sábado, 15 de octubre de 2016

HACE 30 AÑOS HUBO PROFUSIÓN DE IMÁGENES MOVIÉNDOSE, LLORANDO Y DANDO MENSAJES EN IRLANDA


Irlanda, la nación más católica del mundo recibió un mensaje del Cielo con decenas de estatua moviéndose en 1985.
Eso no fue canalizado adecuadamente por la Iglesia, que prefirió ignorar el acontecimiento en vez de involucrarse y asumir el liderazgo del movimiento que generó. Una oportunidad perdida.
Treinta años después para muchos ha quedado la sensación que fue un mensaje sobre el avance del mal, que se concretó luego en el destape de varios sacerdotes abusadores, la pérdida de fe del pueblo irlandés y el hecho que en el 2015 Irlanda se convirtió en la primera nación en el mundo en aprobar por referéndum el matrimonio del mismo sexo, y con un abultado voto católico.

LA DERIVA ANTI SOBRENATURAL DE LA IGLESIA
Las prescindencia e indiferencia de los sacerdotes católicos ante lo que sucedió en Irlanda en 1985 es algo bastante generalizado en algunos lugares en la Iglesia hoy.
En vez de involucrarse para liderar y orientar desde adentro el movimiento que estos fenómenos suscitan, tienen la actitud de mirarlos desde la vereda de enfrente, dando órdenes y emitiendo comunicados que los desvinculan del movimiento de ferviente oración que se suele generar en estos ambientes.   
Hace algunos años un sacerdote, sin duda bien intencionado, catalogó de espiritualidad “superficial” a un sitio de apariciones que ha dado lugar a literalmente millones de conversiones, así como curaciones y vocaciones.
Es una actitud bastante común entre los sacerdotes que reniega de lo sobrenatural proclama que incluso si se puede demostrar que Dios en ocasiones hace milagros y sana a los enfermos, los católicos tienen que ser superiores a ese tipo de espiritualidad.
En otras palabras, parece que estamos en un punto, en que la Iglesia se ha desviado, en algunos lugares, de sus raíces, descartando prácticamente todos los reportes de manifestaciones sobrenaturales con escepticismo (y quizás a veces cinismo), porque “no es una fe adulta”.
Este tipo de pensamiento, omnipresente en muchas oficinas diocesanas, rectorías y seminarios, se nos ocurre que ha obstaculizado y quizás incluso encogido a la Iglesia, como si los milagros, incluyendo el exorcismo y la curación – a menudo practicados por Jesús y sus seguidores (la mitad de los primeros ocho capítulos de Marcos se dedican a la curación) – ya no son de interés para un católico maduro. 
Es una actitud que se remonta a alrededor del siglo V, cuando en muchos aspectos la Iglesia pivota desde su estilo original (en el cual había imposición directa de manos y exorcismos; o sea más acciones que palabras) y se convirtió cada vez más en institucional.
La actitud de superioridad hacia lo sobrenatural parece sostener la idea de que se necesitaban milagros para establecer la Iglesia, pero ahora que la gente cree, no hay más necesidad de signos o pruebas, señala el investigador, el Dr. Francis MacNutt, que se especializa en liberación y sanación.
Los milagros son tratados como “accesorios”, la Iglesia madura de hoy ya no necesita incentivos de ese tipo para que la gente crea, según piensan.
Sin embargo, ¿puede alguien seriamente sostener que la Iglesia de hoy es tan eficaz o más como la inmediatamente instituida por los Apóstoles y otros discípulos después de la muerte de Jesús, quien les había dado instrucciones precisamente de salir a mostrar signos de lo sobrenatural: curación y expulsión de demonios (Mateo 10: 1; Lucas 9: 1; Lucas 10: 1)?
Se pueden mencionar por ejemplo los fantásticos ministerios de hombres como San Gregorio Taumaturgo, cuyas conversiones masivas en lugares como el norte de Turquía vinieron en gran parte debido a la demostración del poder sobrenatural real de la oración. 
Actitudes que argumentan en contra de esto en la práctica socavan la buena noticia que Cristo vino a traer.
Algunos de ellos pueden volverse a San Agustín – que en sus primeros escritos afirmó que la curación había cesado en la Iglesia y ya no era necesaria.
Sin embargo señala el Dr. MacNutt: “Pero la experiencia en su propia vida [la de San Agustín] le hizo cambiar de opinión porque, en su propia diócesis fueron atestiguados casi setenta milagros en dos años. En el 427, sólo tres años antes de morir, Agustín tomó de nuevo lo que había dicho sobre que la época de los milagros había pasado, y describió curaciones milagrosas que había visto, lo suficientemente dramáticas para haber cambiado de opinión”.
