domingo, 18 de diciembre de 2016

DIOS TIENE 2 PERSONAS PRESERVADAS PARA LUCHAR CONTRA EL ANTICRISTO

 el ANTICRISTO
Hay un misterioso caso de profetas bíblicos que no murieron sino que fueron ascendidos. 
La biblia que Enoc y Elías no murieron y están preservados en algún lugar, puede ser el “cielo atmosférico”.
Y que vendrán cuando el reino del terror del anticristo se apodere de la tierra.
La Escritura sólo conoce dos hombres que nunca han experimentado la muerte natural.
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En cambio la Santísima Virgen María es opinión mayoritaria que experimentó la muerte antes de su Asunción gloriosa.
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Aunque al respecto hay discrepancias porque muchos hablan de dormición.
Y ellos vienen a luchar contra el Anticristo que ya estará actuando directamente en la Tierra.
La Biblia presenta un cuadro terrible de esta figura, a quien San Pablo llama “el Hombre impío, el Hijo de perdición” (2 Tes. 2:3).
Él escribe:
“La venida del Impío estará señalada por el influjo de satanás, con toda clase de milagros, señales, prodigios engañosos, y todo tipo de maldades que seducirán a los que se han de condenar por no haber aceptado el amor de la verdad que les hubiera salvado” (2 Tes. 2:9-10).
En el libro de Apocalipsis, esta misma figura se describe aún más, aunque en términos simbólicos:
“Y vi surgir del mar una Bestia que tenía diez cuernos y siete cabezas, y en sus cuernos diez diademas, y en sus cabezas títulos blasfemos.
La Bestia que vi se parecía a un leopardo, con las patas como de oso, y las fauces como fauces de león: y el Dragón le dio su poder y su trono y gran poderío.
Una de sus cabezas parecía herida de muerte, pero su llaga mortal se le curó; entonces la tierra entera siguió maravillada a la Bestia” (Apocalipsis 13:1-3).
EL REGRESO DE ELÍAS ES UNA SEÑAL DE LA PARUSÍA SEGÚN SAN AGUSTÍN
San Agustín propuso una fórmula para ayudarnos a discernir la proximidad de la Segunda Venida de Nuestro Señor.
Contiene tres elementos ligados entre sí previos a la parusía:
  • El regreso del profeta Elías
  • La conversión de los judíos
  • Las persecuciones por las fuerzas del Anticristo
“Todos los profetas, lo mismo que la Ley, han profetizado hasta Juan. Y, si queréis creerlo, él mismo es Elías, el que debía venir” (Mt. 11: 13,14)
Muchos pensaban que Juan el Bautista era el profeta Elías, aquél que según la profecía de Malaquías (4: 5) iba a volver al mundo.
Efectivamente, él era Elías y Nuestro Señor así lo testificó, sin embargo él no fue la única manifestación de Elías de la que hablaba Malaquías.
“He aquí que os enviaré al profeta Elías, antes que venga el día grande y tremendo de Yahvé” [Mal. 4: 5]
Es una clara referencia a la Segunda Venida puesto que en Su Primera Venida, no hubo un “día tremendo”, es decir, terrible.
Sin embargo, Elías, manifestado a través de Juan el Bautista también iba a venir en la Primera Venida sin contradecir que también se aplica a después de “…el día grande y tremendo de Yahvé”.
La cuestión que todavía puede quedar en el aire es cuánto tiempo “antes” de la Parusía iría a volver Elías.
Nuestro Señor puede haber respondido a esta cuestión a través de San Mateo.
“Respondió él: «Ciertamente, Elías ha de venir a restaurarlo todo.
Os digo, sin embargo: Elías vino ya, pero no le reconocieron sino que hicieron con él cuanto quisieron.
Así también el Hijo del hombre tendrá que padecer de parte de ellos.»
Entonces los discípulos comprendieron que se refería a Juan el Bautista” (Mat. 17: 11-13).
Jesús no niega que Elías haya venido primero pues Él confirma que la misión de Juan el Bautista es la de Elías.
