Dios y caminar en la fe, la vida y la seguridad estén puestas en objetos.
La mayoría de estos objetos no tienen ningún valor sino la superstición que se crea alrededor de ellos, sin embargo el demonio puede utilizar algunos para causar el mal.
Se vale también de la ciencia la cual, por la ignorancia y el deseo de conocer el futuro, desvía el corazón y la fe.
Esto hace que se le atribuyan poderes “mágicos” o “sobrenaturales” a las pirámides, los cuarzos y otros objetos.
Esto es promovido generalmente por ciencias extrañas al cristianismo como la Dianética, el Control mental y el Yoga.
Las cuales se presentan como buenas e inofensivas, pero la realidad, con el tiempo desvían la fe y le pueden dar oportunidad al demonio de perturbar nuestra vida.
EL USO DE LA OUIJA
Un juego que parece inofensivo e incluso divertido puede no serlo tanto.
El “juego” consiste en preguntarle a la “Ouija” sobre algunos aspectos para que ella nos adivine guiando la pequeña tablilla en forma de aguja hacia las letras y números para formar palabras.
Esto no es un juego sino una trampa del demonio. Es cierto, que algunas veces, la tabla es dirigida por la persona de manera intencional.
Sin embargo, con el tiempo se darán cuenta que la tabla comienza verdaderamente a guiar y a indicar palabras que van formando frases sobre aspectos “secretos” o “futuros” de las personas.
Esto es adivinación, la cual está prohibida por Dios tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.
Algunos padres de familia no le dan importancia a esto (y lamentablemente algunos sacerdotes tampoco) pensando que es un juego inofensivo… ¡NO LO ES!
No es raro encontrarse con personas que tienen serios trastornos de tipo emocional, psicológico e incluso físicos, sin una causa aparente.
Estados crónicos de depresión, angustia, insomnio, e incluso alteraciones de la salud física sin que los médicos identifiquen cuál es la causa de la enfermedad.
Es interesante descubrir que la mayoría de estos casos (por no decir que todos) han “jugado” alguna vez en su vida con la Ouija.
LA DEFENSA CONTRA LA ACCIÓN DEL DEMONIO
Podemos decir que existen “armas” ordinarias y extraordinarias.
Dentro de las armas ordinarias toma el primer plano LA ORACIÓN, la que junto con la PENITENCIA forman el bloque que dificulta y restringe la acción del demonio (Mt 26,41).
De manera que podemos decir que cuando el cristiano ora y ayuna (hace penitencia), no solo fortalece la acción contra la tentación y el pecado, sino que se mantiene en guardia contra las acechanzas del demonio.
A esto se puede añadir algunas oraciones específicas que la Iglesia siempre ha recomendado contra la acción del demonio como es la consagración a Dios por medio de María Santísima, ya que ella es la enemiga victoriosa de la “serpiente” de acuerdo a Gen 3,15 y Ap 12.
Una oración que refuerza nuestra unión con Dios es la del “Regina Caeli”, así como la oración de San Miguel Arcángel, atribuida a San León XIII, quien la prescribió para que se rezara después de cada misa, como producto de una visión que tuvo sobre el terrible proyecto de satanás sobre la Iglesia.
De hecho, el Papa Juan Pablo II invitó continuamente a que no se olvide el rezo cotidiano de tan poderosa oración.
Por otro lado tenemos la práctica del ayuno y en general todas las prácticas ascéticas, las cuales de acuerdo a Jesús son una de las armas más importantes para protegerse y luchar contra el “adversario” del Reino (“Este tipo de demonios no salen sino es con el ayuno y la oración” Mc 9,29).
La renuncia voluntaria a las cosas buenas de la vida, nos ejercitan para renunciar a aquellas que se nos presentan como una tentación.
Todos los santos, quienes han tenido que combatir contra el pecado y en muchas ocasiones con manifestaciones expresas del demonio, no cesan de recomendar el ayuno como una de las armas más eficaces contra las acechanzas del maligno.