Aunque parezca increíble, muchos de nuestros teólogos y profesores de seminario, y como resultado muchos de nuestros sacerdotes – hombres sinceros que hacen todo lo posible – todavía se quedan con lo que San Agustín inicialmente dijo, en lugar de tomar en cuenta sus correcciones posteriores.
Lo mismo es cierto en el caso de Santo Tomás de Aquino, quien vislumbró el más allá (en una visión poco antes de morir) y anunció que después de lo que acababa de ver (en el “otro lado”), todo lo que había escrito era “como la paja”, y  escribió de nuevo.
“¿Cómo podemos entender la falta de cursos en los seminarios que se ocupen de sanación y, sobre todo de liberación?” pregunta el Dr. MacNutt
“Por extraño que pueda parecer a muchos cristianos hoy en día, el principal factor de conversión eran los  exorcismos, la expulsión de los demonios. La creencia en lo sobrenatural era aceptada en esos días”.
La disminución de sobrenaturalismo también podría atribuirse a la politización de la Iglesia desde el tiempo de Constantino, una Iglesia de repente más involucrada en los asuntos mundanos que en el ministerio de persona a persona.
Por supuesto, hay un lugar para ello; la Iglesia necesita implicarse en los asuntos de las culturas y sociedades. ¿Pero no ha ido demasiado lejos en esta dirección? Seguramente, lo mundano no puede constituir una espiritualidad madura.
Si bien existe una cosa tal como sufrimiento redentor,  Jesús sanó a todos los que vinieron a Él. Lamentablemente, y tal vez trágicamente, la orientación no-sobrenatural de la Iglesia moderna haya impedido un número incalculable de curaciones, exorcismos y conversiones, que es la forma en que la Iglesia comenzó.
Y continúa el Dr. Francis MacNutt en un excelente y convincente libro titulado Sanación: “Me acuerdo de la parábola del enemigo que salió y sembró cizaña en el campo de trigo mientras que el agricultor dormía”.
“Usando la libertad poética, he tomado al agricultor para representar a algunos líderes de la Iglesia, el trigo es la buena noticia que Cristo ha venido a traer la libertad a los cautivos y la curación de los enfermos”.
“En algún momento de la noche el enemigo vino y sembró las malas hierbas que ahogaron incluso la expectativa de una cosecha de trigo. En lugar de la buena noticia de las curaciones, una multitud de argumentos ahora nos hacen volver a la aceptación de las malas noticias”.
La falta de misticismo es por qué tantos jóvenes encuentran a la Iglesia seca (y se van o no entran). La Iglesia es la doctrina, pero más que eso es poder. Y mientras tanto lo que dice la Santísima Madre es más profundo que lo que puede ser planteado en un departamento de teología.
Esto nos trae a la memoria de lo que sucedió hace 30 años en Irlanda.
¿AVISO DEL CIELO EN 1985?
La rápida pérdida de la fe en Irlanda han traído de vuelta, como era de esperar, el recuerdo de fenómenos y profecías que se produjeron en Irlanda durante los años 1980 y 1990, como preparación a lo que ocurriría.
A lo largo de la Isla Esmeralda, estatuas de la Virgen María parecían estar volviendo a la vida. Las estatuas se ubicaban en santuarios al pie de las carreteras o en grutas.
Esta es una nación que tiene grutas, mayormente dedicadas a la Virgen de Lourdes, en prácticamente todas las entradas a los pueblos – y una estatua de ella en su aeropuerto principal.
Allá por la década de los ’90: nieblas extrañas estaban descendiendo en los diminutos santuarios, y cuando la niebla se aclaraba, estas grutas parecerían “desaparecer” temporalmente, siendo reemplazadas por el espectáculo de prados celestiales resplandecientes con la figura tridimensional viviente de la Virgen de pie allí en lugar de una estatua.
Esto sucedió en docenas de lugares a cientos de millas de distancia unos de otros, y la gente no había oído hablar de lo que estaba ocurriendo en los otros lugares.
Mientras los periódicos como los bloggers se burlaban de los informes como producto de “la temporada tonta”, tanto adultos como niños insistían que estaban viendo a María, y recibiendo mensajes sobre el mundo, su inmoralidad y la oscuridad que se aproximaba.
Las estatuas sonreían, fruncían el ceño o giraban. Ellas desaparecían y le daban paso a  apariciones vivientes con mensajes similares a los de Betania en Venezuela, Kibeho en Ruanda, y Medjugorje en Bosnia-Herzegovina. Cualquiera que quisiera escuchar pronósticos de eventos próximos estaba en el lugar correcto a lo largo de las sinuosas carreteras de Irlanda.
