domingo, 11 de febrero de 2018

EL BUEN PASTOR

¡INCRÉDULOS, EL TIEMPO DE MI JUSTICIA ESTÁ LLEGANDO; VUESTRA INCREDULIDAD VA A SER VUESTRA PERDICIÓN!

FEBRERO 06 2018 2: 30 P.M

LLAMADO URGENTE DE JESÚS EL BUEN PASTOR A SU REBAÑO

Rebaño mío, mi paz sea con vosotros
Permaneced alerta y vigilantes, porque del cielo se aproxima el castigo para esta humanidad pecadora. Un cuerpo celeste de gran tamaño se dirige a la tierra y al entrar en su órbita va a desintegrarse, haciendo que miles de bolas de fuego por mi voluntad, castiguen las naciones impías.

¡Incrédulos, el tiempo de mi Justicia Divina está llegando; vuestra incredulidad va a ser vuestra perdición! No queréis prestarle atención a los llamados del cielo, os burláis de mis mensajes y mensajeros; os digo: se acerca la hora en que veréis el cumplimiento de todo cuanto está escrito y por vuestra incredulidad, no vais a tener tiempo de arrepentiros. Sois una raza de dura cerviz, si no os arrepentís con sincero corazón y pedís perdón al Altísimo, de seguro os vais a perder.

Todo ya fue decretado y no hay marcha atrás, el cielo os está enviando señales en cantidades para que os preparéis, pero vosotros hijos de la incredulidad, seguís vendados; os negáis a aceptar mi Justicia, porque según vosotros Dios es sólo Misericordia y no castigará la humanidad. ¡Necios, soy Misericordia, pero también soy Justicia! Os recuerdo algunos relatos bíblicos donde mi Palabra habla de mi Justicia, escuchad: Entonces el Señor hizo llover sobre Sodoma y Gomorra azufre y fuego desde el cielo. Y destruyó estas ciudades y toda la vega, todos los habitantes de las ciudades y toda la vegetación del suelo. (Génesis 19. 24, 25) Castigué a mi Pueblo por haber quebrantado mis preceptos y durante cuarenta años caminó por el desierto. (Números 13. 34, 35) No permití a mi Siervo Moisés entrar en la tierra prometida por haber dudado de mi Misericordia, al tocar la roca donde brotó agua que calmó la sed de mi Pueblo. (Números 20. 12) Acordaos de las plagas con las que castigué al Faraón de Egipto y su pueblo. Estos y más relatos de mi Palabra son una prueba de que también soy Justicia, para que no os equivoquéis pensando que sólo soy Misericordia y que no os vendrá el castigo. Acordaos: Misericordia y Justicia, esa es mi Esencia.

¡Despertad de una vez hijos de la incredulidad, no sigáis poniendo en duda mis Palabras! Porque mis Palabras son Palabras de Vida Eterna, que ningún mortal podrá debatir. El tiempo se os está acabando humanidad incrédula, ingrata y pecadora; no dejéis para el último momento vuestra conversión, porque en verdad os digo: las Puertas del Reino de los Cielos se os van a cerrar, si seguís en vuestra incredulidad; como las doncellas insensatas os vais a quedar por fuera del banquete. Volved a Mí, que soy Camino, Verdad y Vida, para que podáis mañana alcanzar el gozo de la salvación eterna. Mi paz os dejo, mi paz os doy. Arrepentíos y convertíos, porque el Reino de Dios está cerca.

Vuestro Maestro, Jesús el Buen Pastor

Dad a conocer mis mensajes a toda la humanidad, ovejas de mi Grey

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