Las otras dos armas con las que cuenta el cristiano para su lucha espiritual contra el pecado y las acechanzas de satanás, son los sacramentos y los sacramentales.
Los primeros, siendo una acción y participación directa de Jesús en el cristiano, son la mejor defensa contra el poder del maligno y fuente de fortaleza espiritual para prevenir el pecado.
La Eucaristía y la Reconciliación frecuente, hacen que el cristiano pueda avanzar en la vida con la victoria de Cristo.
Estos dos sacramentos fortalecen toda la vida espiritual de quien los recibe imposibilitando la acción del demonio.
Esto trae por consecuencia, paz y armonía interior.
Finalmente tenemos los sacramentales como son los crucifijos, las imágenes de Jesús y de la Santísima Virgen, las medallas benditas, y de manera particular la “Medalla de San Benito” a cuya bendición está ligado un exorcismo.
Todos estos sacramentales, en la medida en que se usan con fe y con la aprobación de la Iglesia, vienen a ser una importante herramienta para mantenerse en santidad y en guardia contra las acechanzas del demonio.
Sobre las prácticas ascéticas debemos decir que el mismo Jesús nos ha dado muestras de la eficacia del ayuno, en el combate contra el demonio y la tentación cuando al inicio de su ministerio ayunó durante 40 días con el fin de estar preparado para el momento de la prueba (Lc 4,5.9).
Después de la resurrección del Maestro, sus discípulos lo imitaron y con ello iniciaron la evangelización de las naciones (Hech 13,3).
Y es que al abstenerse de alimento que es la fuerza y la energía del cuerpo, el hombre se abandona a la fuerza y a la eficacia del poder de Dios. 
Es de alguna manera renunciar a nuestras propias fuerzas, para darle a Dios toda la libertad de actuar en nosotros y a través de nosotros.
Es al mismo tiempo una privación que permite al Espíritu Santo dar al hombre más lucidez en la toma de sus decisiones.
Uno de los elementos más efectivos para tener a raya al demonio y todas sus seducciones, es el amor a María Santísima a quien satanás teme y lo hace temblar de rabia y de impotencia.
Mientras que el demonio combate desde el exterior, por medio de la violencia y la seducción, María inspira, desde nuestro interior, la fuerza que viene sólo de Dios.
Satanás inspira el odio que destruye y desintegra mientras, que María nos inspira el amor que reinará por siempre.
De ahí la necesidad de una piedad mariana que mantenga a distancia al enemigo y que nos ayude a resistir en el momento de la tentación.
Es testimonio de todos los santos la eficacia de la intercesión de María, en los momentos de tentación y acoso del demonio.
Por ello, arma indispensable del cristiano es el rezo diario del rosario, el uso del escapulario de la Virgen del Carmen y alguna medallita.
10 SUGERENCIAS PRÁCTICAS
Que nos ayudan en nuestra lucha espiritual.
1 – Mantén la puerta de tu corazón siempre limpia. Ciérrala al mal y al maligno.
2 – Conserva tu vida en orden: el tener, el poder, el saber, el amor, deben estar referidos siempre sólo a Dios, pues Él es la fuente de todo bien. Toma la vía excelsa del ayuno.
3 – No tomar parte en ninguna práctica de espiritismo o de ocultismo bajo ninguna de sus formas (Ouija, lectura de cartas, meditación trascendental, Fidencismo, etc.). Son trampas que envenenan tu vida.
4 – Escoge bien los proyectos y los objetivos de tu vida. Éstos deben ayudarte a construir tu vida como una ciudad abierta a Dios y bien protegida contra los ataques del enemigo.
5 – En las tentaciones violentas u obsesivas de un bien o de un placer, aléjate y no te dejes provocar ni absorber. Busca inmediatamente otras cosas en qué pensar o en qué entretenerte, para mantener ocupado tu espíritu y movilizar tus fuerzas. De esta manera la obsesión que busca engañarte desaparecerá.