La “epidemia” en efecto comenzó en 1985, cerca de un pueblo al sur de Cork llamado Ballinspittle. Allí, una estatua de 18 centímetros de la Virgen de Lourdes, dentro de una pequeña cueva en lo alto de una empinada loma cargada de parras, ganó notoriedad instantánea. Fenómenos ocurrieron en y alrededor de ella. Los informes estaban por todas partes ante el desconcierto de los secularistas que no se pronunciaban al respecto.
“Estaban buscando explicaciones, pero no había ninguna explicación racional “, dijo un sacerdote, el padre Gerard McGinnity, del College de San Patricio en Armagh, poco después de lo ocurrido.
“Se le preguntó a Nuestra Señora si las estatuas móviles eran sólo en Irlanda, y ella dijo que esto estaba ocurriendo en especial para Irlanda”.
¿Acaso una especie de etapa preparatoria? ¿Por qué en toda Irlanda?
En ese momento se podía ver a Irlanda como el lugar donde el residuo de la fe era más fuerte.
¿Nuestra Madre Santísima está dirigiéndose a este país con la esperanza de que sean los que difundan esto al resto del mundo, con la esperanza de que Ella encontraría un punto de apoyo allí?
Por desgracia, esto no parece ser lo que ha ocurrido.
Rarezas similares se observaron en la región montañosa entre Cork y Killarney.
Y en algunos casos, no fueron sólo movimientos o superposiciones (imágenes cobrando vida en las estatuas). Fueron cabalmente apariciones habladas, a  menudo, dando una advertencia.
“Oren más por la conversión de los pecadores”, María le dijo supuestamente a una de las peregrinas / videntes, Mary Casey, madre de nueve hijos (en esta nación que también está yendo hacia la aprobación del aborto).
“Quiero que recuerdes a obispos, sacerdotes, monjas, y a todo aquel en la vida religiosa, en tus oraciones. Satanás ha comenzado a frustrar mis planes. Yo estoy siempre con ustedes. No tengan miedo de la tentación. Quiero sus oraciones de forma continua.”
Era una nación que pronto sería avergonzada por la crisis de los abusos sexual por parte de sacerdotes, junto con historias de horror de los que habían estado en las escuelas y orfanatos católicos.
Una verdadera tragedia católica era y es esto. No es de extrañar que la nación, de tanta gente buena, y aún muchos de ellos católicos devotos, fuese visitada por la figura resplandeciente de una mujer alta y exquisitamente hermosa, maternal, pero preocupada.
Otros santos, y Jesús, también fueron vistos: personas afirmaron ser testigos de la cara de la Virgen de Lourdes convirtiéndose en el rostro con barba de Cristo, sobre todo como el Jesús de la Misericordia; o en figuras santas como el Padre Pío, San José, Santa Teresa la Pequeña Flor, San Antonio, Santa María Goretti, e incluso el Papa Pío XII.
En algunos lugares, se observaron bolas de fuego cayendo, o enormes movimientos en la tierra; inundación del mar. “Imágenes proféticas”, alegaban ellos.
“Desastre” fue un mensaje que supuestamente le llegó a un vidente cerca de Cairn from Christ. Se vio una luna roja. Hubo advertencias, en especial sobre la fornicación, el asesinato, el aborto y los bebés de probeta. 
El castigo podría venir más rápido que el viento, dijo un vidente. En cuanto al agua, ésta comenzaría con suavidad y luego crecería sin parar. Esto fue dicho en una gruta de Lourdes en el interior de la Iglesia de San Pedro y San Pablo en Bessbook.
“Mis ángeles están tocando la tierra”, era un mensaje. “No han golpeado aún. Atentos a los que digo: No han golpeado”.
En un caso, en Melleray, se observó un demonio. Para gran alivio de los espectadores, desapareció después de un minuto, pero María advirtió que si el mundo no mejora, “el diablo tomará posesión de la Iglesia de Dios en diez años”.
“Amo a los irlandeses”, fue lo que pronunció ella, según informes. “Estoy orando con el pueblo de Dios para perdonar al pueblo irlandés. Quiero que el pueblo irlandés difunda mi mensaje al mundo”.
30 AÑOS DESPUÉS MULTITUDES AÚN ACUDEN A CORK A ORAR
En 1985 se cumplieron tres décadas desde que la primera estatua pareció moverse en Ballinspittle. Académicos lo nombraron como el ‘Fenómeno Ballinspittle’. Y los medios hablaron profusamente del tema.
