viernes, 16 de febrero de 2018

¿DEBERÍAMOS ABSTENERNOS DE CARNES ROJAS LOS VIERNES DE CUARESMA?

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El abstenerse de cierta comida y bebida tiene un propósito espiritual. El desprendimiento de la actitud consumista de la civilización actual, para equilibrar la vinculación con Dios. La persona adquiere autodominio cuando logra decirse NO a consumos que dispersan su atención sobre lo importante.

¿Pero por qué la Iglesia nos pide que nos abstengamos del consumo de animales de sangre caliente y sus subproductos y no de pescado?
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¿Qué relación hay entre nuestro desequilibrio y esos productos?
Comencemos por ver lo que nos pide la Iglesia para luego contestar esas preguntas.

LO QUE PIDE LA IGLESIA EN CUARESMA
La Iglesia Católica ha desarrollado varias formas de penitencia para ayudar a los fieles a educar su alma, alejarse del pecado y permanecer o regresar al camino de Dios.
Para entender esto debemos definir que el ayuno consiste en hacer una sola comida fuerte al día o no hacerla (según la Tradición que uno siga) y la abstinencia consiste en no comer carne.
La penitencia de la abstinencia de comer carne, más allá del tipo de alimento, es un signo para recordar y vivir el tiempo de la Cuaresma en preparación a la Pascua de Resurrección.

“Todos los fieles, cada uno a su modo, están obligados por ley divina a hacer penitencia. Sin embargo, para que todos se unan en alguna práctica común de penitencia, se han fijado unos días penitenciales. En los que se dediquen los fieles de manera especial a la oración, realicen obras de piedad y de caridad y se nieguen a sí mismos, cumpliendo con mayor fidelidad sus propias obligaciones y, sobre todo, observando el ayuno y la abstinencia, a tenor de los cánones que siguen”.
Estos tiempos penitenciales (cánones del 1250 al 1253) son todos los viernes del año y la Cuaresma.

Los numerales 1250 a 1253 del Código de Derecho Canónico dicen:
1250  En la Iglesia universal, son días y tiempos penitenciales todos los viernes del año y el tiempo de cuaresma.
1251  Todos los viernes, a no ser que coincidan con una solemnidad, debe guardarse la abstinencia de carne, o de otro alimento que haya determinado la Conferencia Episcopal; ayuno y abstinencia se guardarán el miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
1252 La ley de la abstinencia obliga a los que han cumplido catorce años; la del ayuno, a todos los mayores de edad, hasta que hayan cumplido cincuenta y nueve años.
1253 La Conferencia Episcopal puede determinar con más detalle el modo de observar el ayuno y la abstinencia, así como sustituirlos en todo o en parte por otras formas de penitencia, sobre todo por obras de caridad y prácticas de piedad.

La Iglesia, por tanto, tiene dos formas de prácticas penitenciales oficiales – tres si se incluye el ayuno eucarístico una hora antes de la comunión. La abstinencia de carne ha de guardarse todos los viernes de Cuaresma, siempre y cuando éstos no coincidan con alguna solemnidad litúrgica. El ayuno más la abstinencia debe guardarse el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo.
Pero la Conferencia Episcopal de cada país puede determinar el modo de observar tanto el ayuno como la abstinencia sustituyéndolos con otras maneras penitenciales. De acuerdo con el Código de Derecho Canónico la abstinencia sólo es obligatoria a partir de los 14 años de edad, mientras que el ayuno es obligatorio para todos los mayores de edad entre 18 hasta los 59 años.

Pero para todos la Iglesia recomienda: “cuiden sin embargo los pastores de almas y los padres que también se formen en un auténtico espíritu de penitencia quienes, por no haber alcanzado la edad, no están obligados al ayuno y la abstinencia”.

También son excluidos aquellos que tienen problemas mentales, los enfermos, fragilidad física, mujeres en estado de gravidez o que alimentan a bebés, obreros de acuerdo a su necesidad, invitados a comidas que no pueden excusarse sin ofender gravemente causando enemistad u otras situaciones morales o imposibilidad física de mantener el ayuno.
La carne que se considera es la carne y los órganos de mamíferos y aves de corral. 
También son prohibidas las sopas o salsas en base de ellas. Se permite el consumo de peces, anfibios, reptiles y moluscos.
Respecto al ayuno, brevemente, la Iglesia define esto como una comida al día, y dos comidas más pequeñas que, si se suman no superaría la comida principal en cantidad.
Tal ayuno es obligatorio el Miércoles de Ceniza y el Viernes Santo. El ayuno se rompe por comer entre comidas. Y bebidas como batidos de leche podrían ser considerados alimentos. Las bebidas alcohólicas no rompen el ayuno; sin embargo, parecen ser contrarias al espíritu de hacer penitencia. Y una consideración final. Ante todo, estamos obligados a realizar los deberes de nuestro estado de vida. Por lo tanto, toda privación que nos obstaculice seriamente la realización de nuestro trabajo, nuestro estudio, o la labor de padres sería contraria a la voluntad de Dios.