En lo que se refiere a las tentaciones:
6 – Es importante saber que si has ofrecido todo a Dios, y después de haber vivido en Él en la paz y en el gozo.
Y si incomprensiblemente te encuentras rodeado de oscuridad, de tentaciones, desgracias, e incluso de padecimientos físicos.
Y tienes la sensación de estar nuevamente abandonado de Dios, o de ser un extraño para Él.
Debes saber que éste supremo asalto del demonio puede ser una prueba saludable.
En la noche, incluso en la desesperación que nos lleva hasta la locura, abandónate a Dios.
Él es la única esperanza, la única cuerda que puede sostenerte cuando estás en el túnel oscuro, en el cual has sido despojado de todo.
En este túnel, en el cual tienes la sensación de precipitarte vertiginosamente hacia el vacío, Dios te elevará hacia sí, en un estado de ligereza que nunca antes habías probado. Sin embargo, la luz está sólo hasta el final.
7 – No olvides que tienes un Ángel de la Guarda.
Encomiéndate a este guardián y a San Miguel Arcángel, que es el número uno de la milicia celestial, el cual se bate por Dios y por ti contra el demonio.
Como ya hemos dicho, es fundamental en nuestro camino hacia Dios y en nuestra lucha contra el pecado y el demonio, nuestra relación con María.
8 – Abandónate totalmente a la Virgen. Es tu madre en la verdad. Ella puede ver más lejos que tú y te protege.
No puedes estar en mejores manos. Mantente siempre en su presencia, pues ella te guiará hasta Dios.
9 – Sobre todo, entrégate totalmente a Cristo victorioso, Dios omnipotente, el cual quiso participar incluso de nuestra debilidad humana.
Él te guiará en el Amor, hacia el Amor, sobre las alas del Espíritu Santo que él mismo te ha enviado.
10 – El demonio está vencido. No tengas miedo y confía en la victoria, no en la tuya pues eres débil, sino en la de Cristo.
No en la de tus débiles fuerzas, sino en la del Amor. Mantén siempre en tu corazón la palabra del apóstol Santiago: “Resistan al Diablo, y él se apartará de ustedes” (St 4,7)
SÍMBOLOS DEMONÍACOS
Algunos símbolos que sin saber su significado hemos usado, son invitaciones que abren puertas al mundo espiritual.
Al tenerlos o usarlos, por ignorancia estamos permitiendo que nuestro hogar, nuestro trabajo o nuestras relaciones sean contaminadas.
CRUZ DE NERÓN: También se le conoce como signo de “amor y paz”. Otro signo que es de burla a la cruz de Jesús. También significa: Las ruinas del hombre muerto. Apareció en algunos bastones de los SS de Hitler.
 CUERNO ITALIANO: Unicornio. Fue introducido por los Druidas de Escocia e Irlanda. Es asociado con la Buena suerte y la Buena fortuna. También es usado como el “ojo del mal”. Además significa que Satanás tomará control de tus finanzas
HEXAGRAMA O SELLO DE SALOMÓN: Es uno de los símbolos más potentes usados en los poderes de las tinieblas. Usado en los trabajos de magia. Se confunde con la estrella de David, pero ésta estrella está dentro de un círculo
PENTAGRAMA: Símbolo usado en brujería, representa los elementos, la tierra, el viento el fuego y el agua, con el espíritu rodeándolos. Estrella que identifica al Satanismo.
SVASTICA O RUEDA DEL SOL: Es un símbolo religioso antiguo usado mucho tiempo antes de que Hitler tomara el poder. Ha sido usado en inscripciones Budistas, Monumentos Celtas y monedas Griegas. Representa el curso del sol en los cielos. También representa el poder del boomerang, todo lo que sube tiene que bajar, todo lo que haces se devuelve
ZODIACO: Usado en adoración satánica oculta. Los practicantes conocen a su Dios como Baal o Lucifer. Esto incluye los signos de los horóscopos

Foros de la Virgen María

No hay comentarios: