lunes, 18 de diciembre de 2017

3 ORACIONES A PADRE PÍO PARA PEDIR POR UNA CAUSA URGENTE

Si tienes una urgencia, no lo dudes...¡Funciona!
Cada vez que un fiel se acercaba a Padre Pío para pedir ayuda y consejos espirituales por alguna necesidad o urgencia por la que estaban pasando él siempre les repetía sin descanso: “Tengamos la firme esperanza de ser escuchados, confiados en la promesa que nos hace el Divino Maestro: Pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá… Porque todo lo que pidáis al Padre en mi nombre os será dado”
Si tienes una urgencia, no lo dudes, llénate de esperanza y pide a nuestro Señor por intercesión de Padre Pío rezando una de estas tres oraciones:
ORACIÓN AL PADRE PIO PARA PEDIR SU INTERCESIÓN
Oh Dios, que a San Pío de Pietrelcina, sacerdote capuchino, le has concedido el insigne privilegio de participar, de modo admirable, de la pasión de tu Hijo: concédeme, por su intercesión, La gracia de (……) que ardientemente deseo y otórgame, sobre todo, que yo me conforme a la muerte de Jesús para alcanzar después la gloria de la resurrección.
Gloria al Padre….. (3 veces)
ORACIÓN PARA PEDIR LA GLORIFICACIÓN
Oh Jesús, lleno de gracia y de caridad y víctima por los pecadores, que, impulsado por el amor a nuestras almas, quisiste morir crucificado, te ruego humildemente glorificar, también sobre esta tierra, el Siervo de Dios, Padre Pío de Pietrelcina, que en la participación generosa a tus sufrimientos, tanto te amó y tanto se prodigó por la gloria del Eterno Padre y por el bien de las almas.
Te suplico, oh Jesús, que me concedas, por su intercesión, la gracia (…) que
ardientemente deseo.
Recitar tres Glorias
ORACIÓN PARA PEDIR HUMILDAD
Padre Pío, tú viviste en el siglo del orgullo, y fuiste humilde.
Padre Pío, tú pasaste entre nosotros en la época de las riquezas soñadas, jugadas y adoradas, y permaneciste pobre.
Padre Pío, junto a ti ninguno oía la Voz, y tú hablabas con Dios. Cerca de ti ninguno veía la Luz, y tú veías a Dios.
Padre Pío, mientras nosotros corríamos afanosos, tú te quedabas de rodillas y veías el Amor de Dios clavado a un Madero, herido en las manos, en los pies y en el corazón, para siempre!
Padre Pío, ayúdanos a llorar delante de la Cruz, ayúdanos a creer delante del Amor,
ayúdanos a sentir la Misa como llanto de Dios, ayúdanos a buscar el perdón como abrazo de paz, ayúdanos a ser cristianos con las heridas que derraman sangre de caridad fiel y silenciosa, como las heridas de Dios. Amén.

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