El fallecido obispo de Cork instó a “la prudencia y cautela”, pero 30 años después, muchos vecinos que fueron testigos de las “estatuas en movimiento” todavía tienen una fuerte devoción a la mujer en el centro de todo: Nuestro Señora.
Hasta 100.000 personas habían llegado al pueblo de Cork a finales de julio y agosto en 1985, para presenciar el “milagro” de la estatua en carretera.
En ese otoño, los fenómenos no se habían limitado a Ballinspittle, un pueblo a poca distancia de Kinsale. Al final de un verano húmedo, se había informado apariciones marianas en muchos otros lugares extendiéndose desde Sligo a Kerry y hacia el este a Kilkenny y Waterford.
1985 fue conocido como el Año de las estatuas en movimiento.
En Ballinspittle, sin embargo, los lugareños creen que fue un año en que muchas personas redescubrieron su fe y su veneración a la Virgen. Aunque miles de personas se habían reunido por curiosidad o para contemplar con asombro, la mayoría había venido a orar.
El sargento guarda en el pueblo en ese momento era John Murray. Y ahora ha recontado su historia en los medios de comunicación impresos y electrónicos.
Ahora jubilado, ha admitido que en su momento, al igual que muchos otros, era escéptico.
Su esposa le había alertado que los aldeanos hablan de la ‘estatua en movimiento’ y, en cuestión de días, lo que habían sido decenas de personas caminando por la carretera hasta el santuario local se habían convertido en centenares.
Las familias Daly y O’Mahony, que vivían cerca, había informado ver la estatua ‘flotante’.
Murray, un par de noches más tarde, estaba en el lugar y fue testigo del fenómeno.
“A la mañana siguiente fui hasta allí y chequeamos esa estatua. Me sentí como si alguien nos estaba jugando trucos y me sorprendió no encontrar cables o engaño en absoluto”.
“Estaba tan convencido de que esto era un engaño que había buscado detrás de la estatua y también traté de moverla”, dijo. “No se movía”.
“Pero en julio de 1985, vi algo físicamente imposible en aquella gruta. Vi a la estatua de concreto de la Virgen flotando en el aire. No meciéndose hacia adelante y atrás, sino flotando”.
Una madre de nueve hijos, Cathy O’Mahony, dijo también, que en su momento, había sufrido burlas a causa de sus visiones. Pero ella dice que confía en lo que vio.
Y el 15 de agosto de ese año, la Fiesta de la Asunción, fue reportado que 20.000 personas llegaron a la pequeña aldea.
Sin embargo, el entonces Obispo de Cork y Ross, Michael Murphy era indiferente y declaró que una ilusión.
Él emitió un comunicado informando a la gente que “la intervención sobrenatural directa es un acontecimiento muy raro en la vida”.
Y dijo: “Así que, el sentido común exige que nos acerquemos a las reclamaciones en relación con la gruta de Ballinspittle con prudencia y cautela”.
“Antes de que un pronunciamiento definitivo pueda ser hecho por la Iglesia, tendrían que ser examinadas y agotadas durante un largo período de tiempo todas las explicaciones naturales”
A lo largo de ese año se habían registrado 31 incidentes.
El personal del Departamento de Psicología Aplicada en la Universidad de Cork llegó a la conclusión que lo de Ballinspittle había sido una ilusión óptica.
“La gente se mece al estar de pie sin moverse durante un período de tiempo y lo que están viendo parece moverse”.
El personal UCC lo denominó ‘Fenómeno Ballinspittle’. Y dijeron que era un problema de la luz, porque “la estatua parecía moverse sólo cuando estaba oscuro”.
El movimiento espontáneo de las estatuas se informó poco después en Mount Melleray, Co Waterford, y en otros 30 otros lugares en todo el país.
Pero no eran todas las manifestaciones marianas, estaban involucradas algunas otras figuras divinas, o santos, que aparecieron en las manchas en las paredes de la iglesia.
Hace cinco años el locutor Terry Wogan incluyó Ballinspittle en lo que fue una nueva serie de viajes para la BBC. En ese momento el habló con Patricia Bowen, del comité local que cuidaba la gruta.
Recordó que había visto el rostro de Jesús aparecerse sobre el de Nuestra Señora en varias ocasiones.
“La gente dice que la luz hace que la estatua aparezca en movimiento, pero la luz no podían hacer el cambio a la cara de Nuestro Señor”, dijo.
La gente todavía visita el santuario en este día. Algunos para ver si la estatua se moverá para ellos, pero la mayoría va sólo para orar.
Murray lo resume así: “En 1985 hubo una mezcla de dos mundos, nuestro mundo y el mundo místico, y algo increíble, consiguió que la gente rezara en masa”.

Fuentes:

Foros de la Virgen María

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