Él entonces hace notar que Su misión mesiánica será rechazada con violencia, y que entonces Elías habrá de volver para “restaurar todo”, presumiblemente al “final de los tiempos” como el precursor de Su triunfo final.
Pero, ¿cuánto antes de la Parusía?
La tercera y última manifestación de Elías es confirmada finalmente por San Juan en el Libro del Apocalipsis en la forma de uno de los: “dos testigos”, “dos olivos”, “dos candeleros” (Apoc. 11: 3-5).
Algunos eruditos consideran que este “par” son Enoc y Elías. Según otros, el “par” serían Moisés y Elías.
Vemos referencias sobre este “par” en Zacarías 4:1-14.
Parece bastante claro entonces que Elías es más algo más que simplemente un ser humano específico.
Elías fue representado por Juan el Bautista pero Jesús afirma claramente que Elías volverá para “restaurarlo todo” y Dios Padre, a través de Malaquías, ya nos había informado lo mismo.
También tradicionalmente que cuando se dice: “La Ley y los Profetas” se quiere decir “Henoc y Elías” o “Moisés y Elías”, o sea que Elías parece ser el equivalente a “Profetas”.
De modo que quien o quienes vendrán antes de la parusía, como adelantados, serán unos profetas.
LA MANIFESTACIÓN BÍBLICA DE ELÍAS
En se lee el evangelio de san Mateo sobre la Transfiguración de Jesús en el Monte Tabor, donde Jesús se muestra a tres discípulos junto a Moisés y Elías (Mt 17: 1-9).
Elías fue uno de los líderes religiosos más importantes de Israel.
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Vivió en el siglo IX antes de Cristo.
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Su influencia fue muy grande sobre el pensamiento hebreo.
Sobrevivió muchas pruebas (Cf. Reyes 17-21). En un viaje por el desierto al Monte Horeb, revivió las experiencias de Moisés cuando recibió la ley.
Sus comunicaciones con Dios amplificaron la aplicación de los Diez Mandamientos en su tiempo.
Elías retó a los profetas de Baal para demostrar la autenticidad del Dios de Israel. Dios respondió a su oración de manera visible.
La fe del pueblo quedó restaurada y terminó la sequía.  (1 Reyes, 18:22-44).
En su ancianidad, Elías escogió a Eliseo como sucesor (II Reyes 2:15).
Como se cree que no murió, se piensa que vendría un día a restaurar la gloria de Israel (II Reyes 2:11).
Es por eso que muchos pensaban que Jesús era Elías (Mt 16:14).
En la Transfiguración Moisés y Elías aparecieron conversando con Jesús (Mt 17:3).
El apócrifo Apocalipsis de Elías lo muestra al lado de Enoc combatiendo contra el hijo de la iniquidad que los mata.
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Luego de lo cual ellos resucitan, en forma similar a lo que ocurre con los dos testigos de Apocalipsis 11 en su enfrentamiento con la bestia.
CUANDO FUERON LLEVADOS
Se habla específicamente que los que no murieron son Enoc y Elías.
Enoc (o Henoch) es citado por San Judas en su epístola.
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Elias (o Eliajh) es considerado el fundador del Antiguo Testamento por los Carmelitas.
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Y el mayor de los profetas del Antiguo Testamento antes de San Juan el Bautista.
Enoc vivió antes de la gran inundación. Leemos lo siguiente acerca de él: “Y todos los días de Enoc fueron trescientos sesenta y cinco años. 
Y anduvo con Dios, y desapareció, más: porque Dios se lo llevó(Génesis 5:23-24).
En cuanto a Elías leemos que él fue recogido por un carro de fuego: “Y yendo, caminando y hablando juntos, he aquí que un carro de fuego con caballos de fuego apartó a los dos: y Elías subió en un torbellino al cielo“ (2 Reyes 2:11)
NO MURIERON
Como se puede ver, estos dos hombres no mueren.
Según Santo Tomás de Aquino, ellos son preservados en el cielo atmosférico (que se identifica con el paraíso terrenal), pero no en el cielo empíreo (el Cielo propiamente). Ver Summa Theologiae III, q. 49, a. 5.
Santo Tomás, en acuerdo con los padres de la Iglesia explica que Enoc y Elías están esperando ahí fuera en el espacio exterior.
