sábado, 25 de febrero de 2017

LOS CREYENTES QUE DUERMEN EN LAS IGLESIAS, QUE DUERMEN EL SUEÑO DE LOS JUSTOS


Ayer dije que explicaría una idea que se me ocurrió para embellecer con algunos sepulcros nuestras iglesias modernas. Es un hecho que en las escuelas de bellas artes, hay jóvenes con magníficas cualidades y deseos de crear arte que perdure. Algunos de ellos, además, son creyentes.

Ellos tienen talento y deseos de crear obras que permanezcan. La iglesia diocesana no tiene dinero para pagar esas obras de arte como se merecen. Se les podría decir a esos artistas: os proporcionamos un arca (de madera o de otro material más económico), vosotros pintad esa arca. Presentad un boceto antes de empezar, para su aprobación, pues va a ser colocado en una pared del templo. Irá adosado a la pared, sobre unos soportes que hagan la función de canecillos. Dentro de cada arca van a ir varias urnas con cenizas de difuntos. Así las personas que se incineren podrán descansar en lugar sagrado.

Tienen que ser urnas con cenizas, pues los huesos requerirían permisos del ayuntamiento, tanto para el traslado como para el almacenamiento en una iglesia. En España no se requiere permiso alguno ni para el traslado de las cenizas ni para guardarlos en un lugar, se les considera un elemento inorgánico.

Veinte o treinta arcas de este tipo ornarían de un modo muy sobrio y dignos los desnudos muros de muchas iglesias. No se trata de llenar todos los muros de sepulcros. Pero unas treinta urnas de este tipo sí que quedarían muy bien en la mayoría de las iglesias modernas.

Desde luego, hay que hacer algo para que nuestros difuntos tengan un lugar lo más digno posible. Porque, actualmente, los lugares donde les damos el descanso en las grandes ciudades de España suelen ser extremadamente feos, más feos imposible. Qué mejor lugar para descansar en espera de la resurrección que un lugar de oración, un lugar donde sean recordados, donde la familia pueda visitarlos con toda facilidad cada semana al ir a misa.

Sería una buena costumbre que cada iglesia tuviera treinta bonitas arcas distribuidas en los muros del templo, y una pequeña cripta con muchos más de estos sepulcros. Como se ve, no es tanto una cuestión de dinero, como de organizar el talento que ya existe.

Post Data: Este año no creo que el Oscar vaya a la película que mencionasteis de tiburones voladores capitaneados por zombies nazis. Aunque dada la evolución de la Academia, creo que hasta esa película tiene posibilidades.

Saludamos a un nuevo comentarista: "el cuñado de Trump". Que sepas que en este blog siempre hemos apoyado al Comandante en Jefe del Mundo Libre, no importa lo loca que fuera la idea que propusiera.


P. FORTEA

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