jueves, 26 de enero de 2017

SER LUZ



"También les dijo:
- ¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de una vasija o debajo de la cama? No, una lámpara se pone en alto, para que alumbre. De la misma manera, no hay nada escondido que no llegue a descubrirse ni nada secreto que no llegue a ponerse en claro. Los que tienen oídos, oigan.
También les dijo:
- Fijaos en lo que oís. Con la misma medida con que midáis, Dios os medirá a vosotros, y os dará todavía más. Pues al que tiene, se le dará más; pero al que no tiene, hasta lo poco que tiene se le quitará."

Ser discípulo de Jesús es ser luz del mundo. Y la luz sirve para iluminar, no para esconderla. Como debemos iluminar nuestra conducta debe ser, también, transparente. No hay secreto que no llegue a saberse, y nuestra luz podría convertirse en tinieblas.

Jesús también nos habla hoy de medidas. Seremos medidos con la vara que utilicemos nosotros para medir a los demás. No podemos ser tolerantes con nosotros y estrictos con los demás. No vale la ley del embudo.

Jesús no habla aquí de economía, ni siquiera de dones. Está hablando de bondad, de amor. Aquél que tiene más amor recibirá más amor. Aquél que se entrega más, recibirá más entrega. Por eso el que no tiene amor, no podrá recibirlo. 


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