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Santo Tomás escribe que estos dos hombres volverán al final de los tiempos para la batalla con el anticristo. 
Es impensable que estos dos hombres nunca vayan a morir ya que es contrario a la enseñanza apostólica:
“Y así como está establecido para los hombres que mueran una vez, y después de esto el juicio” (Hebreos 9:27)
MISIÓN DE ENOC Y ELÍAS AL FINAL DE LOS TIEMPOS
Enoc evangelizará y organizará a los Judíos que buscarán el bautismo y la conversión a la fe católica durante el reinado del anticristo.
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Elías evangelizará y organizará la última ola de gentiles que se convierten a Cristo durante el reinado de terror del anticristo.
Ambos profetas serán muertos, resucitarán y ascenderán al cielo como se explica en Apocalipsis capítulo 11:
Yo enviaré a mis dos testigos vestidos con ropa de penitencia, para que proclamen mi palabra durante mil doscientos sesenta días.
 Estos son los dos olivos y las dos lámparas que están ante el Dueño de la tierra.
Si alguien intenta hacerles mal, saldrá de su boca fuego y devorará a sus enemigos; así perecerá el que intente maltratarlos.
Tienen poder para cerrar el cielo y que no caiga lluvia mientras dure su misión profética; tienen también poder para convertir las aguas en sangre y castigar la tierra con toda clase de plagas siempre que quieran.
Cuando hayan concluido su misión, la bestia que sube del abismo les hará la guerra, los vencerá y los matará.
Ahora sus cadáveres están tendidos en la plaza de la Gran Ciudad, que los creyentes llaman Sodoma o Egipto, en la que también su Señor fue crucificado.
 Y durante tres días y medio, gente de todos los pueblos, razas, lenguas y naciones contemplan sus cadáveres, pues no está permitido sepultarlos.
Los habitantes de la tierra se alegran y se felicitan por ello, y se intercambian regalos, porque estos dos profetas eran para ellos un tormento.
Pero pasados los tres días y medio, un espíritu de vida procedente de Dios entró en ellos; se pusieron de pie, lo que provocó gran espanto entre los mirones.
Entonces una voz poderosa les gritó desde el cielo: «Suban.» Y subieron al cielo en medio de la nube, a la vista de sus enemigos.
En ese momento se produjo un violento terremoto y se derrumbó la décima parte de la ciudad, pereciendo en el cataclismo siete mil personas. Los supervivientes se llenaron de espanto y reconocieron al Dios del cielo.
Este tipo de profecías que están en la Biblia remiten a la lucha contra el anticristo, y como los signos indicarían que la batalla ya está entre nosotros, es lícito preguntarse si Elías y Enoc ya están entre nosotros.
El pasaje del Apocalipsis dice que vendrán “vestidos con ropa de penitencia, para que proclamen mi palabra durante mil doscientos sesenta días”, que serán muertos por el anticristo y que la gente se alegrará de eso, lo que implica que su muerte se producirá en una fase muy avanzada de la apostasía.
Vale la pena tener en cuenta esta profecía y discernir si algo que está sucediendo no es una manifestación de Elías y Enoc.
¿QUÉ ES EL CIELO ATMOSFÉRICO?
No hay consenso sobre la identidad de “cielo atmosférico” donde podrían estar preservados Enoc y Elías.
Santo Tomás de Aquino lo ve como sinónimo de “paraíso terrenal”.
Este podría ser una ubicación en el “espacio exterior”.
Podría ser un lugar escondido en la tierra.
O tal vez es el Jardín del Edén trasladado a otro lugar.
Tal vez sea un paraíso natural sin la visión beatífica.
Realmente la Biblia habla explícitamente de tres cielos, 2 Corintios 12:2.
El primer cielo es donde la atmósfera y las nubes se localizan, de desde dónde viene la lluvia, Gén. 7:11.
El segundo cielo es el espacio exteri
or, hogar de los planetas y las estrellas, Sal 8:3.
Y el tercer Cielo está donde está ubicado el trono de Dios, Sal. 11:4
Fuentes:

Foros de la Virgen María

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