 ¿CUÁLES SON LAS RAZONES PARA LA ABSTENCIÓN DE CARNES ROJAS?
Dijimos que lo prohibido es la carne y órganos de mamíferos y aves de corral.
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También son prohibidas las sopas y cremas de ellos.
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Son permitidos peces de mar y de agua dulce, anfibios, reptiles y mariscos, así como productos derivados de animales como margarina y gelatina sin sabor a carne.
¿Pero por qué?
Santo Tomás de Aquino da dos razones teológicas para la prohibición de la carne en Cuaresma.
1) En primer lugar, Cristo ofreció su carne para nuestra nosotros en el madero de la cruz.
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Puesto que Cristo nos dio su carne, también damos nuestra carne.
2) La segunda razón de Santo Tomás de “no a la carne”.
En sus propias palabras es:
“El ayuno fue instituido por la Iglesia con el fin de poner freno a las concupiscencias de la carne, que considera a los placeres del tacto relacionados con la comida y el sexo.  Por tanto, la Iglesia prohibió a los que ayunan los alimentos que dan más placer al paladar, y además son un  gran incentivo para la lujuria”. “Tales son la carne de los animales que toman su descanso en la tierra, y los que respiran el aire y sus productos, como la leche de los que van por la tierra, y los huevos de las aves. Porque desde que tales animales son más como el hombre en el cuerpo, ofrecen mayor placer como alimento, y un mayor alimento para el cuerpo humano, por lo que a partir de su consumo resulta un mayor excedente disponible para la materia seminal, la cual, cuando es abundante se convierte en un gran incentivo a la lujuria. De ahí que la Iglesia ha ordenado a los que ayunan abstenerse especialmente de estos alimentos”.
Así que los alimentos de origen animal de sangre caliente generalmente proporcionan más placer que los alimentos de origen animal de sangre fría.
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De modo que Santo Tomás asocia el placer de la comida al placer del sexo.
Nuestro consumo de alimentos, enseña Tomás, afecta nuestra libido.

LA CIENCIA RESPALDA A SANTO TOMÁS DE AQUINO
La mayor testosterona conduce a una libido más alta. Es un hecho científico.
La Escuela de Medicina de Harvard encontró que las mujeres pueden aumentar su capacidad de respuesta a la fertilidad al aumentar la ingesta de proteínas y cambiando a leche entera.¿Quieres disminuir su testosterona? Come más ensalada, soja, azúcar, carbohidratos simples, verduras y pescado magro. Corta la carne roja y los productos lácteos. Recuerda que Tomás de Aquino fue discípulo de San Alberto Magno – premier biólogo de Europa. Puede sonar medieval, pero estaban en lo cierto en aquel entonces. Ellos sabían que la fertilidad humana (y la concupiscencia sexual) se relacionan con el consumo de productos de origen animal. No es de casualidad que los términos como:
sangre caliente
semental
toro
carne roja
muscular
carnoso
están relacionados con la fertilidad y la virilidad.

¿QUÉ PASA CON LAS LANGOSTAS O LAS OSTRAS?
Escribiendo en el siglo XIII, Tomás reconoció este problema: “Además, algunos peces son tan deliciosos de comer como la carne de ciertos animales. Ahora la concupiscencia es el deseo de lo delicioso”.
Es probablemente entonces que una buena regla de oro sea evitar la langosta, las otras y otros frutos de mar sofisticados en el espíritu de penitencia.
Santo Tomás escribe que el consumo de carne roja generalmente es más deseable que el consumo de pescado. Si lo dudas, cuenta el número de restaurantes de hamburguesas, asadores y restaurantes de pollo frito y compáralo con el número de comercios que venden pescado.

¿Y QUE HAY DEL VINO DE LUJO?
Lo de las langostas es muy similar a lo del vino de lujo.
La Iglesia no prohíbe beber vino caro durante la Cuaresma, pero es contrario al espíritu de la Cuaresma.
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La regla general de la Cuaresma es el mínimo indispensable. 
El sacrificio de corazón por amor por el cual ofrecemos penitencias un poco ocultas a Cristo (como comer ensaladas y verduras y no la langosta el viernes), trae alegría a Su corazón y la gracia para nuestras almas. La mayoría de la gente no come regularmente langosta todos modos y tampoco consume vinos de lujo. Pero la mayoría de la gente, sin embargo, come carne con regularidad, y la Iglesia piensa que deberíamos hacer más sacrificios en este sentido los viernes.

Fuentes:

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